Dicen que la historia esta condenada a repetirse: una primera vez de forma solemne y otra de forma grotesca. Tan grotesca que, por absurda, el acontecimiento queda en lo risible en lugar de lo preocupante. En este contexto, en muchos casos la existencia humana queda reducida al rol de mero espectador asomado al mundo a través de las redes sociales, olvidando que la vida es eso que espera al cruzar la puerta de casa….

Así germina una idiosincrasia que ha sacado lo peor de cada sujeto: los «ismos» de cualquier signo con olor a naftalina, la inmadurez y la necesidad de cubrir carencias afectivas hace el resto para generar personajes más dignos de una viñeta que de la vida real. Personajes, situaciones y formas de vida que son el material perfecto con el que se edifique una obra como la que tratamos hoy: “Abrázame hasta que esta vida deje de dar puto asco”, la obra de Juarma editada por Autsaider Cómics.

Un librito tan pequeño (14 X 9,5 cm) en volumen como grande en cuanto a la corrosiva comicidad que aguarda en sus adentros: Humor negro, mala baba y cinismo se dan la mano para mirar a la cara a la estupidez y la tragedia y no solo aguantar la vista, sino retratarla de forma cómica y ridícula. A lo largo de 160 páginas Juarma hace un certero análisis de lo cercano, de las miserias propias y ajenas de cualquiera de los mortales que convivan e interactúen con sus semejantes actualmente en el planeta tierra: Nihilismo a borbotones entre discos de El Fary, tinte de pelo, falta de cariño, olor a cerrado y un egoísmo a prueba de cualquier confinamiento, porque ya se sabe, parafraseando al autor, “Libertad para lo mío”.

Puro zeigeist punk, del que nadie escapa ni puede aguantar la carcajada. Aunque sea políticamente incorrecto lo que muestre, esta sana irreverencia gráfica nos devuelve la esencia de la sátira en puñetazos visuales que descojonan e iluminan. Reconfortan esas viñetas a bocajarro que hay sembradas por la obra, donde una irreverente lucidez da en el clavo y en apenas una frase queda retratado un mensaje, una idea, con certera visión ridícula.

Este tebeo campa lejos de los buenismos estúpidos, esos que confunden el respeto a los demás con tratarlos como a niños. Aquí lo que espera es contundencia conceptual, no apta para todos los públicos, pero ideal para aquellos lectores que busquen una obra adulta en lo conceptual, brillante en lo textual y seductora en lo gráfico. Porque esa es otra: Juarma marida a la perfección el texto de cada dibujo con la rabia de vivir que posee su trazo. Excesivo y descarnado como el mensaje que guardan estas bocanadas de humor extremo, siempre certero.

Así, mientras se despeja (o no) el panorama de extremismos, naftalina, máximas de “la universidad de la vida”, miserias morales varias y adultos con síndrome de Peter Pan, podemos abrir alguna de las 160 páginas de este libro “chiquito” editado por Autsaider y descojonarnos de todo y todos con alguna de las brillantes animaladas que nos esperan en este compendio de lúcida mala hostia. Háganlo, no se arrepentirán.