Resultó agridulce el one-shot que inauguraba la saga final de la etapa de Dan Slott con la primera familia Marvel. “Fantastic Four Reckoning War Alpha” llegaba los primeros días de febrero de 2022 y en su interior albergaba el comienzo de la conclusión a una saga galáctica cocinada a fuego lento por Slott durante todos estos años en los que ha conducido de forma irregular la cabecera de los Cuatro Fantásticos. Si bien, en este caso, al ser una saga cimentada en valores familiares, lo sembrado se hizo con conciencia a lo largo de varias entregas. Era el momento de cosechar lo que sería el final de su estancia en la colección y uno de los lápices encargados de llevarlo a cabo era el de Carlos Pacheco.
Pero el artista de San Roque apenas pudo llevar a cabo este número y de forma parcial, asumiendo el resto del especial Carlos Magno. Era saludable volverlo a ver en acción con los Cuatro Fantásticos, y más acompañado a las tintas por Rafael Fonteriz, pero la sensación agria quedaba ahí, al no verlo continuar en ninguna entrega más de la saga. Tan solo haciéndose cargo de las covers de los números #40 y #41 de la serie regular, junto a la que ilustraba este especial. Covers que llevaban las tintas de Fonteriz y el color de Marte Gracia, siendo la del #41 coloreada por Jason Keith.
Ignorábamos entonces el delicado estado de salud en el que se encontraba y que tuvo el cruel desenlace que todos ya conocemos. Es más, muchos aficionados constatábamos una nueva edad dorada de Pacheco tras poder degustar la continuación de Arrowsmith: “Behind Enemy Lines”, donde volvía a lucir su arte junto a Rafael Fonteriz, el nuevo socio en lo artístico para entintar sus lápices.
Por eso, cuando vimos esas páginas, y a pesar del irregular camino que había llevado Slott desde que los Cuatro Fantásticos volvieron a la actualidad editorial de Marvel, no pudimos más que sentir excitación. Porque volvían unos encuadres y sentido narrativos que conectaban con el sentido de la maravilla esencial para que un tebeo de Fantastic Four funcione. Eso era lo que dejó Carlos Pacheco en esas páginas, donde sacó verdadero oro a esta saga con mucho potencial.
Un potencial que posteriormente se encargaron de desarrollar con oficio Carlos Magno, Rachael Stott, Javier Rodríguez, Andrea Di Vito, Farid Karami, Guru-eFX, Jesús Aburtov, Erick Arciniega, Davide Tinto y Cafu, que asumió la tarea de relevar al maestro gaditano en las portadas, cumpliendo con creces el testigo recibido.
La saga, donde vuelven nuestros queridos Uatu y Nick Furia sr., cumple lo que suelen dar los tebeos de Slott, arrojando un balance irregular tras su lectura. No obstante, en este caso nos quedará la eterna duda, por el excelente nivel que mostraron Pacheco y Fonteriz en las páginas que firmaron, de que hubiera pasado si hubieran conseguido hacer toda la obra.
Esa duda nunca la podremos resolver, pero lo que si podemos hacer es maravillarnos por el excelente estado de forma artístico que estaba Carlos Pacheco justo antes de tener que colgar los lápices como historietista. Después de este trabajo vendrían portadas que le encargaron desde Marvel y que fueron sus últimos trabajos para la editorial. Sirva este pequeño artículo para poner de relieve que, a pesar de la dura enfermedad que padecía, dibujó hasta que su cuerpo dijo basta. Como muestra estas páginas, que siguen teniendo la garra y fuerza del Pacheco que nos fascinó a todos desde que empezó a dibujar en los tebeos de Forum.