Javier Marquina: “Debemos hacer los cómics que queremos hacer. Porque sabemos y podemos.” [Entrevista]

Honestidad. Es la palabra que mejor define a Javier Marquina en la conversación que publicamos hoy. El tipo que día a día alimentó su vocación por el noveno arte hasta que saltó la barrera implícita que hay en un tebeo, entre quien lo crea y quien lo lee. De esto hace tan solo tres años y el huracán ha tomado la fuerza de un ciclón. Baste ver la avalancha de títulos que pueblan y van a poblar las librerías con su autoría. Así que, en plena recta final de la preventa de “Whope y los Señores de la Plaga” y justo antes de que empiecen las presentaciones aragonesas de “La Tercera Ley de Newton”, Javier ha tenido la deferencia de atendernos para concedernos esta entrevista. Una de las entrevistas que conforme la transcribes sabes que es de las jugosas. Porque Javier nos responde como escribe, con esa honestidad del que está haciendo lo que le gusta y disfruta con ello.

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Ante todo, sorprende la progresión en tu producción con la avalancha de novedades pueblan y van a poblar las estanterías de las librerías españolas este fin de año. La primera pregunta es obvia: ¿Cómo gestionas tu tiempo para ser tan productivo en términos creativos? ¿Acaso el verbo descansar y dormir no entra en tu vocabulario?

La verdad es que, aunque no lo parezca, mi ritmo de trabajo es constante. Casi diario. No es que me haya dado un atracón de currar este último medio año. Lo que cambia es el momento en el que se publican tus obras. Hay guiones que llevan escritos desde hace dos años, pero el proceso de creación, producción y edición de un cómic es algo muy heterogéneo, muy laborioso y, sobre todo, muy largo, que depende de un millar de factores y que varía enormemente con respecto a cada uno de los dibujantes. Sigo más o menos un proceso de “un guion detrás de otro” y aunque parezca que llevo dos meses viviendo solo de cocaína y Katovit, prometo que es todo fruto de la constancia más que de la sobredosis. Dejé las drogas duras hace unos cuantos años. Por eso escribo tebeos y no novelas gráficas.

Whope y los Señores de la Plaga” en breve llegará a los lectores. Mientras tanto ya pueden estar disfrutando de “La Tercera Ley de Newton” y de “Playa Honda”, mientras que en un plazo muy corto “Alien Albion” será una realidad. No se si me dejo alguno más en el tintero. En todo caso, ¿no temes que la principal competencia de cualquiera de estas obras seas tú mismo con otra?

Va a sonar a chiste, pero sí, te dejas “Progenie”, que saldrá a principio de diciembre y está dibujado por Jaime Infante y editado otra vez por Sallybooks. Es una distopía de ciencia ficción que habla de un futuro muy lejano en el que solo hay mujeres. Más o menos…

Es cierto que puede parecer que me estoy haciendo la competencia a mí mismo pero… yo lo que quiero saber es si alguien le va a hacer esta misma pregunta a Bendis, Hickman, Lemire, Cates o Bunn. Estos guionistas salen a obra semanal y no parece que tengan muchos problemas para vender lo suyo. ¿Qué si me estoy comparando? Pues, oye, ¿y por qué no? Tenemos que dejarnos de complejos y, sobre todo, empezar a dar puñetazos en la mesa. Estamos aquí y los autores españoles hacemos muy buenos cómics. Si hay que saturar el mercado como si no hubiera mañana, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros cuando nadie se queja cuando lo hacen ellos?

También es cierto que no es la situación ideal, pero la pandemia, el cuello de botella generado en los calendarios editoriales durante el confinamiento y los hados han querido que publique 5 obras en menos de tres meses. Puede parecer excesivo, pero prefiero pensar que voy a poner a disposición del lector un abanico de obras entre las que elegir o, por qué no, elegirlas todas. De verdad creo en mi trabajo e intento hacer siempre cómics que yo mismo me compraría. No siempre se acierta, pero soy honesto con mi obra y, sobre todo con la gente que ha comenzado a seguirme. Además, si uno quiere vivir de esto, dados los márgenes que deja cada obra, o produces sin pausa o te hundes.

