Bienvenidos a Puentechatarra. Prepararos para emprender una misión que os llevará a las Minas del Olvido, donde lo apocalíptico se dará la mano con lo delirante. Donde los peligros y las sorpresas se hallan a cada paso. Donde en el momento más inesperado puede ocurrir cualquier cosa. Como en el juego de miniaturas apocalíptico que protagoniza el concepto del cómic que traemos hoy a la web: “Punkapocalyptic: The Comic”, de Israel Gutiérrez y Alberto Cimadevilla.
Un juego que se ha hecho un hueco entre los aficionados pero que su primera encarnación fue en viñetas allá por el 2013. Por aquel entonces en las páginas de la revista “Zander Comics” se publicaron de forma serializada una serie de historias cortas con las que este mundo postapocalíptico se empezó a conformar. Aquellos relatos de Israel Gutiérrez y Marco Paraja comenzaron a forjar un concepto que bebía de elementos propios del género, con Mad Max planeando en el ambiente y las esencias de la serie B más gamberra y delirante impregnadas en cada personaje. Un universo deudor del mejor entretenimiento de este género, pero con suficientes elementos para singularizarse, que siguió evolucionando. Así apareció de la mano de Bad Roll Games el juego de miniaturas más macarra de este lado del páramo existencial. Un juego que ya ha conquistado por derecho un hueco entre muchos de los fans de la afición.
El concepto se expande, pero no renuncia a sus orígenes. Así Israel Gutiérrez, esta vez acompañado por Alberto Cimadevilla, retoma el medio de expresión donde nació su criatura para dar otra ración gamberra e irreverente de este universo. “Punkapocalyptic: The Comic”, de la mano de The Rocketman Project, ya es una realidad. Un tebeo que no solo hará las delicias de los que tengan el juego en su casa, sino que sirve a la perfección como introducción a esta distopia delirante y cazurra.
Cualquier aficionado a la serie B más extrema va a encontrar elementos de interés en el relato propuesto. Indudablemente hay guiños a los conocedores del juego, pero también los hay a los clichés del género, introducidos de forma orgánica en la aventura que protagonizará Dan, el nuevo miembro de la banda de Luna Negra.
El blanco y negro con el que se presentan estas páginas viene muy bien para apreciar en toda su extensión el trazo de Alberto Cimadevilla, que ha sido capaz de captar la esencia de este macarra universo en su trabajo. Así como la filosofía de todo lo que envuelve Punkapocalyptic: ese punto intermedio entre lo apocalíptico y lo gamberro y delirante. Reforzando en todo momento tanto lo fantástico de los escenarios como lo humorístico que puede suponer alguna salida de algún personaje.
“Hostia puta, seguro que hay algo chungo detrás nuestro.”
Esto es lo que nos espera en las 80 páginas en formato rústica que ha editado The Rocketman Project: Buen entretenimiento de la serie B más gamberra y macarra, con muchos de los elementos del género, bien condimentados con mala leche y oficio. Un tebeo, en definitiva, que se sostiene por si solo, sin necesidad de conocer el juego previamente para disfrutar de su lectura. Que por la premisa que plantea no está destinado a cambiar la vida de nadie, pero si a divertirle durante el tiempo dedicado a su lectura, que probablemente repetirá en sucesivas ocasiones. Esta es una buena manera sin duda de expandir un universo de ficción entre los juegos y las viñetas: mediante productos solidos que se sostienen por si mismos. Como “Punkapocayptic: The Comic.”