Si Jordi Lafebre ya conquistó su hueco en el mercado francés como excelente narrador gráfico con “Los Buenos Veranos” y “La Mondaine”, con “La Carta Blanca” dio un paso ascendente para revelarse como el solvente autor completo que va consolidando su carrera. En ese sentido, su última obra “Yo soy su silencio”, (“Je suis leur silence: Un polar à Barcelone”), recién editada por Norma lo corrobora y confirma. Pues este es un trabajo plagado de aciertos y recursos al servicio de una solvente trama de la que no te despegas hasta acabar el álbum.

Mérito de ello es el punto de partida: Eva, la protagonista. Una psiquiatra con ciertos trastornos, la cual va a ser requerida por una paciente para que le acompañe, en calidad de asesora, a la lectura en vida del testamento de su abuela. Ni corta ni perezosa, y habiéndose documentado los temas de sucesiones previamente, va a acceder al requerimiento de su paciente. Así es Eva, decidida y resolutiva. Tan capaz de sumergirse en temas legales como de escuchar voces en su cabeza (personificadas en mujeres de su familia). Tan resolutiva como para intentar descifrar cualquier reto y enigma que se le ponga por delante, aunque sea un posible intento de asesinato. Del cual, por cierto, va a ser una de las principales sospechosas.

De la estructura clásica del “whodunnit” parte este tebeo para crecer en algo más ambicioso y potente, plagado de frescura, pues Lafebre, que, si bien utiliza algunos de los códigos y elementos de este subgénero, los combina con diversos temas y recursos de forma frescamente certera. Empezando por la caracterización de Eva, autentico catalizador para que el tebeo funcione como un preciso reloj. Pues esta es la piedra angular de “Soy su silencio”, protagonista y narradora, a través de ella nos sumergimos en el misterio que se ha propuesto desvelar.

El contexto que se desarrolla fluidamente la historia es otro aditivo componente del buen gusto que deja la lectura del cómic. Un contexto que se bifurca entre lo clásico y lo fresco. Por la parte propia del “whodunnit” tenemos la familia Monturós, propietaria de la empresa familiar que ha producido y vendido cava durante generaciones. Es la familia donde su matriarca va la leer su testamento. Ese que Eva ha de asistir como acompañante de su paciente. Ni que decir tiene que la estancia no será tan apacible como se preveía y habrá un asesinato que resolver…

Todo eso nos lleva, como una buena terapia psiquiátrica, a reconstruir vivencias y hechos a través de la protagonista. Entre sospechosos, y una visita a la terapia que lleva a cabo Eva, veremos como se va erigiendo este thriller de fresca factura. Combinando una sumersión total en una Barcelona , plenamente bella y reconocible, con unas gotas de humor que potencian el desarrollo. De fondo, dos elementos contextuales frescos se añaden a la combinación. Por un lado, las cuestiones relativas a las enfermedades mentales, tratadas con una credibilidad muy natural. Por otro, de forma más sutil, pero sin duda efectivas y capitales en el resultado final, algunas referencias a la mitología clásica que dotan de mayor empaque a lo narrado.

La precisa secuenciación de viñetas, con un acertado ritmo excelentemente trazado por Lafebre hace el resto para meter de lleno en el relato a quien se acerque a estas páginas, con páginas que invitan a avanzar. “Yo soy su silencio” trasciende así el género en el que se ubica para servir como constatación del creativo saber hacer de Labefre.

Mención aparte está el acertado color utilizado, donde Lafebre ha contado con las bases de color realizadas por Clémence Sapin, Bruno Tatti, Laëtitia Ferouelle, Angelina Rodrigues y Romain Rosiau. Un color que nos llevá de lleno al clima mediterráneo barcelonés, que ilumina cada página y que potencia todas y cada una de las viñetas. Un elemento capital para el resultado final, sin duda.

En el título se indica la palabra “silencio”. Sin embargo, en estas páginas discurren dos personales melodías, muy adictivas: la que entona el sutil y efectivo trazo Lafebre en su narrativa gráfica; y la que construye la trama página a página. Ambas melodías entroncan en una, la que nace de la creatividad del autor que la ha plasmado en esta obra, ya seleccionada por la crítica francesa entre los títulos finalistas en el último premio de la ACBD del Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême. Igualmente quedó seleccionada entre las mejores obras de género negro en el mismo festival, consiguiendo el premio que otorgan las librerías francesas. Norma Editorial la acaba de estrenar en castellano y catalán en una cuidada edición de 112 páginas en formato cartoné. Aun siendo febrero y quedando mucho año por delante, “Soy su silencio” será uno de los cómics que va a dar mucho que hablar este 2024 a este lado de los pirineos. Es lo que tiene haber hecho un tebeo “Brut nature”, con buenas cepas creativas y sin aditivos.