1997 acabó con los lápices de un Carlos Pacheco consolidado en el mercado internacional. Tras el periplo inglés, aquel historietista que se dio a conocer años antes a través de posters, ilustraciones y portadas para las ediciones españolas de Marvel en Cómics Fórum, había llegado a lo más alto en cuanto a relevancia en la casa de las ideas: nada más y nada menos que su arte estaba ilustrando las páginas de X-Men. Todo un logro, pero también la justa recompensa de un dibujante inquieto y un narrador gráfico excelente. El aficionado español estaba de enhorabuena: de alguna manera aquel hito cualquier fan patrio del universo Marvel lo sentía como propio.

Carlos Pacheco ya no solo iba a deslumbrar, como años atrás, a los lectores fórum con portadas como las que nos obsequió en la recordada “Clásicos Marvel”. Ahora el mundo al completo disfrutaba de su arte en unos tebeos, los de X-Men, donde el artista gaditano supo leer muy bien el momento y coyuntura gráfica y asimiló las tendencias del amerimanga a su arte: Ahí están algunas páginas para el recuerdo en X-Men que lo corroboran.

Eran días de celebración, y en Cómics Fórum, la editorial donde se dio a conocer, pusieron su granito de arena para contribuir a la fiesta. Y lo hicieron con el volumen que tratamos hoy: “La Aventura Gráfica de Carlos Pacheco”. Un compendio de la obra del historietista de San Roque hasta la fecha. Todo un justo homenaje a quien había “roto la barrera” entre España y Estados Unidos. Pacheco fue, junto con Salvador Larroca y Pasqual Ferry, los que en aquellos años noventa pusieron “la pica en Flandes”. Tras ellos, muchos dibujantes españoles probarían suerte en el mercado estadounidense, convirtiendo ya en costumbre que actualmente muchos de nuestros mejores dibujantes trabajen directamente para la industria estadounidense. Pero hubo un tiempo que este hecho era ocasional o excepcional y Carlos Pacheco, junto a Larroca y Ferry, cambiaron esa tendencia.

Antoni Guiral editó este volumen a conciencia, como homenaje al artista, explorando y mostrando todo lo que había sido y era Pacheco hasta la fecha: Aquí se compilan desde sus primeros dibujos como aficionado hasta tres entregas de sus X-Men junto a Scott Lobdell, los números 62, 63 y 64, los que a petición de Carlos la Patrulla-X se encontraba con Sang Chi; justo antes de que bastión comenzase su “Operación Tolerancia Cero”.

Entre medias, toda compilación de sus trabajos españoles, desde sus portadas e ilustraciones en Forum, incluyendo reproducciones a lápiz o portadas desechadas que no vieron la luz. Las historias cortas que aparecieron en “A Tope” o “Cimoc”. Como aquel excelente “Amiga mía, enemiga mía”, donde Pacheco hilvana un consistente guion en apenas cuatro páginas, que cuenta con la colaboración en dialogos de Francisco Ramirez.

No falta en la selección el “American Soldier”, con Antonio Romero, que tanto revuelo supuso entre en fandom cuando se publicó en la colección “Marvel Héroes”. Ni tampoco “Baraka”, la curiosa joyita de ciencia ficción patria que realizaron Pacheco junto con Rafael Marín. Así como su página como aficionado aparecida en “Cómix Internacional”: “¿Dónde vas, cómic usa?”. O alguna página de su primera historia en Tuboescape. Además, multitud de páginas a lapiz de la inédita “remix” (en concreto las ocho que pudo realizar Pacheco de este proyecto que no vio la luz”), de X-Men. Excalibur, Dark Guard, Starjammers o Bishop.

Todo un museo, en definitiva, estaba encerrado en este libro. Vertebrado por una entrevista a fondo al artista realizada por Rafael Marín, donde ponían en palabras cada etapa del artista de San Roque. Además, textos de Antonio Martín, Jaume Vaquer, Miguel Ángel Álvarez, Paul Neary y Suzanne Gaffney y junto a otros firmados por los propios Antoni Guiral y Carlos Pacheco, se encargaban de hacer del volumen algo especial como lo fue. Como guinda, una extensa y bien documentada bibliografía de Carlos Pacheco hasta la fecha de edición, a cargo de Santiago Navarro, culminaba el volumen. Un volumen que mostraba con orgullo todo el arte que atesoraba el trazo de Pacheco y compilaba su obra “nacional” y que daba un justo resumen de lo que se había cosechado hasta la fecha. Aún quedaba lo mejor por llegar (“Siempre Vengadores”, “Los Cuatro Fantásticos”, “Arrowsmith”o “Superman: La caída de Camelot”) pero ya había motivos para celebrar: baste ver y contemplar lo que aguarda en estas páginas.