Dolores: Para no olvidar

Dolores

“- ¿Y sabe cómo me llamo yo?

– Sí, se llama Marie…

– ¡Pfff! ¡Me llamo Dolores! ¡Lo sé yo!”

Así, en perfecto español se manifiesta Marie a su celador en una residencia de Burdeos en 2015. Sorprendentemente la anciana no responde a al nombre por el que es conocida. El alzhéimer ha hecho mella en su mente, pero ha sacado a relucir su dominio del castellano. Habilidad desconocida por sus hijas, con las que siempre ha sido muy reservada. Una de ellas, Nathalie, se propone descubrir más acerca de su anciana madre y de su pasado. Así comienza “Dolores”, de Bruno Loth, un viaje por la memoria de una generación y de unos hechos tan vergonzosos como traumáticos como fueron el final de la Guerra Civil española.

En tonalidades sepia y marrones, como esas viejas fotografías que encontramos del pasado ya lejano de nuestros antecesores, Bruno Loth (“¡Viva la Anarquía!”) nos propone un relato de descubrimiento a múltiples niveles. El primero y más evidente, lo que supuso el final de la Guerra Civil para aquellos ciudadanos republicanos que salieron de Madrid para huir desde los puertos de Alicante y Valencia ante el acoso y derribo del fascismo. Como metáfora de ello, la pequeña Dolores, que consigue huir de ese terrible final pagando un alto precio por ello, recalando en Francia y pudiendo sobrevivir a aquel desastre. Algo que quedó en su infantil memoria y que nunca compartió con sus hijas. Pero está grabado a fuego, y en el ocaso de sus facultades sale a flote, como su dominio del idioma materno.

Dolores texto 2

Esos hechos llevan a Nathalie, su hija, a viajar a Madrid y a Alicante, para intentar comprender y saber más sobre lo que vivió su madre. Así llega al Madrid de 2015, donde se respiraban los anhelos de cambio que supusieron el relevo político de la alcaldía de la capital. Y en ese ambiente va profundizando en la “retirada” del Madrid republicano, que acabó en una playa de Alicante con muchos ciudadanos atrapados al no poder subirse a un barco que les llevara hacia la libertad. Algunos, entre la presión de la aviación y marina fascista, pudieron hacinarse en barcos que los evacuaron de ese infierno. Otros no tuvieron tanta suerte y fueron a engrosar las listas de la brutal represión que ejercicio el régimen nada más ganar la guerra.

Así en este viaje Nathalie se acercará mucho más a su madre y comprenderá mejor lo que vivió en sus primeros años de vida, antes de ser “Marie”. Un viaje que Bruno Loth nos brinda de forma sobria, con elementos documentados y que confronta la realidad de aquel país devastado de 1939 con la de los españoles hartos de corrupción del reciente 2015. Un paisaje que esconde secretos impuestos por el olvido y cuarenta años de silencio, que aunque no se hayan contado lo suficiente no significa que no existan o no hayan ocurrido.  

Dolores texto 3

Editado en Francia en 2016 por La Boîte à BullesPonent Mon se ha encargado de materializar esta obra en castellano, en una cuidada edición en formato cartoné de 80 páginas. Nominado al Prix des Lycéens de Angoulême 2017, estamos ante una obra que merece el objeto de atención que se le presta. Por la sensibilidad y sobriedad que destilan sus páginas. Por lo que supone de descubrimiento de lo vivido por una generación que, por puro hecho biológico, pronto no podremos acceder a sus testimonios. Así desde lo íntimo nos acercamos a este capítulo de la memoria, la memoria de una vida de muchos que vivieron tiempos aciagos. Esa es la vida que esconde Dolores, la de una niña que perdió todo, hasta el nombre, pero ganó poder vivir. Una vida que aunque se esté desmemoriando, su hija Nathalie va a comprenderla mejor, descubriéndola en el viaje que nos propone Bruno Loth.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s