El paso de la infancia a la adolescencia puede ser, en ocasiones, un camino complicado. No todo el mundo posee a la misma edad los mismos recursos sociales y de gestión de situaciones y emociones. Ya de por sí la adolescencia es una metamorfosis de quien pasa por ella. A veces, el entorno, al producirse cambios no ayuda. Otras, ese mismo entorno proporciona elementos que sirven de cobijo ante la tormenta producida al no encontrar zonas de confort. Elementos que, como una suerte de talismanes, sirven para capear el temporal y devolver a buen puerto a quien lleva a cabo esa travesía por el océano de crisis que padece.

Algo así afrontó la autora de “Nowhere Girl”, Magali Le Huche, cuando comenzó la secundaria. Su tabla de salvación, entre otros muchos recursos que sus padres pusieron en su camino, no fue otra cosa que descubrir a “The Beatles”, el célebre grupo de Liverpool. Eso nos espera en esta joya hecha tebeo, editada en castellano por Galimatazo, en una de sus primeras incursiones en el campo de los cómics.

Magali Le Huche se abre en canal en esta obra, para ahondar en esa época de su vida, llevando al lector a comienzos de la década de los ´90 del siglo pasado. Al comenzar primero de secundaria, siente que la presión puede con ella. El miedo al fracaso es una losa constante que se va haciendo más grande hasta desencadenar una autentica fobia a algunas docentes excesivamente estrictas… Todo eso le conduce a una fobia escolar diagnosticada. Mientras tanto, los cambios naturales que experimenta su cuerpo no ayudan. Esa es la “Nowhere Girl” que nos describe con su trazo y textos Magali.

“He’s a real nowhere man
Sitting in his nowhere land
Making all his nowhere plans for nobody…”

Una “Nowhere Girl” que poco a poco encontrará la forma de lidiar con la responsabilidad y dejar atrás la infancia. Con ayuda, tanto profesional como emocional, la niña atravesará esa odisea personal logrando encontrar la entereza suficiente para superarla. Y uno de los aliados que tendrá será la música de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr hicieron juntos. En ocasiones sirviéndose de ellos como refugio frente a lo real; en otras como apoyo para ir madurando.

Con lo que acabamos de exponer, habrá quien piense que estamos ante un drama en viñetas. Pero Le Huche sabe esquivar muy bien los lugares más lacrimógenos en este cómic. Y no por ello deja de tratar con contundencia lo que vivió en el final de su infancia, porque lo cuenta todo. Pero lo hace con altas dosis de humor e inteligencia. Con cercanía y ternura, en un tono cómplice que logra conectar con cualquier lector que se asome a su lectura. Si, con cualquier lector. Tanto adultos que puedan coger al vuelo todas las referencias culturales que siembra La Huche en el cómic (muy grande y divertido el dialogo en el que la madre de la autora se refiere a Johnny Hallyday, el mayor rockero del país galo), como adolescentes que aborden el tebeo. Magali La Huche da en este cómic con la habilidad para conectar con todo tipo de público, porque lo importante que nos cuenta está más allá de las referencias culturales de una época o lugar (Patrick Bruel, Guns’n Roses o cualquier icono que había en la Francia de comienzos de los ´90). Eso solo es el contexto, lo importante es lo que vive la Magali del cómic. Y eso está brillantemente plasmado.

Quien emprenda esta lectura descubrirá como empatiza con la autora a lo largo de sus páginas. Tal es la brillantez del tebeo, hecho de lo vivido, pero con inteligentes dosis de humor y sensibilidad que lo hacen aún más emotivo. Reforzado todo ello en páginas donde el blanco y negro conviven con el rosa, reservándose el resto de colores para los momentos más significativos y con un marcado sabor psicodélico y “Beatle”. Quizá la mejor opción para describir las sensaciones que pueden producir muchas de las canciones que hicieron los “Fab Four”.

 

Así se conforma este tebeo, quizá ideal para la adolescencia, por lo que aporta de forma cercana y cómplice. Por lo bien planteado y resuelto que, en definitiva, está. Desde las vísceras, pero con la lucidez necesaria para ser rotundamente próximo para cualquiera. Dicho lo cual, la recomendación para encontrarse con “Nowhere Girl” se hace extensible a lectores de cualquier edad. Pues a nadie le amarga un buen tebeo como este: uno que habla y sintetiza, de forma muy sencilla, temas muy complejos. Y lo más importante: consigue que todo aquel que lo lea, conecte con la historia.

Publicado en Francia por Dargaud, obtuvo el Premio Pépite del Salón del Libro de Montreuil en 2021 y la mención de honor al mejor cómic middle grade en los Premios Bologna Ragazzi 2021. Galimatazo se ha encargado de traer «Nowhere Girl» a este lado de los Pirineos con una traducción de María Serna, en una cuidada edición en cartoné. Un tebeo recomendado para lectores a partir de 11 años y un hallazgo para cualquiera que haya dejado esa edad atrás.

“…Knows not where he’s going to
Isn’t he a bit like you and me?
Nowhere man please listen
You don’t know what you’re missing
Nowhere man, The world is at your command.”
Nowhere Man (John Lennon / Paul McCartney)