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Echando la vista atrás, hace apenas tres años que debutaste en el medio con “Abraxas” junto a Ertito Montana. Desde entonces tu ritmo ha sido imparable. ¿Cómo describirías estos tres años?

Pues como una auténtica locura. Si me hubieran dicho hace tres años que iba a tener un dossier tan amplio de títulos publicados, me habría reído. Para alguien que empieza a publicar “tan mayor” como yo (cuando escribí Abraxas tenía 42 años) es como despertar de un letargo y descubrir, por fin, lo que de verdad te gusta hacer. Una epifanía en toda regla. También es la confirmación de que nunca es tarde para hacer las cosas que te gustan hacer, así que al próximo gilipollas que os diga que si no habéis encontrado vuestra vocación antes de los 30 estáis acabados, le mandáis a la mierda de mi parte.

Luego llegó lo que muchos consideramos tu consolidación con “Aquí nunca pasa nada”: una lectura adulta del mundo de superhéroes, metiéndote en un género sobre el que pesan muchos prejuicios de inferioridad en nuestra industria. ¿fue tu manera de reivindicar la libertad para abordar cualquier temática?

En general, toda mi obra es una reivindicación de los cómics de género. No solo del género en sí, sino de que los autores de aquí somos capaces de hacer grandes obras de ciencia ficción, fantasía o superhéroes. Como decía antes, arrastramos muchos complejos que parece que nos obligan a hacer comics de esos que la prensa denomina “serios” porque si no eres un mindundi. Y eso es directamente mentira. Debemos hacer los cómics que queremos hacer. Porque sabemos. Porque podemos. Porque los hacemos bien. Otra cosa es que vendan, pero ese es un tema muy diferente. Al que arrugue el morro y ponga cara de asco cuando juntas en una misma frase superhéroes escritos en Huesca o fantasía heroica dibujada en Alpedrete lo podéis mandar a la misma mierda que al de la pregunta anterior.

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1585. Empel” y “Cómo hacer un cómic sin tener ni puta idea”, publicados el año pasado, nos invitan a pensar en dos pasos importantes en tu carrera de guionista. El primero porque sales de tu zona de confort y arriesgas metiéndote en un encargo en el que previamente hay una notable labor de investigación. ¿Fue ese proceso un camino de crecimiento?

‘1585: Empel’ fue un reto. De repente me vi metido en un encargo y soy de los que no sé decir que no. Debería, pero no sé. Así que aunque una vez exclamé con voz fatua y estúpida que jamás haría un cómic histórico, cuando me ofrecieron la oportunidad de publicarme uno, me lancé de cabeza. Y reconozco que sudé sangre, pero también es igualmente cierto que fue todo un máster de cómic del que me siento realmente orgulloso. Primero, porque el proceso de documentación que hay que seguir para hacer un cómic histórico es una tarea ingente, y después, sobre todo, por la necesidad de adaptar la historia a un numero muy determinado de páginas. Eso te obliga a escoger, a sintetizar y a no hacerte muchas pajas mentales, algo que sin duda puedes y debes aplicar a tus siguientes trabajos.

El otro paso fue las publicaciones de “Cómo hacer un cómic…” y “Abraxas en cuarentena”. Trabajos realizados desde la casi autoedición con el paraguas de Inuit comics. Un paso en el cual se ve el germen de tu próximo trabajo “Whope y los Señores del mal”, por la forma en que se edita y con quien: Inuit. ¿Puedes explicarnos exactamente en qué consiste Inuit y cual es una razón de ser?

