Más allá del “oficialismo” hay multitud de amenazas en el mundo: zombis, hombres lobo, peligrosas sectas que no dudan en practicar sacrificios humanos, vampiros… fenómenos que no se toman en serio pero que, en caso de darse, las consecuencias pueden ser nefastas. Puede que no sean reales, pero si te cruzas con ellas “acabarás siendo parte de la noticia”.
Alguien tiene que ocuparse de ello. Ese “alguien” es Sidney Hammer, periodista del periódico sensacionalista (por utilizar un término diplomático) “The Sunset”. No solo se ocupa de ello informando a los lectores de su rotativa. También se encarga de combatirlo. Con su destreza y su martillo puede con todo. Ella “martillea lo sobrenatural” mientras va vestida según los patrones “del sueño erótico de los estibadores”. Ella es la protagonista del tebeo que lleva su nombre, que Karras cómics ha editado este verano en el mercado español.
Tras las generosas curvas y la violencia gore de “Sidney” está Alejandro Miguel de Hoyos, también conocido como Massacre (“To Kill the Assasin”, “The Empty Days” y “Happy Days”). Un tipo que no esconde su gusto por las trash movies, el grindhouse, los pulps y la subcultura en general. Una querencia por estos subgéneros que materializa en su sexualizada protagonista y en una propuesta que es puro rock´n roll en su vertiente más recreativa.
Así hay que afrontar esta obra, como un divertimento. Tanto para el autor cuando la acometió, como para el lector cuando se recrea en su lectura. Que de tener banda sonora, inevitablemente sonarían The Cramps, Nashville Pussy o The Killer Barbies. Que parecen salidas de Tromaville y que, a buen seguro, satisfarían a Jesús Franco, Russ Meyer, Lloyd Kaufman o Michael Herz. Porque en estas páginas se respira plenamente cultura basura. Bien asimilada y sintetizada en los parámetros argumentales y estéticos del género. Entretenimiento, en el sentido anglosajón del término (“entertaiment”), que da lo que promete. Ni más ni menos.
Así es lo que descubrimos en las páginas de Sidney Hammer. Cabe destacar que la protagonista no puede esconder mucho. Ni físicamente, por el ajustado uniforme con el que Massacre nos la presenta; ni conceptualmente. Es un personaje arquetípico del genero en que se mueve. Una tipa dura con generosas formas, de actitud resolutiva y métodos contundentes. Y esto no es necesariamente negativo. Esto es lo que se precisa en relatos así: Sydney es la puerta de acceso al mundo delirante que espera en sus aventuras: la América profunda plagada de red necks, el terror de trazo más cafre y muchas dosis de violencia y sangre. Y por supuesto un clon de Elvis. Todo exageradamente absurdo, todo deliciosamente divertido.
Un tebeo que, como no podía ser de otra manera, ya tuvo una vida previa en el mercado estadounidense de la mano de Amigo Comics, donde se publicaron en 2015 y 2016 dos one-shots de 48 páginas. Estos son los que Karras Cómics ha rescatado para la edición española junto a un tercer especial en blanco y negro. Una edición en la que Massacre se acompaña de Dani Seijas al color, una ilustración adicional de Beatriz Gutiérrez y la rotulación de El Torres, que va a hacer las delicias de los aficionados a la cultura basura más cafre. Lo dicho amigos: en estas páginas nos espera puro grindhouse. Y nos gusta y nos divierte. Por ilógico, extremo y bizarro. En definitiva, porque nos proporciona un entretenimiento tan delirante como efectivo. De todo ello hay mucho en lo que nos espera en la edición en rustica de 128 páginas que ha materializado Karras Cómics: Serie B de muchos quilates. Y es que si tienes curvas de vértigo, un buen martillo y determinación ante cualquier amenaza siniestra, ¿qué puede salir mal?