The Barbarian King – Valeria: Esencia y frescura

Ha pasado largo tiempo ya desde que visitó Xuchotl junto a aquel bárbaro que acabó siendo rey de Aquilonia. Los años y aventuras han ido haciendo mella en su imponente figura. Sin embargo, los recuerdos, como las cicatrices permanecen. Al igual que la valentía para asumir nuevos retos, siempre y cuando haya una buen botín a cambio. Ella fue y es la más recordada de la “Hermandad Roja”. Ella es «Valeria«, la protagonista del spin-off de la saga “The Barbarian King”, obra de Marco Cei y Ramiro Borrallo.

“… una no se vuelve menos terca a medida que envejece.”

Junto a los volúmenes dedicados a “Yara”, “Salomé”y “Zenobia”, la saga italiana del cimmerio tuvo a bien recuperar otro de los personajes entrañables del entorno de Conan. Creada por Robert Ervin Howard para en la última historia que escribió, “Clavos Rojos”, ya desde su publicación postuma en Weird Tales entre agosto y octubre de 1936, conquistó su hueco entre los aficionados a la Espada y Brujería. Años después, con la gloriosa adaptación al cómic de Barry Windsor-Smith y Roy Thomas en Marvel, su bella e imponente figura se expandió aun más entre el fandom. Hecho que trascendió los cómics y la literatura popular en la siguiente década, cuando Sandahl Bergman la encarnara en la película de John Milius:Conan, el bárbaro”.

Es pues Valeria un icono de esa “edad no soñada” creada por Howard. Una edad que, desde Leviathan Labs, le han dado nuevos brios con la saga “The Barbarian King”. Un proyecto que discurre entre una fidelidad a la esencia bárbara de lo que supone el cimmerio y una saludable frescura a la hora de abordar nuevas aventuras. Para comprobarlo, baste con leer los volúmenes de la serie principal (sirvan de ejemplo La Espada Rota”, “El Rey Caído” o “Diosa de la vengaza”), que van más allá de un mero ejercicio de estilo o recreación de momentos épicos de la historia del bárbaro más célebre del cómic.


En ese sentido se sitúa también “Valeria”, en un difícil equilibrio entre los momentos clásicos a los que remite el tebeo (siempre presentes “Clavos Rojos” y “La hija del gigante de hielo”) y la senda argumental con la que se construye esta aventura. Una en la que una Valeria madura aceptará una misión en la que le llevará a reencontrarse con recuerdos de su viejo compañero de armas, que es el gran personaje ausente del relato. De ello sabe sacar buen partido Marco Cei con un tono que, si bien bebe de los clásicos, los refresca con el desarrollo de la trama.

En este tebeo la labor de Ramiro Borrallo (“Apocalipsis Girl”, “The Secrets” o “Hijo de nadie”) nos parece fundamental. Pues Borrallo ha cogido tanto el personaje como a su entorno y se lo ha llevado a su estilo gráfico. Uno que puede que a los fans más inmovilistas del bárbaro les descoloque, ya que está en las antípodas de la imagen gráfica icónica y popular de lo que supone cualquier cosa relacionada con Conan. Pero es ahí donde estas páginas supuran personalidad y voz propia, la que imprime Borrallo con su trazo y color.

El relato, por tono y estilo, entronca con el legado conceptual de Howard, con un sabor pulp que remite, no ya a los cómics clásicos de Marvel, sino a las genuinas páginas de “Weird tales”, haciendo Cei un buen equilibrio entre el homenaje y lo fresco. Ahora bien, donde gana altura y razón de ser esta “Valeria” es en el dibujo y color que ha desplegado Borrallo aquí. Haciendo de esta interpretación grafica una propia, diferente y distinta. Que en esencia mantiene el legado del personaje, pero está impregnada de frescura. La del lápiz de Borrallo. Esa es la identidad gráfica que singulariza a esta “Valeria” de cualquiera que hayamos visto previamente en un tebeo de Conan. Solo por eso, ya conviene recorrer las 132 páginas que ha editado Leviathan Labs en formato rústica. A ello súmese un guion eficaz y ya pueden hacerse una idea de lo que supone la “Valeria” de Cei y Borrallo. Ejemplo de que, más allá de recreaciones, se pueden seguir haciendo tebeos de espada y brujería manteniendo a la vez esencia y frescura.

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