Desde que en 2018 “Abraxas” lo puso en el mapa como guionista, Javier Marquina dio rienda suelta a toda esa creatividad cultivada tras años de lectura y análisis. Muestra de ello es el ya vasto currículum que atesora en un periodo que abarca cuatro años y medio, pandemia incluida. “Aquí nunca pasa nada”, “1585: Empel”, “Cómo hacer un cómic sin tener ni puta idea” o “La Tercera Ley de Newton”, “Alien Albion” o “Progenie” son algunas de las pruebas de ello. Un torrente creativo que no cesa. Hoy nos centramos en su nueva criatura: “Ilsa”, donde se acompaña del dibujo de Magín Marqués y el color de Marcos Abel.

“Ilsa” supone el retorno a “Terra Tercia”, el universo creado con “Abraxas”. Un tebeo, con dibujo de Ertito Montana, que fue de lo merjocito de la cosecha del 2018, por la frescura que desprendían sus páginas. Desde entonces “el elfo altivo e hijo de puta” ha protagonizado más aventuras como “Abraxas en cuarentena”, una loable inicativa en tiempos del covid, y “Haber elegido muerte”, del que no pasará mucho tiempo para que nos ocupemos de él. Abraxas, como concepto y como personaje tiene un potencial, a nuestro juicio, aun por desarrollar. En el mismo sentido eso se puede aplicar a la “Tierra Tercia” donde vive y a algunos de los personajes surgidos de sus páginas, como Ilsa.

Ilsa, aquella robusta guerrera que acompañaba a Abraxas, tiene en esta obra su puesta de largo como personaje protagonista. Y para ello el lápiz de Magín Marques se encarga de dar forma a su primera aventura en solitario. Es obvio que el estilo de Ertirto Montana es inimitable, por personal y único que es su trazo. Magín Marqués, que debuta con este tebeo, hace suyo el concepto de la Terra Tercia y lo lleva a su terreno, dotando a Ilsa de un aire nuevo que posee el justo equilibrio entre la primera vez que la vimos en viñetas y la frescura de su trazo. El color de Marcos Abel, plagado de rojos, da el tono cromatico para que esta aventura resulte única. Ampliar la gama de colores, en el caso de Ilsa, le da una personalidad que la distingue de su serie madre y eso enriquece a ambas obras, por separado y en conjunto. Porque demuestra, que esta Terra Tercia se puede expandir con diferentes recursos gráficos y estilos de dibujo.

Como nexo en común que aglutina todo, está el guion de Marquina, que ya ha conseguido en estos últimos años tener una voz propia como guionista. Una voz cargada de mala leche e ingenio, con resoluciones contundentes y alguna capa que otra de descreimiento. Una “marca de la casa” que lo identifica ante el lector que disfruta con estas propuestas que, si bien son gamberras en algunas formas, también demuestran una querencia por un medio de expresión como es el cómic y una perspectiva en la que siempre se busca ganarse al lector entreteniéndole, buscando su complicidad con guiños a clásicos pero respetando su bagaje con tramas que sorprendan en algún momento u otro.

Quizá, en definitiva se trate de “oficio”: de saber contar, de saber dibujar, de tener claro que hay que captar la atención del lector y no dejar que preste atención hasta la última página. Y de eso en las 136 páginas de Ilsa hay bastante. Tanto en el guion como en lo plasmado en viñetas por Magín Marques y Marcos Abel. El tebeo, que hoy mismo debuta en las tiendas, lo edita Ediciones Inuit, el sello que fundó el guionista, y se distribuye por toda la península a través de ECC Ediciones. Un tebeo que expande la Terra Tercia con ingenio, mala leche y buena factura. Ideal no solo para los fans de Abraxas. O no solo para los fans de la ciencia ficción gamberra o de la serie B más bizarra, o a los aficionados a la fantasía heroica… Ilsa es un cómic todoterreno muy disfrutable por cualquier lector adulto que demande ese plus que separa lo olvidable de lo que merece recordarse. Aunque sea solo por el buen rato que proporciona meterse entre sus páginas.