Más allá de la alargada sombra de Batman y de la resonancia mediática que conlleva trabajar con el Caballero Oscuro, Scott Snyder ha demostrado con creces las altas dosis creatividad y entretenimiento que portan sus guiones. Suelen ser proyectos más personales, casi siempre relacionados con el terror (“American Vampire” o “Whytches”), o en menor medida, la ciencia ficción (“Undiscovered Country”) y la ficción histórica (la premiada “Barnstormers” junto a Tula Lotay). Trabajos que demuestran la habilidad del guionista para presentar propuestas efectivas, donde los lugares comunes de los géneros trabajados conviven con acertados elementos de frescura. Resultando de todo ello certeros “blockbusters” en viñetas, que dan con creces lo que ofrecen desde la portada.

Más allá de lo superheroico quizá esté el Snyder más interesante, el más personal. Que no inventa la rueda ni lo ha pretendido nunca, pero proporciona buen “entertaiment” de calidad. Sabiéndose rodear además de excelentes socios gráficos para potenciar las dimensiones de cada una de sus propuestas. Como ejemplo podríamos citar “Clear”, estrenado en castellano este año por Norma, un gran tebeo donde Francis Manapul brilla en cada una de sus páginas. En un sentido análogo se encuentra la obra que hoy nos ocupa: “Tenemos Demonios” («We Have Demons”): un relato en el que Greg Capullo se revela como el candidato ideal para dibujarlo, junto a las tintas de Jonathan Glapion y el color de Dave McCaig.

Snyder y Capullo ya formaron tándem con Batman y, sin duda, hicieron historia en una etapa tan celebrada por muchos como criticada por otros, por donde llevaron a Bruce Wayne y al resto de secundarios de universo del vigilante de Gotham. Con independencia de gustos o afinidades argumentales, lo único cierto es que consiguieron mantener mes tras mes el interés sobre personaje y cabecera, con la sensación de que podría pasar cualquier cosa con el mayor icono de DC comics. Y eso, ciertamente, ya es meritorio de por sí.

Más allá de lo argumental, el lápiz de Capullo quedó definitivamente consagrado en su etapa en Batman. Con anterioridad, su Spawn llegó a ser tan icónico como el del propio Todd McFarlane, dejando una huella gráfica personal en sus viñetas. Y es que Greg Capullo es, quizá, de todos los dibujantes que surgieron tras el efecto “Image” de comienzos de los años ´90 el que mejor recorrido ha llevado y en mejor estado de forma se encuentra. Una trayectoria en la que, partiendo de unos códigos estéticos y gráficos propios de la última década del siglo XX, no solo los ha conservado, sino que los ha pulido con un lápiz generoso en cuanto a detalles y líneas. Hecho que, paradójicamente, no resta agilidad a su narrativa gráfica, siempre resolutiva al servicio de lo que cuenta.

Muestras de ello hay, en eficaces dosis, en “Tenemos Demonios”, con un Capullo desatado dando lo mejor de sí en este blockbuster ideado por Snyder. Así se nos va a presentar en el relato Lam Cullen, la protagonista. De una forma más que efectiva, de esas que ya haces que no sueltes la obra hasta llegar al final. El descubrimiento de un legado y la toma de conciencia van a estar presentes, del mismo modo que la acción y el terror en una aventura sin más propósito que entretener con oficio y espectacularidad.

El título de la obra nos parece el más exacto posible: demonios es lo que tiene el tebeo. Tanto de forma explícita como implícita. La eterna lucha del bien y el mal como contexto va a servir para hablar de la fe, la que se pierde y la que se encuentra. En un camino de la heroína protagonista donde nos deparan golpes de efecto plagados de oficio. Sazonados con irreverencia, ingenio o humor para que, este viaje, quizá ya transitado, sea gozosamente divertido cuando se recorra.

Es, conceptualmente, “Tenemos Demonios” pura serie B gamberra, pero de notable factura mainstream. Por el detallista y espectacular lápiz de Capullo, embellecido con oficio por las tintas de Glapion y potenciado con el color de McCaig. El resultado: un divertido blockbuster en viñetas, entre lo fantástico, lo violento y lo ingenioso

Secuenciado en nueve actos, originalmente se publicó en ingles en tres grapas, con edición en digital en Comixology y en formato físico con Dark Horse. Ahora la obra de Best Jacket Press irrumpe en castellano, de la mano de Norma ,en una cuidada edición en cartoné con traducción de Albert Agut. 144 páginas donde, además de la obra completa, nos esperan en los extras deliciosas páginas para ver la evolución desde el lápiz de Capullo, pasando por la tinta de Glapion y el color final de McCaig; así como la reproducción de todas las portadas de la edición en grapa estadounidenses, principales y variantes, firmadas tanto por el equipo gráfico de la serie como por Jock, Dan Panosian, Tony S. Daniel con Marcelo Maiolo, Tula Lotay, Rafael Alburquerque, Francis Manapul, Ariela Kristantina con Sarah Stern, Jamal Igle, Peach Momoko y Francesco Francavilla. En consecuencia, “Tenemos Demonios” no alberga ninguna pretensión profunda en su propuesta, solo divertir de la mejor manera a quien lo lea. Y las altas dosis de entretenimiento, fantasía, humor, terror y violencia que aquí aguardan lo consiguen de forma espectacularmente efectiva.

Como decían The Rolling Stones, «solo es rock´n roll«.

Del bueno.

Y nos gusta.