Extraordinario: Fuera del orden o regla natural o común.
(Diccionario de la Real Academia Española)

A lo largo de la historia, pocas vidas han dado tanto de si como la que protagonizó Leonardo Da Vinci (Vinci, 15 de abril de 1452-Amboise, 2 de mayo de 1519), quizá el prototipo de hombre renacentista. Sus 67 años vividos dieron para mucho, por todos los campos que abarcó. Polímata en esencia, fue pintor, inventor, ingeniero, arquitecto, anatomista, botánico, paleontólogo, escultor, botánico, escritor, filósofo, músico, poeta y urbanista. Ambidiestro, con la particularidad de que escribía con la mano derecha mientras que la izquierda la reservaba para dibujar. Hombre de múltiples intereses e inquietudes, la huella de este genio sigue presente tanto en el arte como en la ciencia de la humanidad. Baste contemplar cualquiera de sus obras que se conservan para seguir maravillándose con su arte; o descubrir en sus códices muchos conceptos que la ingeniería ha diseñado con posterioridad. Sin duda, la existencia de Leonardo Da Vinci es capital en el desarrollo intelectual y artístico de la Historia de la Humanidad.

Acercarse a una figura de este tamaño puede dar vértigo, por todo lo que implica y supone. No sabemos si Stéphane Levallois lo sintió cuando el museo de Louvre le propuso crear un cómic sobre su figura en la colección de tebeos que editan. Lo que si tenemos constancia es del formidable resultado obtenido: “Leonard2Vinci”, un tebeo que vio la luz en castellano de la mano de Dolmen a finales de 2021.

Stéphane Levallois, a lo largo de su dilatada carrera ha combinado trabajos para el noveno arte (“Les disparues d’Orsay”, “Noé”, “Racket” o “La résistance du sanglier”) con trabajos para otros medios creativos, como los videojuegos o el cine. Siendo en el séptimo arte responsable de dos cortos de animación (“Carcan” y “Butterfly”) o encargándose del diseño de concept art de las dos ultimas películas de Harry Potter, la cuarta entrega de “Piratas del Caribe” o “Ira de Titanes”. Además, como ilustrador, su arte ha quedado impreso en portadas de discos de Jef Lee Johnson o Violeta Ferrer, en la reedición de los “Poemas de Federico García Lorca” de ésta última. También cabe destacar en su haber las ilustraciones para el Ciclo de Oz en éditions du Cherche-Midi para una reedición en francés de la obra de L. Frank Baum. Un extenso bagaje, del que damos apenas unas muestras, y que sirvió para que le propusieran acercarse gráficamente a la figura de Da Vinci.

Un acercamiento que va a dejar huella y que parte también, paradójicamente, de una huella dactilar: la del propio Leonardo Da Vinci encontrada en el cuadro “La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana”. Ese hecho real sirve de partida a Levallois para construir esta space opera que homenajea al genio renacentista. De ahí parte todo para construir un relato de pura ciencia ficción, situando la acción en un futuro lejano donde la humanidad es amenazada por una especie alienígena. A punto de la extinción, los pocos humanos que quedan optan por clonar, a partir de esa huella, al Leonardo Da Vinci: dando como resultado “Leonard2”.

Asistiremos a la formación del joven clon, mientras mediante flashbacks volveremos al Renacimiento. Todo desde una huella, la física del que parte este relato para dejar otra, el artístico resultado que lleva a cabo el autor del tebeo: Sugestivo, evocador, respetuoso y a la vez rompedor. Lo que nos tiene preparado Levallois son páginas que merecerían incluso quedar expuestas de forma permanente en el propio Louvre. Por lo que representa e implica, por lo que demuestra y por la capacidad de seducción que despiertan en cualquiera que se acerque a este particular y rotundo homenaje a la figura del gran Leonardo. Pues las huellas, permítase la reiteración, no acaban ahí: el tebeo está plagado de referencias a la obra de Da Vinci. Cuidando al milímetro cada diseño, que bebe directamente de Leonardo.

Es “Leonard2vinci” una space opera elegante, de fino trazo y meditada secuenciación. Donde planea el eterno conflicto entre la creación y la destrucción. De sugestiva y fascinante introducción a la figura de Da Vinci. Con un alto bouquet artístico, proporciona fascinante entretenimiento. Ese que entronca con lo extraordinario.

«Entre la luz y la oscuridad… hay un estado intermedio que acoge a las dos.

….

En ese intermedio se encuentra el secreto de la belleza seductora.»

Esas son las páginas que esperan en esta obra, que formaron parte en el Louvre de la exposición que conmemoró el quinto centenario de la figura de Leonardo Da Vinci. El tebeo, publicado en Francia en 2019 por Éditions Louvre y Futuropolis, era el catálogo de la exposición. En los últimos días de 2021 vio la luz la fantástica edición en castellano de este tebeo de la mano de Dolmen. Un tebeo que merece incluir en la lista de lo destacable del 2022, pues esta es una obra de largo recorrido, hecha para perdurar. Para, en definitiva, dejar huella.