Hans-Joachim Marseille “La Estrella de Africa”. Siempre letal, nunca derribado.

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158 aviones abatidos de los aliados occidentales se cuentan en su haber. Nunca derribado, la destreza y pericia del mejor piloto de la Luftwaffe del Tercer Reich fue reconocida por ambos bandos en la Segunda Guerra Mundial. Hans-Joachim Marseille (Berlín, Alemania, 13 de diciembre de 1919 – Sidi Abdel Rahman, Egipto, 30 de septiembre de 1942) forma parte de la historia de la aviación bélica del Siglo XX en un puesto muy destacado.

A pesar de ser utilizado por el Régimen Nazi como un modelo para su máquina de propaganda debido a sus éxitos militares, Marseille no era precisamente un afecto al régimen. Amante de las juergas, del swing y el Jazz, su destreza como piloto fue el mayor garante para que no le pasaran cuenta desde las altas esferas.

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Mujeriego y sociable, su carácter díscolo chocaba con la moral nazi imperante. Sin duda, fue un verso libre dentro del corsé conservador del Tercer Reich. Sin embargo, era uno de sus más valientes efectivos en el aire, cuando se zambullía en medio de las formaciones enemigas, perfeccionando la posibilidad de disparar en cualquier momento de su vuelo, fuera recto o estuviera girando. Todo un as de los cielos.

La vida de Marseille tiene los suficientes mimbres para ser contada y eso es lo que ha hecho Antonio Gil (“El Flautista de Arnhem”, “Flandes: 1566-1573. Rebelión y Orden” o “1921: El Rif) en “Hans-Joachim Marseille. La estrella de África”, recién editado por Cartem en su colección “Historias de Guerra”, donde títulos como “El guardaespaldas de Masud” y “La insurgente de Varsovia“ le han precedido.

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Conocida la habilidad de Antonio Gil para los tebeos bélicos, el trabajo desarrollado con la biografia de este as de la aviación sigue la estela que nos tiene acostumbrados el autor malagueño. En una trama precisa nos acerca la vida de Marseille a la vez que nos muestra batallas aéreas que ilustran muy bien lo vivido por el protagonista, tan disciplinado en el aire como díscolo en tierra. De forma precisa, y con un buen ritmo narrativo, Gil mete de lleno al lector en la vida del piloto. Así se conforma este pedazo de la historia de la aviación bélica Europa, la que se gestó mayormente en el norte de África.

Publicado originariamente en el mercado franco belga por Éditions Clair de Lune, Cartem nos lo presenta en una cuidada edición en castellano de 52 páginas en formato de álbum europeo, que cuenta además, a modo de extra, un dossier fotográfico acompañado por la firma de Daniel Ortega. Así se nos presenta “Hans-Joachim Marseille. La estrella de África”: un cómic ideal para los aficionados al cómic bélico con base histórica.

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