Una de las sorpresas en cuanto a cómics nacionales en lo que llevamos de 2019 ha sido, sin duda, “Objetivo Hedy Lamarr”, un gran tebeo de acción y espionaje con un personaje histórico como protagonista: la actriz e investigadora Hedy Lamarr. Una lectura que nos cautivó y que nos puso tras la pista de sus autores para saber más de cómo se ha gestado esta obra, donde tanto argumento como propuesta gráfica merecen ser objeto de atención por cualquier aficionado al noveno arte. Así pues, nos pusimos en contacto con Ricardo Vilbor, Ángel Muñoz y Abel Pajares, guionista, dibujante y colorista respectivamente, y con Yolanda Dib, responsable de Marketing y Comunicación de Grafito Editorial, para indagar sobre el proceso de creación que se esconde tras las viñetas de este tebeo.

En primer lugar, creo que la idea original de hacer este tebeo surge de Yolanda Dib, Directora de Marketing y Comunicación de Grafito. Así que, Yolanda: ¿Puedes explicarnos como se te ocurrió la idea de rescatar una figura tan relevante del siglo XX para que protagonizase un cómic de espionaje y acción?
Yolanda Dib: Fue mi socio, Guillermo Morales, quien me pasó el enlace de una noticia que le pareció curiosa y quiso compartir conmigo. En ella hablaban de la apasionante vida de Hedy Lamarr. Al ver una historia tan sorprendente y que me resultaba completamente desconocida (había visto «Sansón y Dalila» pero eso era lo único por lo que conocía a la actriz) decidí cerciorarme y empecé a buscar información.
Me pareció una injusticia histórica el desconocimiento de su trabajo por parte del público en general. La aportación a la tecnología de una mujer tan brillante y que no contó con las facilidades de acceso a la formación o la universidad que yo he disfrutado.
Y ojo, no digo que ser una estrella de Hollywood o ser considerada una de las mujeres más bellas del mundo no fuera ya suficiente para pasar a la posteridad. Pero si sumamos el resto de facetas y logros de Hedwig Eva Maria Kiesler – nombre real de Hedy Lamarr – descubriremos a una mujer sobresaliente a quien Grafito Editorial hemos querido rendir nuestro pequeño homenaje con una historia entretenida de espionaje en la que, de forma amena, descubrimos a una mujer a la que espero ya nadie olvide.
Teniendo la idea inicial ¿Cómo se forma el equipo artístico que va a desarrollar la historia?
Ricardo Vilbor: Grafito tenía una idea y necesitaba un equipo que la desarrollase. Yolanda me habló de Hedy en el Salón del Cómic de Zaragoza y la figura de la actriz e inventora me atrapó de inmediato, así que le pasé una propuesta de guion, le gustó y aquí estamos.
Ángel Muñoz: Yo coincidí en una exposición con Yolanda y Guillermo. Allí me propusieron dibujar la historia, porque previamente habían visto trabajos míos y les encajó mi estilo.
Ábel Pajares: En mi caso, me incorporé con posterioridad al proyecto, tras seleccionarme la editorial para esta obra.
Tras leer y disfrutar el tebeo, vemos que es un gran relato de acción en el cual se aprecia una capacidad de síntesis en el guion para mostrarnos quien es Lamarr y una combinación de realidad y ficción para hacer la historia tan atrayente. Ricardo, ¿cómo afrontaste y desarrollaste la elaboración del guion?
Ricardo: Partía de unas líneas maestras que me dieron Yolanda y Guillermo. Ellos tenían claro que querían un cómic de espías en que quedase clara la faceta de inventora de Lamarr. Con todo eso en mente, traté de diseñar una historia trepidante que se leyese de forma ágil y que dejase en el lector ganas de saber más sobre Hedy.

En cuanto a la propuesta estética y gráfica del tebeo, la Hedy Lamarr del cómic es plenamente reconocible con el personaje histórico. Ángel, ¿Costó mucho dar con la Lamarr de las viñetas?
Ángel: Dibujarla fue una tarea complicada. En la mayor parte de fotografías podemos verla seria (o melancólica), raramente sonríe, y de repente hemos de crearle expresiones exageradas: enfadada, alegre, pensativa… Y además, ¡era extraordinariamente atractiva! Hacerle justicia a una mujer que debes dibujar veinte, treinta o cuarenta veces es agotador.
