Gustavo y sus leyendas: La sinfonía de lo sobrenatural

Gustavo Adolfo Bécquer, con su pluma delicada y su mirada melancólica, trascendió las barreras del tiempo para convertirse en un ícono del Romanticismo. Su poesía y sus leyendas, impregnadas de emotividad y sutileza, continúan siendo una fuente inagotable de inspiración y reflexión. En “Gustavo y sus leyendas”, Rafael Jiménez Sánchez, Carmen Cantero Díaz y Ana Morales Pérez nos ofrecen dos relatos del literato llamado “Maese Pérez El Organista” y “El Monte de las Ánimas”.

Para sumergirnos en las profundidades de «Maese Pérez el Organista» Jiménez fusiona elementos del infantiles junto con pinceladas de realismo mágico. Un jovencito junto con su hermano se sumerge en la exploración de lo sobrenatural, creando un ambiente donde lo mágico se entrelaza con lo mundano. En el centro de la trama se encuentra Maese Pérez, un organista de la catedral de Toledo. Este personaje, hábil con las teclas y enamorado de su oficio, encarna la conexión mística entre la música y lo sobrenatural. Ese juego que realizan los creadores con los dos pequeños esta impregnada de una musicalidad poética. Aportando una dimensión lírica a su narrativa, cómo utiliza el lenguaje para crear una atmósfera única que transporta al lector a la Sevilla del siglo XVI y, simultáneamente, a un reino de lo místico. Esta historia también explora el uso de esa musa amorosa que se convirtió en el hilo conductor de muchas de sus composiciones de Bécquer, desde el primer amor hasta la melancolía de amores perdidos. El estilo de dibujo de Carmen Cantero se fundamente en líneas limpias y definidas, evitando detalles excesivos para dar lugar a una imagen fácil de comprender para los niños.

Por otra parte, tenemos la segunda parte llamada “El Monte de las Ánimas”, donde el relato se desarrolla en una noche oscura y misteriosa, donde la luna llena ilumina el monte y sus criaturas fantasmales cobran vida. La historia se despliega con una mezcla de leyendas locales y elementos góticos, creando una atmósfera sobrecogedora que envuelve a los personajes y al lector por igual. La mezcla con el mundo infantil buscando un objeto preciado por los protagonistas, hace que esa mezcla de los fantasmas con los niños sea muy agradable de leer. Gustavo, Valeriano y Beatriz emprendieron un viaje hacia Toledo, una ciudad impregnada de historia y leyendas ancestrales. La intención de esta travesía era más que turística; estaba envuelta en la mística de la tradición familiar. Se dirigían hacia el mismo destino que muchos años atrás había protagonizado una leyenda que aún flotaba en el aire de la región. La ruta estaba delineada por la misma senda que habían recorrido los personajes de la leyenda original, como si el destino estuviera trazando líneas en el mapa para guiarlos hacia su propia trama sobrenatural. El paralelismo entre la realidad y la leyenda era inquietante y emocionante al mismo tiempo, como si estuvieran siguiendo los pasos de sus ancestros hacia un destino incierto. Durante el trayecto, decidieron hacer una parada en un lugar que la leyenda no mencionaba explícitamente, pero que la intuición y la curiosidad los guiaron a explorar: un cementerio abandonado donde, según algunas leyendas locales, descansaban miembros de la orden del Temple. La atmósfera en el cementerio era sombría, con las tumbas antiguas cubiertas de musgo y la luz titilante del sol filtrándose entre las ramas de los árboles. Al explorar las lápidas, descubrieron inscripciones gastadas por el tiempo y emblemas que evocaban la mística de la orden de los templarios. La sensación de estar entre las sombras de aquellos que habían vivido siglos atrás envolvía el lugar, y la imaginería de la leyenda comenzó a tejerse en sus mentes, fusionando la realidad presente con las sombras del pasado.

Esta obra comenzó su andadura de la mano de Carmona en Viñetas, que lo publicó en formato grapa cada aventura por separado en 2016 (“Maese Pérez el Organista”) y 2019 (“El Monte de las Ánimas”). Ahora, gracias a la editorial Serendipia, «Gustavo y sus Leyendas» vuelve a las estanterías en un solo tomo en formato de rustica a color y 60 páginas, siendo ésta una gran oportunidad para una mayor difusión de este tebeo ideal para la chavalada. La relación entre los hermanos Bécquer y las niñas que aparecen en el tebeo se desarrolla con la misma ternura que los versos románticos que caracterizaron las obras de Gustavo Adolfo Bécquer; pero con el punto exacto de emoción y aventura para que los peques disfruten del tebeo. Un buen tebeo como primera lectura, en definitiva, para, además de divertir, poner el primer paso para conocer a una figura capital de nuestra literatura.

Deja un comentario