Conforme pasa el tiempo y se ve con perspectiva lo producido por DC Comics en estos últimos años “El renacimiento” del Universo DC propiciado por el one-shot del mismo nombre a cargo de Geoff Johns, Gary Frank y Ethan Van Sciver se antoja una de las mejores ideas que ha habido en la Distinguida Competencia. No solo porque supuso una excelente corrección a aquel despropósito llamado “Nuevos 52” sin tener que recurrir al típico “crossover reset” propio de los universos superheróicos, sino porque fue el primer paso sutil para recuperar personajes y esencias de la editorial. Además de ello, Johns se sirvió en esas páginas para abrir caminos tan inexplorados y atrayentes como peligrosos, pues en su desarrollo se corre el riesgo de no estar a la altura del legado al cual hará referencia. Uno de ellos fue resuelto con éxito, jugando primeramente la baza del cliffhanger espectacular (“La Chapa”) para luego culminar con “El Reloj del Juicio Final”, una propuesta que iba mucho más allá de la interacción de los personajes de Watchmen con el universo DC tradicional para devenir en un homenaje en toda regla al género y al primer superhéroe de todos.
Otro de los cabos sueltos del “Rebirth” sembrados por Johns fue la existencia de tres Jokers en el mismo momento de tiempo. Tres encarnaciones del principal villano de Batman que convivían en la actualidad: el payaso del crimen de la Golden y Silver Age, el demente que preparó la broma definitiva en la genial “Broma Asesina” de Alan Moore y Brian Bolland y aquel psicópata que fue capaz de matar al segundo Robin, Jason Todd, en “Una Muerte en la Familia”, de Jim Starlin y Jim Aparo. Todos ellos están en “Batman Three Jokers”, una serie de tres entregas en formato prestigio bajo el sello DC Black Label que por fin, tras un retraso de dos meses motivado por la coyuntura sanitaria mundial, ha llegado su primera entrega a las estanterías de lengua inglesa.
Si en “El Reloj del Juicio Final”, Johns y Gary Frank jugaron con la nostalgia y el homenaje al clásico de Alan Moore y Dave Gibbons, en “Three Jokers” juegan la misma baza, en este caso referenciando el punto de partida a “La Broma Asesina”. Tanto el formato como el tono y las composiciones de página son deudores del quizá mayor clásico del Joker. Si bien, como en todo lo que hace el guionista de Detroit, no solo se queda en el homenaje, sino que nos lleva un paso más allá: Frente a los tres payasos del crimen tendremos a tres de los personajes que más han sufrido sus bromas a lo largo de los años. Junto a Batman estarán dos de las víctimas más icónicas del currículum del bromista más psicópata del Universo DC: Barbara Gordon (BatGirl) y Jason Todd (Capucha Roja, anteriormente el segundo Robin). Ellos tres serán los encargados de resolver este misterio, con las secuelas emocionales que llevan a cuestas, pues las “bromas” de este villano son de las que dejan huella psicológica y emocional.
Así comienza esta primera entrega, con un acertado tono y ritmo en el que el arte de Jason Fabok brilla en páginas plagadas de referencias a muchos de los hitos de la historia de Batman. Un trazo y definición que potencia la propuesta argumental, maximizando la intensidad emocional que pueblan algunas de las viñetas. El color de Brad Anderson refuerza la sensación agobiante y oscura que impera a lo largo de las 54 páginas del tebeo. No podía ser de otra forma: los protagonistas han de enfrentarse no solo a uno de los villanos más peligrosos que han poblado Gotham, sino que deberán combatir miedos y traumas previos. Se intuye que esta aventura no será una experiencia fácil para Batman y sus aliados…
Con todo y con eso, podemos afirmar que “Batman Three Jokers” comienza con paso firme y contundente en su primer número. Poniendo el listón alto e incrementando la expectación para los dos números restantes, con otro de los cliffhangers impactantes marca de casa a los que nos tiene acostumbrados Geoff Johns. El camino iniciado sin duda parece de los llamados a ser clásico en un futuro. Ello dependerá de las proporciones de homenajes y fresca creatividad que se combinen en el resto de entregas. De momento, la mezcla es satisfactoria.
“Espero que éste sea el correcto”
(Jason Todd)