Finalmente fue más práctico quedarme con la esencia para que el parecido fuera razonable, y «reinventar» el personaje desde cero para que la producción fuera más dinámica.
Otro de los aspectos que nos gusta resaltar del tebeo es el color utilizado por Abel, que nos parece fresco pero a la vez nos remite a una época histórica determinada. Entendemos que hay una intencionalidad por parte del colorista para obtener ese resultado, ¿no?
Abel: Si, mea culpa.
Otro de los aspectos que creemos capital en este cómic es la documentación previa a todos los niveles. Fundamentalmente ¿en qué os basasteis para que el resultado de esta sensación de veracidad?
Ricardo: Leí muchísimo sobre ella. Desde “Ecstasy and me” (esa biografía no autorizada que ella tanto despreciaba y a cuyos autores, Leo Guild y Cy Rice, denunció) hasta los estupendos “Hedy’s Folly”, de Richard Rhodes y “Beautiful: The Life of Hedy Lamarr”, de Stephen Michael Shearer, pasando por las memorias del hijo de George Antheil, entrevistas con el hijo de Lamarr, vídeos, películas, documentales como “Bombshell: The life of Hedy Lamarr”…
Ángel: La documentación que más necesitaba ya me la proporcionó Ricardo Vilbor en el guión. Determinados modelos de coches, escenarios, o artefactos, entre otras cosas. Para el resto, cosas muy concretas que «escapaban» al guión, echaba mano de internet o películas.
Abel: Tengo que decir que en muchas ocasiones iba a ciegas porque los escenarios que había dibujado Ángel son platós de películas en blanco y negro, y en otros coloreaba y decidía en el último momento cambiarlo a tonos grises porque se trataba de un flashback y los tenía que diferenciar de lo que sucedía en el presente.
Hay un momento en el que salen unos nazis de alto rango y buscando los uniformes para saber el color me volví loco por que no los encontraba. Al final le pregunté a Ángel de donde eran esos uniformes nazis y me dijo que eran uniformes fascistas italianos. Después de colorearlos basándome en los uniformes reales, acabaron en blanco y negro porque se trataba de un flashback. (Risas)
La figura de Hedy Lamarr a nosotros nos parece un buen exponente de la evolución del siglo XX, una mujer poliédrica que logró romper barreras y tabúes en campos tan alejados entre sí como la interpretación y la investigación científica. ¿Consideráis que es una figura a reivindicar como modelo de que cualquier ser humano puede avanzar en cualquier campo a pesar de prejuicios y barreras conservadoras?
Ángel y Abel : Por supuesto. A los hechos nos remitimos.
Ricardo: Sí. Lo mejor de Hedy es que nunca se puso límites, sino que fueron otros los que trataron de imponérselos y, a pesar de ello, logró destacar en todo lo que emprendió. Eso es algo que se debe transmitir y reivindicar siempre.
Además del entretenimiento que proporciona una historia original como esta, nosotros vemos este cómic como una oportunidad de mostrar de forma indirecta la investigación científica como motor de avance de la sociedad ¿consideráis que este tebeo puede tener finalidad didáctica para que alguien se pueda interesar por la investigación científica?
Abel: Si, yo sobre todo pienso en la chavalada.
Ricardo: Este tebeo no busca tanto enseñar como divulgar. La finalidad no es pedagógica, no es su función. Nuestra intención no es solo la de dar a conocer a Hedy, sino fijarla en el imaginario colectivo. Esto, que puede sonar trivial, a la larga es lo que da notoriedad a ciertas figuras: el hecho de que conviertas en un personaje de ficción a uno histórico lo hace eterno, universal y despierta el interés sobre ellas. Fíjate, por ejemplo, en el cardenal Richelieu y lo que hizo con él Dumas.
Ángel: Claro. Recordemos que, tal como enfocó Grafito este proyecto, cumple su función perfectamente porque te ofrece un «gancho» brutal: Es una historia de aventuras y acción, basado en un personaje real. Te mantiene pegado pero al final te deja ir con esa sensación de querer saber más, y te «obliga» a investigar por tu cuenta. A que seas tú el que tome la iniciativa por conocer. Ese es el mérito.
