
“En 28 años de vida aún no sabía lo que era tener pareja, ni siquiera quedar para una cita. No había tenido ninguna vivencia sexual. Por no tener, ni siquiera tenía experiencia como miembro relevante de la sociedad.”
Fue el título que la situo en el mapa internacional del Manga. Si Kabi Nagata es hoy una celebrada mangaka con una amplia lista de títulos en su haber como “Diario de intercambio (conmigo misma)”, “Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad” o “Kabi Nagata Guerrera Errante” es debido a lo que supuso “Mi experiencia lesbiana con la soledad” (“Sabishisugite Lesbian Fuuzoku ni Ikimashita Report”, «さびしすぎてレズ風俗に行きましたレポ»). Un manga que llegó de la mano de Fandogamia en 2018 a la península ibérica y que, a finales del año pasado, la editorial independiente valenciana alumbró una nueva edición especial del mismo que cuenta con un nuevo epílogo realizado por la autora.

Este seinen con tintes dramáticos, psicológicos es mucho más que un “slice of life”. Catalogarlo como “yuri” por la relación lésbica que trata el manga es quedarse corto. Porque “Mi experiencia lesbiana con la soledad” se recorre como quien lee un diario íntimo de una persona, donde están vertidos sus miedos, anhelos y angustias. Donde, conforme se avanza, nos adentramos en la depresión que vivió Nagaka y como se fue gestando, desde sus días finales de instituto.
En el Japón hermético, donde es poco común exteriorizar sus sentimientos, Kabi Nagaka tuvo que lidiar con un proceso que le llevo a aceptarse y a comunicarse con los demás. Dejando de lado esa barrera invisible, pero férrea, que es la depresión que padeció. Valiente tanto en forma como en fondo, “Mi experiencia lesbiana con la soledad” es un manga maduro y vivencial. Íntimo en su tono. Efectivo por lo que transmite sin anestesias. Con verdades crudas en ocasiones, otras con dulzura y cierto humor. Certero a todas luces.

“Y así, en junio de 2015, en mitad del día…
tuve frente a mí una escort lesbiana.”
Quizá ahí este las razones de las varias reediciones que contó en castellano la obra original y la actual edición que hoy nos ocupa, donde Fandogamia la ha estrenado tanto en castellano como en catalán. Un manga que sigue siendo vigente, por valiente y solvente. Por mostrarse cercano tocando temas delicados. Descarnado y a la vez luminoso. De los que su lectura deja huella. Esa es la vigencia y fuerza de “Mi experiencia lesbiana con la soledad”.
