Los secretos siempre son un arma de doble filo. Un secreto se considera algo oculto, apartado o escogido para ser guardado y ser conocido por muy poca gente. Hay ciertos secretos que son manejados por el único hombre del universo Marvel que puede hacerlo, el agente del parche en el ojo. El que mueve los hilos. Nos encontramos al finalizar la saga de Invasión secreta. Durante el ataque de los skrulls, tanto la tecnología Stark como la de SHIELD se vieron comprometidas. El gobierno de Estados Unidos ya no confía en Iron Man. Por ese motivo, ha puesto al mando de la nave a Norman Osborn, el psicópata que dio el golpe final contra los metamorfos. Durante el ataque alienígena, Nick Furia, quien permanecía en la clandestinidad tras haber sido revocado en su puesto al frente de la agencia de inteligencia internacional, salió a la luz junto a los superhumanos que había reclutado. Participó en la batalla de Nueva York, fundamental para alcanzar la victoria final contra el enemigo. El mundo ha cambiado, y es más oscuro que nunca. Todos los ideales en los que se creía y los que muchos habían entregado cuerpo y alma son ahora reliquias rotas de una generación perdida. Pero Nick Furia tiene un plan y está reuniendo jugadores y colocando las piezas en el tablero. Es consciente de los que está en juego y conoce el precio que tendrá que pagar.

Así comienza «Guerreros Secretos«, con su primera saga llamada; “Nick Furia: Agente de Nada”. Esta historia marcó un hito en la Marvel del siglo XXI. Este tebeo asienta sus raíces en los grandes eventos como «Secret Wars« o «Invasión Secreta«. Y supone una oportunidad, en muchos años, de seguir las aventuras de uno de los personajes más importantes de la Casa de las Ideas. La formación de los Guerreros Secretos surgió en la línea de Poderosos Vengadores de la mano de Brian M. Bendis. La idea era reunir un grupo de personajes que asientan sus orígenes en héroes y villanos conocidos pero que escapan de tal calificación. Este autor agrupa a esos rostros conocidos sin utilizar trajes de colores y que tratarán de salvar el mundo, o al menos lo intentarán, pero lo harán discretamente. Junto a Bendis, se sitúa otro de de los grandes guionista del momento llamado Jonathan Hickman. Este escritor, en ese punto, era un gran desconocido pero que tenía visos de convertirse en la gran estrella que es en estos momentos. Bendis lanzaba las ideas sobre la mesa y Hickman las utilizaba moldeándolas a su gusto para dar un planificación perfecta para toda la trama. Stefano Caselli se ocupa de la parte gráfica de la serie. Este artista, que ya destacaba con su labor en «Los Vengadores: La Iniciativa«, recibió el impulso que necesitaba por parte de la editorial para encabezar una lista de autores que marcarían una época.

En 2009, comenzó la andadura en España de esta intrigante serie. Tras el final de «Invasión Secreta», nos encontramos con esta obra, que se salía un poco de la tónica habitual que se estaba dando en la Marvel en ese momento. Cuando comenzamos a leer, el primer arco se podría considerar un poco lento, respecto de lo que estábamos acostumbrados. Hickman introdujo, ni más ni menos, tres continuaras en ese arco, consiguiendo aumentar las tramas. Cualquiera de ellas abría un camino a Hickman para desarrollar durante meses y meses para llevar a los sesenta números que tenía programados. Lo único que nos pedía a los lectores es paciencia para que el pudiera desarrollar las historia que tenía en su cabeza. Una vez terminó la historia en 2012, Panini Comics dejo su reedición hasta casi diez años después. La edición actual la englobamos en la serie de «Marvel Saga«, con cuatro tomos editados con la obra completa. Quien diría que gracias a una mentira, Nick Furia y un grupo de chavales tendrían la atracción de los lectores que se iniciaban en esta aventura. Si os gustan las historias de espías y queréis una línea de tramas muy interesantes, no podéis perderos estos tebeos.