DC Comics siempre se ha caracterizado por intentar diversificar a sus personajes en diferentes líneas de publicación y por situarlos en distintas tierras y múltiples mundos alternativos. Todas esas diferentes tierras fueron una manera de crear nuevas historias que no tenían que cargar con la temida continuidad a sus espaldas. Pero llegó un momento en el que el lío de estas diferentes tierras fue tal que ni los propios editores y jefazos de la editorial se aclaraban. Así que decidieron hacer borrón y cuenta nueva con la publicación de la mítica Crisis en Tierras Infinitas. Juntaron todas las tierras y los mundos en uno solo y fue un éxito total de crítica y ventas. De todas maneras no perderían el gusto de situar a sus superhéroes en situaciones diferentes y en esos mundos alternativos y crearon una nueva línea que llamarían “Else Worlds” (“Otros Mundos” en España) en la que podríamos ver distintas versiones de los personajes protagonistas de la editorial, a veces cambiando sus formas de actuar y otras incluso cambiando de tiempo y de época. Serían varias miniseries y para realizarlas contarían con una gran lista de autores. Darían el pistoletazo de salida con uno de sus personajes más emblemáticos, Batman, en la emblemática Batman: Gotham a luz de gas creada por Brian Augustyn y  Mike Mignola. Tras ésta, y con el paso de los años, seguirían publicando títulos muy famosos como “Kingdom Come”, “Superman: El Clavo”, “La Edad de Oro”, “Superman: Identidad Secreta”…  La obra que hoy traemos a la web fue otro de esos títulos de la línea Otros Mundos y que se convertiría en una de las mejores historias del protagonista, Superman. Hablamos de “Superman: Hijo Rojo”

“Superman: Hijo Rojo” fue publicada en Estados Unidos en el año 2003 en forma de miniserie de tres números. El guionista elegido sería el escocés Mark Millar (“Kick-Ass”,“Civil War”, “1985” o “The Magic Order”) y contaría con los dibujos y de las tintas de Dave Johnson, Kilian Plunkett, Andrew Robinson y Walden Wong y con el color de Paul Mounts. En España ha sido publicada en muchas ocasiones por parte de Norma Editorial, Planeta o de ECC Cómics. La premisa de la obra es muy original y lleva detrás una intrahistoria muy interesante. Imaginemos a un Mark Millar niño. Sus padres eran de ideología de izquierdas y no faltaban en su casa libros, panfletos e información sobre el comunismo que el joven Millar no tardaría en absorber. En aquella época pensaba que si en Estados Unidos tenían superhéroes que protegían el país, qué clase de superhéroes protegerían esa Unión Soviética de la que tanto leía y oía hablar? Llegaría incluso a escribir, entre clase y clase, un cómic sobre este tema y crearía superhéroes soviéticos. Así que no es de extrañar que cuando ya se había convertido en un afamado guionista, con títulos como “The Authority” o “The Ultimates”, le dieran luz verde para publicar esta nueva versión “roja” de Superman que había comenzado a pensar y escribir en 1995.

Mediados del Siglo XX, Estados Unidos se despierta con la noticia de que su principal enemigo, la Unión Soviética, dispone de un ser súper-poderoso proveniente de otro planeta que amenaza con decantar la balanza a favor de los ruskies en plena guerra fría. Ante tal panorama deciden recurrir a la mente más brillante del planeta, Lex Luthor, para intentar detener al ser extraterrestre. Comenzará entonces una lucha entre fuerza e intelecto, que durará décadas y que tendrá un final incierto e imprevisible….

Esta sería, a grandes rasgos, la premisa de la obra. Entre medias nos encontraremos con un Superman que sólo quiere actuar correctamente y ayudar a las personas y que acabará “forzando” a la población a que acaten sus ideas; una Lois Lane que está casada con Luthor y que siente una gran fascinación por ese ser proveniente de las estrellas; un Luthor que convertirá la destrucción de Superman en su principal objetivo sin importarle nada ni nadie mas y que para ello creará armas y otros seres súper-poderosos; una nueva versión de Batman que, queriendo vengar la muerte de sus padres, se convertirá en el líder de la Resistencia frente al régimen comunista; una Wonder Woman muy joven, que no ha salido de su isla y que acabará embelesada con Superman y apoyándolo en todas sus decisiones….

Millar no cae en los maniqueísmos y los personajes no serán malos súper-malos ni buenos súper-buenos. La obra se convertirá en una oda contra las tiranías y los totalitarismos, en un análisis social sobre el comunismo frente al capitalismo y sobre las políticas exteriores de ambas formas de ver y vivir, nunca mejor dicho, sus vidas. No faltaran los guiños a situaciones reales y a otros personajes de DC. El dibujo de Johnson y Plunkett es muy efectivo y va desde esas ilustraciones de propaganda que tanto se llevaban antaño hasta el estilo más superheróico repleto de acción. Superman: Hijo Rojo es una lectura sorprendente, especialmente recomendada para los amantes del universo DC y del boyscout criado en Kansas, aunque esta vez fuera criado en una granja colectiva de la Unión Soviética.