No es fácil el instituto y más si eres una superheroína. Combatir a las villanas y la puntualidad en la asistencia a las clases puede por momentos no ser compatible. Eso lo saben las protagonistas de DC Superhero Girls, la fresca serie de televisión infantil que, al igual que “Teen Titans Go!”, ha revitalizado el interés de la chavalada por el universo DC. Una apuesta por ampliar la base de lectores con estas versiones desenfadadas televisivas. Una acertada estrategia para cimentar la base de público objetivo y ampliar la cantera de lectores potenciales, empezando por atraer a los más peques con propuestas dirigidas a ellos: Historias frescas y divertidas que si bien nacen para ver en pantalla, son el reclamo perfecto para que busquen más aventuras en viñetas. Para ello nada mejor que cómics que mantengan el estilo televisivo y sirven de pasaporte perfecto para adentrarse en la lectura. Sirva de ejemplo el tebeo que trataremos hoy: “DC Superhero Girls en Metrópolis High”, de Amy Wolfram, Yancey Labat y Monica Kubina.
Amy Wolfram (Teen Titans Go!, Scooby-Doo o Stuart Little) domina el material de entretenimiento infantil. Una vez más, hace gala de oficio y ofrece un guion donde Supergirl, Wonder Woman, Batgirl, Green Lantern, Zatana y Bumblebe tendrán que enfrentarse a un reto al cual no están preparadas, por muchas superhabilidades que tengan. Y es que encontrar actividades extraescolares que les encajen se va a revelar como el mayor desafío para nuestras protagonistas. Para colmo, Lena, la hermana de Lex Luthor tiene algo que decir al respecto.
Unos ingredientes habituales en esta cabecera, familiares para sus fans, que servidos por Wolfram se convierten en un solvente tebeo infantil, donde planean cuestiones como la autoconfianza, el respeto a los demás y el valor de la amistad mientras que los gags humorísticos no dejan de aparecer a lo largo de las viñetas. En la parte artística, Yancey Labat (“How many Jelly beans?”)se encarga de trasladar el estilo naif de la serie a las viñetas con una narración gráfica solvente que maximiza los momentos humorísticos del guion de Wolfram. El color de Monica Kubina, en la misma sintonía que lo ofrecido en televisión, refuerza el conjunto y denota la apuesta general de DC Comics por reforzar la línea editorial de “DC Kids”, destinada a su target más joven.
Cierto es que esta obra nace al calor del eco mediático televisivo pero no por ello DC ha rebajado la exigencia editorial de lo que oferta. Estamos ante un producto que adquiere razón de ser propia. Un acierto en toda regla, pues es la mejor manera para que quien se acerque atraído por la serie se sumerja en un relato sólido y descubra el placer de la lectura. La edición en castellano a cargo de Editorial Hidra, de 132 páginas en formato flexibook y con una actractiva relación calidad precio, convierte este tebeo en un candidato perfecto para las primeras lecturas de los más peques de la casa. De esta manera estos “días de instituto” se pueden convertir en las jornadas para descubrir el placer de la lectura.