
“La Espada Rota” supuso, además de una saludable y contundente frescura en lo referente a material de nueva creación relacionado por Conan, un auténtico reguero de guiños a la creación de Robert E. Howard. Baste para comprobarlo leer el cómic antes citado o su continuación (“El rey caído«) o “Yara”, su primer spin-off. Estos tres volúmenes daban la justa dimensión de la saga de “The Barbarian King”, una aventura que sacaba del lugar de confort a Conan para llevarlo a campos menos trillados. Un acertado salto sin red donde no se renuncia en ningún momento a la esencia de lo que supone el universo del cimmerio.
En el mismo sentido se puede englobar el siguiente spin-off de la saga “Salomé”, donde Barbara Giorgi, Nicolò Tofanelli y Angelo Razzano se adentran en explicarnos que ocurrió con una de las secundarias destacadas de la primera y segunda entrega antes de esta saga. Nos referimos a la antaño antagonista de Conan en uno de los clásicos relatos de Howard, “Nacerá una bruja” (“A Witch Shall be Born”), escrito y publicado en “Weird Tales” allá por 1934.

La otrora impostora que ocupó el reino de Khauran tiene un relato a sus espaldas. El que le lleva desde las páginas escritas por Howard a su aparición en “La espada rota”. Y de ello se ha encargado Barbara Giorgi, en un viaje (literal) de ida y vuelta de los infiernos. Con un contundente comienzo que absorbe en su lectura, Giorgi nos mete de lleno en esta demoniaca odisea.
A los lápices y tinta, Nicolò Tofanelli se encarga de efectivas viñetas que nos llevan del infierno a la tierra, con un robusto empaque que refuerza el tono de “Espada y Brujería” que precisa un relato como este, donde, por razones obvias al tratarse la protagonista de una bruja, hay más horror que épica. También un erotismo soterrado, propio de los relatos pulp de la época de Howard, es modernizado en estas páginas. Pero ante todo, el adjetivo que planea por todo el cómic es “salvaje”.

Un camino, pintado con oficio por Angelo Razzano, que curiosamente aleja a Salomé hacia terrenos inexplorados, donde Howard nunca la imaginó, haciéndola evolucionar en dirección al personaje que nos encontramos en “La espada rota”. Con varias licencias, eso sí. Pero, en definitiva, “Salomé” es un relato que funciona por sí mimo, también cumpliendo con la evidente función de rotundo corolario de su saga madre.
Al igual que la original italiana, la edición en castellano, está a cargo de Leviathan Labs, que nos presenta este relato en volumen unitario en rústica de 112 páginas, en una edición llevada a cabo por José Luis Vidal y en formato TPB. Sin duda, este cómic supone un buen paso adelante, tanto para la saga del Conan Transalpino como para la editorial italiana en su andadura en castellano. Sirva de ejemplo la potente portada del cómic, a cargo de Luca Panciroli, que sintetiza perfectamente las dosis de “Espada y Brujería” que contienen las entrañas de “Salomé”. Disfrútenla, ¡por Crom!
