Julio de 1936. Todo estaba planificado para intentar subvertir el estado de las cosas. Las últimas elecciones habían otorgado el poder de la nación a los partidos de izquierda y una gran parte de la España conservadora no veía con buenos ojos el resultado legítimo de las urnas. La crispación crecía por ambos extremos y la república vivía días convulsos. Pero lo peor estaba por llegar.
La estrategia era, a priori, una operación militar rápida y efectiva: Entre el 17 y 18 de julio, tropas del ejército comandadas por militares conservadores debían apoderarse de los centros de poder repartidos por el territorio español. El golpe de estado estaría apoyado además por grupos civiles desde el centro a la derecha más extrema. Así se planificaron los movimientos para que “el 17 a las 17” comenzara la sublevación en el protectorado africano y el 18 continuara en la península. Pero no fue tan rápido: quedaban militares leales al Estado que habían guardado fidelidad y, por supuesto, parte de la ciudadanía que respondió ante el golpe de estado conservador. Así comenzó la guerra civil española. Una tragedia fratricida a todas luces que desembocó en cuarenta años de dictadura que, a día de hoy, se entiende como una de las principales causas explicativas del retraso estructural económico que a día de hoy sigue arrastrando la economía española en comparación con el resto de economías occidentales.
Así empezó el que quizá es el hecho histórico más definitorio del siglo XX español. Un hecho que en el superheróico Universo 36 de Carmona en Viñetas no podían dejar pasar por alto. Pues en esta cosmogonía metahumana, creada por Rafael Jiménez, la premisa de partida es combinar los hechos históricos con la épica de los superhéroes. No es de extrañar que se dedicara un título a narrar el comienzo del conflicto. Y ese título es el que trataremos hoy: “1936 El Alzamiento”, de Javier Mora y Gonzalo Conradi.
Javier Mora centra el relato en el complot llevado a cabo por los generales africanistas en el comienzo de la sublevación, centrándose fundamentalmente en los movimientos acaecidos en Melilla, poniendo de relieve lo conflictivos que resultaron esos años en el protectorado español. Todo sazonado con los metahumanos que pueblan este peculiar universo, conocidos como “los especiales”, que militan en los dos bandos que comienzan a fraguarse en estas páginas.
Mención aparte merece el arte de Gonzalo Conradi, que nos propone páginas con un original planeamiento de trazo y color que resulta original, desprendiendo frescura y conjugando, en función de las necesidades de la historia, la tensión previa al conflicto o el horror de los primeros enfrentamientos.
La primera grapa de “1936 El Alzamiento”, en definitiva, responde plenamente a lo largo de sus 32 páginas del concepto del Universo 36, mezclando hábilmente el género superheróico con los hechos históricos. Unos hechos que, a día de hoy, conviene poner en la memoria para no ser presa de intereses políticos y mediocres de toda índole, que buscan avivar fuegos y vísceras de enfrentamientos, en lugar de buscar acuerdos y consensos para avanzar. Por ello tebeos como este se nos antojan necesarios, tanto por la parte lúdica como por la pedagógica, que pueden servir como acicate para la reflexión y la comprensión de nuestro pasado reciente. Quizá la mejor arma para no repetir los errores cometidos en el pasado como sociedad.