Cuando empiezas a publicar comics lleno de ilusión y alegría descubres una verdad incontestable: se cobra una mierda por ello. Podría hacer una lista muy larga de los pros y los contras del oficio, pero me parece que el problema más sangrante es la remuneración que la mayoría de los autores obtienen por sus obras, es decir, un sueldo paupérrimo derivado directamente de unas cifras de ventas ridículas. Aunque es cierto que Inuit surge casi como una broma bajo la que publicar “Abraxas en cuarentena”, un cómic con fines benéficos financiado a través de Verkami que se me ocurrió en pleno confinamiento, también es cierto que ya algo barruntaba. Había un runrún en mi interior que me empujó a escribir “Cómo hacer un cómic sin tener ni puta idea”, ese fanzine que viene a ser un manifiesto germinal y, en última instancia, la puerta para hacer que Inuit Ediciones fuera algo real.

La editorial toma el nombre de un pueblo acostumbrado a sobrevivir en condiciones imposibles, justo como los autores de cómic. Lo que queremos es crear cómics de calidad en los que las tiendas de cómic tomen parte activa tanto en la venta como en la distribución para lograr que de esta forma los autores cobren hasta el triple de lo que ahora mismo se está cobrando en tanto por ciento por hacer un tebeo. Es un proyecto ambicioso, pero también muy delicado, porque depende íntegramente del apoyo del público. Y en esto me gusta ser tajante. Hay que hablar menos y hacer más. Y ahora que aún estamos en la preventa, es el momento de demostrarlo con hechos y con la tarjeta de crédito. Vivimos en una sociedad capitalista y es lo que hay. En lo que respecta a la mal llamada industria del cómic, la única forma de apoyar a un autor es comprar sus cómics. Y de eso va Inuit. De apoyar comprando buenos cómics hechos en España por autores de España.

Entrevista Marquina 04 Whope

Eso nos lleva a “Whope”, el primer tomo que lanzáis. Una aventura que no deja indiferente, ni por como se ha llevado a cabo ni por lo que cuenta el tebeo en sí. ¿Qué podrías explicarle al aficionado que esté interesado en este proyecto que en pocos días será una realidad en papel?

Ante todo que, al comprarlo, no solo se lleva un cómic editado con mucho cariño, sino que apoya la iniciativa Inuit de la que he hablado antes. Tampoco quiero que esto se entienda como una limosna. Queremos hacer buenos cómics, que la gente esté contenta con ellos y que, además, sienta que forma parte de algo más. Queremos crear comunidad y que el lector se de cuenta de que es parte básica del engranaje. Sin el autor no hay cómic, pero sin el comprador/lector tampoco.

En cuanto a ‘Whope y los Señores de la Plaga’ yo diría que cierra una trilogía bastarda con ‘Aquí nunca pasa nada’ y ‘La tercera ley de Newton’. Son cómics que no tienen nada que ver y que, sin embargo, giran en torno a temas comunes. Se pueden leer de forma totalmente independiente, pero si los lees los tres, comprendes que definen a la perfección mi idea del superhéroe y de lo que debería ser el género. También es la historia de una superheroína que se enfrenta a un mal mucho más grande que ella y que deberá tomar decisiones cruciales que la marcarán para siempre. Y esto que parece el tópico más típico al final esconde un cómic contado de una manera diferente que te hace pensar y que, al final, espero que te deje con un nudo en el estómago. Justo lo que me gusta. Además, cuenta con un apartado gráfico espectacular con un Jaime Arántegui estrenándose a los lápices (nadie lo diría) y el color de un Guillermo Montañés en estado permanente de gracia.

Siguiendo la estela de novedades que llevan tu firma, no podemos dejar pasar “La Tercera Ley de Newton”, donde has formado tándem con Víctor Solana, célebre por su debut como autor completo en “El Subsuelo”. ¿Cómo ha sido trabajar con un autor con reconocimiento como es Víctor?

