El mercado de cómics español presenta dos constantes estructurales. La primera es que tenemos una cantidad notable de talento patrio. La segunda es que la mayoría del mercado prefiere obras foráneas a la hora de elegir sus lecturas, dándose la siguiente paradoja: que un autor nacional, con contadas excepciones, suele pasar desapercibido para el gran público español si produce desde este país, pero si da el salto para otros mercados (fundamentalmente Estados Unidos y Francia) será aclamado en su país natal y sus obras alcanzarán un ritmo de ventas mayor. Da la sensación de que el castizo “que inventen ellos” sigue instalado en nuestra sociedad, pues es una expresión que se traslada al campo de los cómics. A pesar de ello, en España seguimos contando con un gran número de autores que, desde la trinchera, siguen apostando y creyendo por su trabajo, ofreciendo tebeos que pueden mirar a la cara a cualquier obra de cualquier parte del mundo.

Cada vez que una iniciativa independiente surge es motivo de esperanza, pues es una piedra más para ir reforzando esta industria nacional de producción propia, un sector tan cargado de talento como falto de lectores. Por eso, que un proyecto independiente como “Dread Comics” haya surgido y se mantenga es motivo de celebración. No solo lleva tres entregas (#0, #1 y #2) con una buena acogida, sino que, en breve, el #3 de la cabecera se presentará en formato papel.

Así es, “Dread Comics #3” será una realidad tangible el próximo abril. Para ello Cat Skull Project, el sello fundado por Jesús C. Gan, ha lanzado una campaña de crowfunding que, en poco menos de una semana ya ha cosechado el cincuenta por ciento de su objetivo. Razones para ello no faltan al examinar lo que espera en esta entrega, a la que hemos podido tener acceso. Un menú que, como es costumbre en la cabecera, promete (y da) jugoso terror, del que inquieta y entretiene, sazonado con originalidad por los recursos argumentales y gráficos que aquí nos esperan. Pasaremos pues a comentarlos brevemente con una afilada disección, a modo de homenaje a aquel célebre cirujano de White Chapel.

Dread Comics nació como un proyecto de Jesús C. Gan en el que se ocupó el de todo el arte en las primeras entregas: “Dread Comics #0” y “Dread Comics #1”, apoyado por un solvente equipo de guionistas. Si bien a partir de “Dread Comics #2”, Jesús fue dosificándose y dejando espacio a otros dibujantes y equipos creativos, consolidando por un lado una variedad gráfica mayor, pero manteniendo en todo momento el tono de la cabecera.

El cómic que verá la luz en abril mantiene esa estela de “tebeo de miedo”. Y para ello nada mejor que empezar de forma contundente, con “Vendrán los niños”, donde Juan Alcudia, alias “Elchinodelpelocrespo”, y Manuel Espinosa, nos brindan un relato tan atrayente como desagradable, en el mejor sentido que se puede esperar de una historia creada para dar desasosiego.

Para recuperar el aliento nos espera un bello pin up de Raquel Diez, que nos permitirá recobrar fuerzas antes de reencontrarnos con un viejo conocido del magazine: “El Conde de Cabreras”, la excelente creación de César Hercé dibujada hasta esta entrega por Gan. En esta ocasión, “La noche de Bluatsauger”, será Jagoba Lekuona el encargado de trasladar a las viñetas esta nueva aventura licántropa del Conde, con resultados más que efectivos.

Las secciones habituales seguirán siendo constantes en esta entrega: “le chef cadavre” (delicioso homenaje de Pablo Tiralíneas al recordado “Tumbita” de Tunet Vila) harán su aparición, así como la ración de “clásicos adaptados” a cargo de Gan, en este caso reinterpretando de forma sobrecogedora a uno de los cuadros más célebres que se expone en el Museo de Louvre de París.

Hay espacio para el relato, como el que firma “Elchinodelpelocrespo” con ilustraciones de Gan: “Monólogo del niño, la vieja y el árbol”, ideal para leer en lo más oscuro, frio y solitario de la quietud de la noche. También lo hay para frescos y solventes ejercicios de estilo, como “El Juego de Wanda”, donde Carolina Corvillo hilvana un relato excelente en cuanto a desarrollo y caracterizaciones, y en el que Alberto Cimadevilla reviste de personalidad a cada trazo de su dibujo.

Manuel Espinosa repite a los lápices y titnta en la siguiente historia, “Breves momentos de calma”, junto a Marc Antón Zanón, en páginas que nos llevan de lo cotidiano al escalofrío puro. En la mejor tradición del género. El último relato corresponde al dibujado por Gan con guion del equipo de Fuzz cómics (Isra Valmar, Joan Planells y Ferrán Clavero): “Effingo”, en el que conoceremos a un expeditivo exorcista que puede dejar huella tras su paso… y cadáveres.

Todo eso espera en esta tercera entrega que está actualmente en proceso de crowfunding. Un proyecto de financiación que, en menos de una semana, ya ha conseguido el cincuenta por ciento de su objetivo. En una época en la que muchos proyectos independientes en formato revista no llegan tan siquiera a la segunda entrega, ya es motivo de celebración de que este proyecto se consolide. Por lo que supone como cabecera independiente y por lo que encierran estas páginas, relatos solventes para amantes del género. Hechos con efectividad artesana… como pequeños hallazgos alejados de los focos… pero que brillan en lo más oscuro. Como los buenos tebeos de terror. Sabedores desde aquí de lo bueno que será este viaje lector, contamos los días para tener la versión en papel en nuestras manos. Reserven su “Dread comics #3” y, el día que llegue a su hogar, léanlo por la noche… con el acompañamiento del viento golpeando en las ventanas y el crepitar de los muebles en la oscuridad… Maridaran bien con los escalofríos que aguardan en estas viñetas.