París, a sesenta kilómetros del frente, durante septiembre de 1914. El ambiente está muy alborotado. El choque entre dos seres en medio de la calle sobresalta a uno de ellos. Una pobre muchacha se asusta un poco, y el otro ser prácticamente no se entera del choque. El capitán de la guardia ordena al soldado que se aparte del camino de la muchacha, aunque tiene que gritar para que el soldado zombi le haga caso. Parece que la gran guerra está cerca de la ciudad. En un pequeño pueblo llamado Herbertsville está nuestro protagonista Fletcher Arrowsmith. Durante 1915 llegó al pueblo el Cuerpo Militar Transatlántico preparándose para ir a la guerra. Arrowsmith quiso en ese instante unirse al cuerpo, en el que sus integrantes volaban y utilizaban la magia para luchar. El joven, pensando que viviría grandes emociones, no descubrió hasta más tarde lo que verdaderamente es una guerra.
Así comienza «Arrowsmith«, esta aventura que diseñaron dos grandes del mundo del tebeo. Kurt Busiek y Carlos Pacheco llevaron a término una de las historias más interesantes, mejor contadas y dibujadas de la fantasía bélica. Kurt Busiek posiblemente sea el guionista más prolífico que existe en la actualidad y uno de los escritores con más éxitos en su carrera. En la obra que tenemos entre manos, Busiek desarrolla una historia bélica en principio de lo más clásico posible, pero como suele ocurrir al final, con un añadido que mejora y da otro punto de vista al relato. En nuestro caso introduce la magia durante la primera guerra mundial. Busiek («Astro City», «JLA/Vengadores», Green Lantern, Iron-man, Superman, Batman o «Marvels») nos lleva por un camino mientras el protagonista Fletcher Arrowsmith va creciendo y enfrentándose a todas las vicisitudes que le van sucediendo. Lo bueno que tiene Busiek es que deja libertad creativa a quien ha de trasladar sus guiones a viñetas. Además se apoya en los dibujantes mientras van desarrollando la historia. La creación de personajes o de seres fantásticos son creados entre él y Pacheco con lo que vemos más variedad de personajes y dibujados maravillosamente. A los lápices tenemos al autor español más apreciado y reconocido a nivel internacional como uno de los mejores: Carlos Pacheco (Superman, Linterna Verde, X-men, Capitán América, Siempre Vengadores, JLA/JSA, Vengadores, Aquaman). Arrowsmith puede considerarse como uno de los mejores trabajos de Pacheco, por dar personalidad y gran plasticidad a todos los personajes. Los rostros dibujados por este autor reflejan perfectamente todas las características de esos personajes, por lo que resulta más interesante la lectura. A las tintas le acompaña otro de los grandes nombre de la industria, que no es otro que Jesús Merino (Batman, Superman, Wonder Woman). Merino hace un trabajo espectacular, mejorando (si es que se pudiera mejorar), el trabajo de Pacheco. Esta dupla gráfica se puede considerar como una de las mejores en el mundo del tebeo. Para finalizar, veremos al colorista mexicano Alex Sinclair, muy reconocido por su trabajo en Batman y Astro City, el cual realiza una labor perfecta en toda la obra, aplicando tonos claros y alegres cuando la situación lo requiere, y también tonos oscuros y centelleantes cuando aparecen las viñetas de la guerra.
Esta obra fue editada originalmente en Estados Unidos en una miniserie de seis números durante el año 2003, siendo publicada por WildStorm, editorial independiente hasta que fue comprada por DC comics. Durante 2004 lo editó Planeta de Agostini en formato grapa con una candencia mensual. Hasta 2008 no se volvió a editar por parte de Norma Editorial en un tomo que contenía toda la miniserie completa. Y de nuevo no se volvió a editar hasta años después, de mano de la editorial ECC, con un tomo que añade 8 páginas más que la edición original. Según la noticias que dan los propios autores es posible que estén trabajando en una continuación de la historia que nos ocupa hoy en la web, pero debido al trabajo de ambos autores puede ser que no sea editado en un tiempo cercano. Mientras se lleva a término la secuela, conviene releer esta obra de vez en cuando. Puedes pasar una tarde entera disfrutando tanto de los diálogos de Busiek, como del arte de Pacheco. Cómo ambos desarrollan la vida del personaje y cómo te meten en la historia es tan perfecto que hace que se te haga corto todo el tebeo. Si te gustan las aventuras bélicas y además la fantasía, ésta es una obra que no deberías perderte.