Astérix en Bretaña: ¡Aúpa Camulodunum!

En el corazón de la colección de historietas de los famosos galos rebosa una combinación única de ingenio, humor y sátira que ha conquistado los corazones de lectores de todas las edades y nacionalidades. En este sentido, «Astérix en Bretaña» (“Astérix chez les Bretons”) emerge como uno de los episodios más memorables y queridos de la saga. Desde su publicación inicial (primero seriada en «Pilote» en 1965, y luego en formato álbum en 1966), este cómic ha encantado a generaciones con su narrativa vibrante, sus personajes entrañables y su ingeniosa exploración de temas culturales y políticos. Hoy nos sumergiremos en las brumosas tierras bretonas y acompañaremos a Asterix y Obelix en una aventura épica llena de humor, peligro y camaradería.

Para comprender plenamente el contexto de «Asterix en Bretaña», es crucial tener en cuenta la Francia de la década de 1960. Este período estuvo marcado por una profunda transformación social y política, así como por un renacimiento en la industria del cómic francés. René Goscinny y Albert Uderzo se encontraban en el epicentro de esta efervescencia creativa, y este tebeo refleja perfectamente las inquietudes y aspiraciones de la época. La serie de Astérix siempre se ha destacado por su habilidad para combinar la comedia con la sátira social y política. Goscinny y Uderzo exploran las tensiones entre las diferentes regiones de Francia y también los contrastes culturales con otras naciones. Como es el caso de éste comic y la vecina Inglaterra,

El viaje de Astérix y Obélix hacia Bretaña no es sencillo. Desde el momento en que parten de su aldea, se encuentran con una serie de desafíos y encuentros cómicos. En el camino, se enfrentan a las trampas y a la astucia de los romanos, quienes intentan detenerlos y sabotear su misión. Sin embargo, la ingeniosidad de Astérix y la fuerza bruta de Obélix les permiten superar todos los obstáculos que se interponen en su camino. Durante su travesía, los protagonistas también tienen la oportunidad de interactuar con una amplia variedad de personajes, cada uno con su propia personalidad y peculiaridades. Desde los campesinos bretones hasta los malvados piratas, cada encuentro contribuye al desarrollo de la trama y añade ese humor tan característico de estos entrañables galos. Una vez que llegan a Bretaña, Astérix y Obélix se sumergen en un mundo de intrigas, traiciones y valentía. Se unen a la resistencia bretona junto a Buentórax y se encuentran con un pueblo decidido a preservar su identidad y resistir la opresión romana a cualquier coste.

René Goscinny empleó de manera magistral el vino galo como un elemento cómico recurrente que a menudo se confunde con la poción mágica, creando situaciones hilarantes y malentendidos entre los personajes. La escena en la que se busca la poción mágica es un punto culminante en la historia. Los romanos, obsesionados con descubrir el secreto detrás de la fuerza invencible de los galos, organizan una cata de cada barril para descubrir cual contiene la poción mágica. Lo que sigue es una serie de eventos hilarantes y caóticos. Los romanos, creyendo erróneamente que no les afectará, lo beben en grandes cantidades, lo que conduce a una borrachera épica y desenfrenada. Esta escena es un claro ejemplo del talento de Goscinny para el humor y la comedia de situaciones. Su incapacidad para distinguir entre el vino común y corriente y la poción mágica revela su ineptitud y falta de perspicacia, y los lleva a caer en una trampa que ellos mismos han creado. Otro aspecto interesante es cómo el rugby se convierte en un símbolo de resistencia y unidad para los bretones. El momento culminante en el partido de rugby es una elección brillante y original. El rugby, un deporte asociado fuertemente con la cultura británica, se convierte en el escenario perfecto para un enfrentamiento entre los galos y los romanos. La intensidad y la emoción del juego añaden un nuevo nivel de dinamismo y emoción a la historia, mientras que el caos que sigue al intento de escapar con el barril de poción mágica refleja el humor caótico y absurdo que caracteriza a las aventuras de Astérix. El desenlace, con Astérix utilizando hojas de té en lugar de la poción mágica, es una ingeniosa vuelta de tuerca que subvierte las expectativas del lector y resalta la astucia y la determinación de los guerreros bretones. Es un recordatorio de que la verdadera fuerza de un pueblo radica en su unidad y su espíritu de lucha, más que en cualquier elixir mágico.

El estilo de dibujo de Albert Uderzo es inconfundible. A lo largo de la historia, Uderzo demuestra un dominio absoluto de su oficio, combinando habilidades técnicas superiores con un sentido único del humor y la narrativa visual. A través de sutiles gestos y expresiones, es capaz de transmitir una amplia gama de emociones y estados de ánimo. Los rostros de los personajes reflejan la alegría, la tristeza, la ira y el miedo de una manera que es tanto convincente como conmovedora. Este talento para la expresión facial es una de las razones por las que los lectores se sienten tan conectados con los personajes de Astérix y Obélix, y por qué estos personajes continúan siendo tan queridos y populares hoy en día.

La edición original se publicó primero en Francia en la revista Pilote del número 307 al 333 en 1965. Un año después salió en formato album y desde entonces, como todos los cómics de Astérix, no ha dejado de reeditarse. Su última edición en francés la llevó a cabo Hachette Livre. En España, ha sido editada en varias ocasiones. Ahora, gracias a Bruño Editorial/Salvat tenemos una nueva edición con material exclusivo de la misma. Son 16 páginas que incluyen textos explicativos de la obra. Además de varias páginas de originales como: Una página dibujada por “Uderzorix” a partir del texto de “Goscinnix” que se titula “Lectio Ómnibus”. Una página de Uderzo llamada “Swinging Londinum”. Como también veremos guiños y palabras de los autores explicando ciertos juegos de palabras que utilizan. También tenemos varios textos con imágenes de la adaptación de esta obra al cine, tanto la animada como la del 2012, llamada “Asterix al servicio de su Majestad” protagonizada por Gérard Depardieu, Catherine Deneuve, entre otros. Cabe destacar, además, a los traductores, en concreto a Jaime Perich, y en los extras a Xavier Senín, Isabel Soto y Alejandro Tobar. La reedición del clásico tebeo de Asterix en Bretaña no solo nos transporta a las divertidas aventuras de los irreductibles galos, sino que también nos brinda un festín de extras que deleitarán a los aficionados más fervientes. Aunque la historia es ampliamente conocida, los añadidos y detalles adicionales en esta nueva edición hacen que sea un verdadero caramelo para los amantes de Astérix y su inseparable compañero Obélix. Una oportunidad deliciosa para saborear nuevamente las peripecias de estos entrañables galos.

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