Un lujo. Víctor no solo es un genio del dibujo con un talento descomunal, sino que además es un tío de puta madre. Hacer un cómic con él ha sido un gustazo, porque además nos hemos comprendido y compenetrado a la perfección. Todo ha sido fácil, orgánico y divertido. El proceso ha sido muy fluido y no cambiaría ni una sola coma de lo que hemos hecho. ‘La tercera ley de Newton’ es el típico cómic que si llegara de Image o Dark Horse haría que todo el mundo hablara de su dibujo. Sería un pepinazo de esos que salen en videos de youtubers que no saben que fuera de Estados Unidos también se hacen cómics. De hecho, seguimos comprando cosas que valen mucho menos que la mayoría de la producción local, y esto es una lástima. Ya sabes, los complejos de antes…

Entrevista Marquina 04 presentacion la tercera ley

La tercera referencia fresca de tu autoría es “Playa Honda” que nos llevas a las Filipinas de 1610 junto al arte de Rafael Pérez y el color de Ana Melendo. Da la sensación de que en este tebeo nos espera una aventura en la mejor tradición de relatos de batallas navales.  ¿Que nos esperan en estas páginas?

Playa Honda es un cómic con un apartado gráfico diferente, algo alejado de lo que se suele ver en Cascaborra. Es cierto que el color de Ana se mantiene en márgenes más canónicos, pero Rafa es una fuerza de la naturaleza que plantea todo el rato soluciones muy diferentes y creo que el resultado es atractivo y, sobre todo, pone el foco sobre dos autores con un futuro brillante. De los que darán que hablar. En cuanto al guion, Playa Honda es un cómic de aventuras, de barcos y de cómo hemos olvidados a los hombres que vivieron antes que nosotros y cuyos nombres decoran nuestras calles. La Historia es una asignatura siempre pendiente. No sabes lo que ignoras hasta que empiezas a investigar y te das cuenta de lo mucho que no sabes y de lo mal que te enseñaron historia en la escuela. Con lo fácil que es sentirse fascinado por ella leyendo un cómic… Y todo esto vestido con abordajes, piratas que se creen comerciantes y un gobernador en el que se podría haber inspirado el personaje de Hannibal Smith.

Después de repasar tu basto presente, aún hay más: Dentro de poco sacarás “Alien Albión” junto a Xavi J. y Héctor Marper, de la mano de Karras. ¿No te parece muy marciano mezclar aliens con los mitos artúricos? Nos tiene intrigados el tema, ciertamente.

De eso se trata. De darle una vuelta. Todo el mundo conoce la historia de Arturo y Excalibur, así que… ¿por qué no darle un giro y fliparlo un poco? Y la verdad es que la mejor manera de hacerlo es introduciendo un elemento disruptivo en la escena. Los que me siguen ya saben que disfruto metiendo en la batidora todo tipo de géneros y creo que he conseguido que funcione. ‘Abraxas’ es una prueba de ello, ya que no deja de ser un cómic de aliens, espada y brujería. Esto es parecido pero diferente. Es imaginar como el mito puede retorcerse hasta el absurdo y hacer que el lector disfrute. Lo mío es puro entretenimiento. No aspiro a más. Ni a menos.

Dicho esto, he tenido los mejores compañeros de viaje. Vais a flipar mucho con lo que han hecho Xavi y Héctor con el dibujo. De hecho, creo que Xavi es el nuevo Mignola. Sé que esto es muy gordo, pero al tiempo…

Entrevista Marquina 05 Alien y Playa

Por último, y además de agradecerte tu disponibilidad inmediata para celebrar esta entrevista, nos gustaría saber si hay planes a corto plazo para un “Elfo Altivo e hijo de puta” que por estos lares le tenemos mucho cariño: ¿Habrá más aventuras de Abraxas?

Gracias a vosotros por cederme vuestro espacio para hablar de mis mierdas. La labor de divulgación y difusión es fundamental, así que nunca os estaremos lo suficientemente agradecidos los autores por este trabajo que (y lo digo con conocimiento de casusa) tan bien pagado está.

En cuanto a cierto elfo altivo e hijo de puta, solo puedo decir que Ertito está con las últimas 20 páginas de la segunda parte. Ya queda menos

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