El formato por excelencia del cómic es la grapa. Es un hecho innegable. Si bien su producción decrece. Abandonados los quioscos desde hace tiempo, los cuadernos donde se serializan las aventuras de cabeceras y personajes icónicos cada vez son menos, primando el formato tomo en la mayoría de referencias que regularmente aparecen. Bien sea por cambio de gustos del público mayoritario, bien por una búsqueda de ofrecer un producto que pueda combatir lo efímero de la novedad mensual y resistir el aluvión de referencias mensuales que nacen cada mes lo cierto es que cada vez se publican menos grapas. Incluso en el género de superhéroes, indisociable al formato seriado. Ante ello, cuando aparece una nueva cabecera en este formato, y además ofreciendo material novedoso (en el sentido que no es una adaptación de una serie estadounidense), conviene prestar atención. No solo por la declaración implícita de querencia por un formato, sino por todo lo que implica en cuanto a accesibilidad para ampliar la base de lectores. Unrated Cómics lleva, en estos tiempos en que las grapas han dejado de ser las “niñas mimadas” de las editoriales “grandes”, lanzando sus tebeos en este formato. Una apuesta por acercar su producción a un mayor número de gente posible, pero que también denota un posicionamiento claro sobre el formato por excelencia del noveno arte.
Entre sus últimos lanzamientos (“Freelancers», “Lunita” o “Bárbara la Bárbara”) hoy destacamos una serie limitada de cuatro entregas: “Buffalo Bill y el último Dragón”, obra de Carlos Díaz Correia, Francisco Maldonado y Carmen Díaz Cantero. Un tebeo que nos retrotrae al sentido de la diversión y maravilla que se podía encontrar en muchos de los personajes que habitaron los primeros comic-books y relatos pulps, si bien con un aire desenfadado que no deja de divertir en todo momento.
William Frederick Cody, más conocido como “Bufallo Bill”, es uno de los personajes históricos que protagonizan esta ficción. Correia (“1492: La Toma de Granada” o “1937: La batalla por Badajoz” ) aprovecha lo icónico del personaje para ofrecernos una aventura exótica en parajes lejanos, en la mejor tradición pulp. Así Buffalo Bill partirá a buscar al último dragón, capitaneando una expedición tan pintoresca como atractiva por el corazón de África. Si bien no será el único que buscará al último de estos fantásticos animales mitológicos: Desde Inglaterra Allan Quatermain también partirá para llevarse el alado animal a su país.
Bajo esta premisa es la que parte Diaz Correia para construir un guion que es puro entretenimiento, en el que utiliza con desparpajo personajes célebres, tanto históricos como literarios, e hilvana una historia divertida en la que el contraste de las caracterizaciones de los protagonistas es uno de los puntos fuertes para desatar la carcajada. En lo gráfico, Francisco Maldonado da con el tono exacto para que la historia funcione y divierta, con un acertado trazo que potencia el lado cartoon de su dibujo, dando mayor énfasis a lo que se quiere contar y maximizando el lado cómico de muchos de los pasajes del tebeo. El efectivo color aplicado por Carmen Cantero Díaz realza las composiciones y viñetas de Maldonado, proponiéndonos así en conjunto que este viaje a la fantástica África de 1890 sea un divertido periplo por un comic que desprende oficio.
Esto es lo que nos encontraremos en las cuatro grapas que componen “Bufallo Bill y el último Dragón” editadas por Unrated Cómics: Sólido entretenimiento construido con oficio y que cumple lo que prometen las portadas de estos tebeos. Además de un elenco de personajes que, tras esta primera aventura se han ganado el derecho a protagonizar más, pues la química que desarrollan en estas divertidas páginas invita a seguir desarrollándola en futuras aventuras. De momento podemos decir que hemos disfrutado con esta aventura africana en formato grapa y desde estas líneas celebramos que haya desembarcado en las librerías en este formato.