Samurai Slasher: ha nacido un icono

Recientemente, en la reseña que le dedicamos a Slasher, definíamos las convenciones del subgénero del slasher y hablábamos de cómo Charles Forsman las subvertía para ofrecer algo con mucho más peso de lo habitual en este tipo de productos. En principio, el caso que nos ocupa es el contrario, ya que el guionista inglés Mike Garley (Adventure Time, The Kill Screen) deja claras sus intenciones desde el principio: ofrecer un homenaje, en buena parte paródico, a todo ese cine casposo de asesinos encapuchados e inmortales. Para ello, ha creado posiblemente a uno de los personajes más carismáticos (y eso que no suelta una palabra) de cuantos pueblan las páginas del cómic indie: Samurai Slasher.

La premisa de «Samurai Slasher» no puede ser más simple. Todo comienza, como no podía ser de otra manera, con un grupo de jóvenes (ojo a la parodia implícita a los personajes de Scooby-Doo) arribando a una cabaña en el bosque dispuestos a pasar un fin de semana de juerga. Al anochecer, no tardará en aparecer nuestro ¿héroe? Samurai Slasher, un guerrero samurai del más allá que irá dando buena cuenta de los chavales uno por uno, ejecutándolos de las más diversas maneras. Puro y duro slasher.

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The Samurai Slasher vs Sole Survivors Support Anonymous (del Volumen II)

Esta es tan solo la primera historia que sirve de punto de arranque para el primer volumen de la serie. Hasta ahora han aparecido 3 volúmenes (todos autopublicados) con la misma estructura; cada volumen es un compendio de historias cortas y generalmente de tono gorehumorístico con muchos guiños ochenteros que sirven para agrandar la figura y la leyenda de tan peculiar personaje. Para que os hagáis una idea, veremos a Samurai Slasher hacer de las suyas en decorados tan dispares como un museo de arte, una pista de patinaje o en el mismísimo círculo de Stonehenge. Cualquier lugar es bueno para matar a mansalva. Incluso contaremos con una historia en 3-D, como referencia a la pequeña fiebre que hubo por las tres dimensiones en los años 80. Aún así, a medida que se suceden las historias se van introduciendo detalles que las aúnan en un hilo común que se va desarrollando hasta cobrar más importancia en el último de los tres volúmenes.

Cada una de las pequeñas piezas que componen los volúmenes viene firmada por diferentes dibujantes, cada uno con un estilo propio. Esto, que podría dar impresión de poca coherencia gráfica, en realidad contribuye a enriquecer al personaje con distintas visiones e interpretaciones, siempre contando con Mike Garley al guion, eso sí. Se agradece mucho la inclusión al final de los tomos de una galería de bocetos e ilustraciones, algunas de las cuales son tremendas. Mención especial para la carátula de VHS que se incluye en el tercer volumen. Espectacular.

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The Samurai Slasher…In Hell! (del Volumen III)

Todo lo que he contado hasta ahora, aunque está muy bien, podría englobarse dentro de esos «placeres culpables» que todos tenemos y con los que disfrutamos. Pero hay más. La verdadera pieza diferenciadora, que supone un antes y un después en el personaje, es Samurai Slasher: Late Fees, una historia de 30 páginas publicada de manera independiente al resto de volúmenes. En ella, Mike Garley da un giro radical y demuestra con maestría cómo se puede utilizar a un personaje tan plano para contar una historia personal de profundo calado.
«Late Fees» cuenta la relación entre un padre y un hijo a lo largo de los años, siempre a través de la óptica del hijo. Este, cuando era niño, solo veía a su padre durante los fines de semana, en los que aprovechaban para alquilar películas de vídeo en VHS y verlas juntos. Una de esas películas es «Samurai Slasher», y su visionado cambia la vida del niño para siempre. A partir de entonces, afrontará la realidad a través de la imaginación, utilizando al personaje del samurai como vía de escape ante situaciones traumáticas.

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Samurai Slasher: Late Fees

Me fascina cómo Mike Garley logra alterar el orden que él mismo había establecido y cruzar una barrera que ni siquiera parecía existir. Salvando las distancias, Garley apuesta al mismo juego que encumbró a Alan Moore en los años ochenta: coger un personaje intrascendente y engrandecerlo utilizándolo como catalizador para contar cosas más profundas. En este caso Garley hace uso de su creación de un modo muy inteligente, planteando un juego metarreferencial francamente interesante y aportando en el camino varias capas de subtexto y algo de ambigüedad. Es cierto que algunas de las metáforas que se nos lanzan resultan algo crípticas, pero bajo mi punto de vista esto no hace más que añadirle jugo al asunto.

El arte de «Late Fees» merece una mención aparte. Y es que el dibujante polaco Lucasz Kowalczuk ilustra la historia con un vigor portentoso, añadiendo un estilo visual que bebe mucho del underground y que, sorprendentemente, funciona de maravilla con una trama tan personal y adulta como la que ofrece «Late Fees». Tanto los diseños de los personajes humanos como de los monstruos que pueblan las páginas del cómic me parecen alucinantes, así como la propia estructura de las páginas. Todo ello, unido al extraordinario color de Lucasz Mazur, convierten la lectura de esta obra en una experiencia fresca y llamativa a nivel visual.

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Samurai Slasher: Late Fees

Sumando todo lo expuesto, el resultado final es claramente positivo, sobre todo cuando uno ha leído previamente las historias tan simplonas como divertidas del personaje y se topa de repente con una propuesta situada en un espectro totalmente opuesto. Es por ello que considero que, si bien no es necesario leer ni conocer los tres volúmenes previos para disfrutar de «Late Fees», el impacto que causa será más profundo si lo has hecho.
Es reconfortante sumergirse en el universo de «Samurai Slasher» esperando pasar un rato divertido sin pretensiones y terminar con una historia conmovedora y llena de melancolía que habla de la necesidad que tenemos de escapar de la realidad en determinados momentos.
El paso de los años hace que cada vez haya menos cosas que le sorprendan a uno. Por eso, no me queda más remedio que darle la enhorabuena a Mike Garley y Lucasz Kowalczuk por conseguirlo.

Podéis adquirir todos los cómics de «Samurai Slasher» en su campaña de Kickstarter, y en la propia web del autor: Mike Garley Comics

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