Si se hubieran limitado a contar su biografía, además de hacer lo mismo que otros libros, no creo que hubiera despertado el mismo interés. No es lo que cuentan sino cómo lo cuentan. Mi interés por la Historia nació viendo «Las aventuras del joven Indiana Jones», por ejemplo. Y eso se puede aplicar a la ciencia.
El cómic tiene un sabor a álbum europeo desde la primera página y desde nuestra opinión es una historia con vocación internacional. Así que, ¿Esta previsto que “Objetivo Hedy Lamarr” cruce nuestras fronteras?
Abel: Y el espacio si hace falta (Risas).
Ricardo: Sí, Grafito siempre trata de vender sus obras fuera. Creo que este cómic encaja tanto en el mercado franco-belga como en el americano y sería estupendo que lo leyesen por esos lares.
Ángel: A mí me haría mucha ilusión, desde luego.
Ricardo, revisando tus obras podemos ver Fantasía medieval en “Carroñero”, comedia berlanguiana en “Chorizos: atraco a la Española”, revisión de un clásico en “La Vida es sueño”… Tu carrera se mueve por todo tipo de géneros ¿Tienes alguno predilecto o te gusta experimentar con los elementos de cada uno?”
Ricardo: No lo había pensado nunca, la verdad, pero es cierto que mis obras no parecen tener mucho que ver. No suelo pensar en géneros, sino en historias que me gustaría contar. Los géneros son un vehículo para hablar sobre según qué temas sobre la base de algo conocido por el lector. No hay nada, pues, como mezclarlos y disfrutar. De hecho, si me preguntas a mí, te diré que Carroñero es un western crepuscular, no un cómic de fantasía medieval…
Viendo en perspectiva tus anteriores trabajos (“Solo los muertos no hablan” o “Rapide!”) podríamos concluir, Ángel, que eres uno de los artistas que aún mantiene el estilo de “línea clara valenciana”. También se aprecia en Hedy Lamarr una simplificación en el trazo donde menos es más y las viñetas tienen mucha más fuerza. ¿Es una evolución meditada en tu manera de contar a través de las viñetas?
Ángel: Si. Ese estilo de «línea clara valenciana» es el estilo en el que más cómodo me siento, en el que espero seguir durante mucho tiempo, y es una escuela de la que me gustaría seguir aprendiendo. Creo que es de las pocas cosas que más claras tenía.

Suponemos que la forma de trabajar en “Objetivo Hedy Lamarr” será mucho más orgánica y fluida que colorear para el mercado estadounidense. Abel, tu que has trabajado para ambos mercados ¿Son reales esas diferencias a la hora de trabajar?
Abel: En mi experiencia es igual. Lo único que lo diferencia son las fechas de entrega. Puede parecer que el mercado estadounidense, al tratarse de una cadena de montaje, parezca “frío” pero tanto aquí como allí todo se resume en máximo de calidad que puedes dar antes de vencerte la fecha de entrega.
Después de cerrar un proyecto tan redondo como Objetivo Hedy Lamarr, ¿cuales son vuestros siguientes proyectos?
Abel: Aún es pronto para decir, pero algo se avecina.
Ángel: A mí me gustaría retomar un proyecto que tenía aparcado hace un tiempo. Una historia ambientada en la Inglaterra de los años cincuenta.
Ricardo: Se acaba de publicar en Francia “Le vieil homme et les narcos”, mi primera obra para el mercado franco-belga, dibujada por el gran Max Vento. A ver si alguna editorial española se anima y lo vemos publicado en España próximamente. También estoy trabajando en otro proyecto con ese fenómeno que es Vicente Montalbà, pero no tiene editorial aún.
Y con los proyectos futuros en el horizonte finalizamos la entrevista agradeciendo a la directiva de la editorial y a los tres autores de “Objetivo Hedy Lamarr” el tiempo que nos han concedido en esta charla, donde hemos podido indagar en los entresijos de esta original obra editada por Grafito Editorial. Sin duda, uno de los tebeos a tener en cuenta en este año.