“Estamos en la Edad Media. O sea, ni muy alta ni muy baja…”

Tiempos oscuros, de santos y cruzadas, fueron lo que se denomina como Edad Media. Ese es el entorno histórico donde un joven busca convertirse en santo. No es otro que “San Apapucio”, el protagonista de “¡Santo Súbito!«, (“Un vie de Saint”) de Manel Fontdevila y Alfonso López, editado recientemente por DQ en castellano, saldando de esa manera una deuda pendiente con los aficionados españoles a las sátiras humorísticas, pues esta obra incomprensiblemente no estaba editada en castellano.

Publicada originalmente entre 1993 y 1998 en el magazine francés “Fluide Glacial” de forma serializada en capítulos de cuatro páginas, Fontevila y López perpetraron una divertida sátira medieval en una suerte de “vida ejemplar” de su santo protagonista. Apapucio, que ya en la pila bautismal sufre una sobredosis de agua bendita, quiere orientar su vida hacia la santidad, hacer milagros y llegar a Tierra Santa.

Sin embargo, el camino de la Fe no es fácil entre tanta tentación y estupidez. El apostolado de Apapucio será arduo… y divertido, llevándole a protagonizar delirantes aventuras y desventuras. Todas salpicadas de gags y del eterno sentido de la comedia. “San Apapucio”, por la rima que tiene su nombre, ha sido siempre presa de frases ingeniosas en la cultura popular, trascendiendo tiempo y lugar. Y de ahí nace la propuesta de Fontdevila y López, que nos brindan historietas de cuatro páginas, con el tradicional esquema de presentación, nudo y desenlace en forma de gag final, de los que deja al lector riéndose de la ocurrencia.

Ingenio es lo que destilan estas páginas. En lo literario del guion de Fontdevila, que, a partir de tópicos medievales, plantea pequeños y divertidos capítulos de esta suerte de “vida apócrifa”, dispuesta a arrancar carcajadas a cualquiera que se acerque a estas páginas. En lo gráfico, el trazo de Alfonso López maximiza el tono de comedia de esta saga medieval, potenciando lo humorístico con rostros y expresiones que lo dicen todo sin necesidad de texto.

Así discurre esta sátira, entre lo satírico y lo sacrílego. Un trabajo que inexplicablemente nadie había publicado en España hasta ahora. Publicado originalmente en blanco y negro en “Fluide Glacial”, la edición que ha llevado a cabo DQomics ha optado por un bitono ocre que le da mayor empaque a sus 100 páginas compiladas en formato rústica, con prólogo firmado por Xavier Roca.

A modo de extra, el guion de Fontdevila del segundo capítulo de esta “vida de santo”. Un guion que es una delicia, pues Fontdevila no le pasaba a López un texto, sino un boceto de cómic, a modo de páginas y viñetas esquematizadas con lo que se contaba en cada una de ellas. Un hecho que el aficionado agradecerá poder verlo, pues le permitirá comparar entre el trabajo final de López y el bosquejo de Fontevila. Además, para la ocasión, Alfonso López ha dibujado ilustraciones para la ocasión, que son las que separan las tres partes en las que se ha dividido el integral. Ilustraciones en las que, a modo de homenaje, podemos ver al Príncipe Valiente de Harold Foster y al Capitán Trueno, Goliat y Crispín de Víctor Mora y Ambrós, a los que el propio López pudo dibujar en una de sus aventuras).

Todo ello espera en esta obra, cuya fuerza cómica se conserva a pesar de las décadas que han pasado desde que se publicara en “Fluide Glacial”. Por fin ve la luz en España, en uno de los últimos lanzamientos de DQ, que ya anunciado su editor, José Luis Córdoba, que en breve cesará su actividad editora tras rescatar para el mercado español el “Don Quijote de La Mancha” de Leopoldo Sánchez, dejando un catalogo impecable para la posteridad, donde se han recuperado autenticas joyas como el “Kraken” y «El Mundo de Sarvan» de Antonio Segura y Jordi Bernet, Jan ha podido sacar sus tebeos de Rich Tex Format , demostrando que hay vida después de Superlópez, el “Capablanca” de Joan Mundet ha podido completarse en una edición digna; el “Mr. Bulb” de Pasqual Ferry ha lucido como merecían la calidad de sus páginas; Montecarlo ha podido ofrecer una antología de sus historietas y relatos en su «Cruce de caminos«; y una historia no acabada de Josep María Martín Sauri ha podido concluirse (“Antioca Pendragón”) A todo esto hay que sumarle el Quijote de Leopoldo Sánchez y este “¡Santo Súbito!” de Fontevila y López. Todas estas obras conforman el precioso catalogo de tebeos que José Luis Córdoba ha cultivado en DQómics. Y con tebeos así, aunque ya no publiquen más obras a partir de ahora, su nombre quedará grabado en la memoria de muchos aficionados. Por lo mucho y bueno que ha rescatado en ediciones dignas de estar en las estanterías más exigentes. Desde estas humildes líneas. como aficionados al noveno arte, no podemos más que reconocer y agradecer la labor editorial realizada desde DQ por José Luis Córdoba.