Esta es la historia de cómo Tedoi Isigo llegó a ser el Gran Maestro Tatuador. Un reto que completó tatuando a los grandes maestros de Japón, enfrentándose a confabulaciones que conspiraban en su contra, sorteando toda clase de peligros… y contando con un aliado excepcional, una leyenda del Japón feudal: la única e incomparable Oveja Samurái.
Si. La Oveja Samurái vuelve en una nueva aventura. Trascurrido ya un tiempo desde la publicación por parte de Ominiky Ediciones de “La Oveja Samurái” y “La Oveja Samurái 2. Bambú”, la creación de Fran Carmona y Santi Girón recala en Grafito Ediciones con nuevas aventuras en este inminente lanzamiento cuya campaña de preventa acaba de comenzar.
“La Oveja Samurái: La senda del tatuador” es la puesta de largo de esta nueva etapa del personaje y, tras haber leído el volumen, podemos afirmar que nuestro peculiar guerrero sigue el buen camino del humor. Ese humor que bebe de la escuela Bruguera, sencillo y efectivo, del que refresca conforme aparecen los gags mientras discurre el relato.
Como nos tiene acostumbrados en esta saga, el dibujo de Fran Carmona se antoja ideal para esta serie de personajes antropomorfos y el tono de comedia que destila. Todo bajo un guion que aprovecha esos lugares comunes del imaginario de los relatos de samuráis para llevarlos al absurdo, para conseguir la carcajada del lector. Para atraparlo en definitiva, entre golpes de efecto que maximizan el ritmo de esta divertida aventura.
Santiago Girón, por su parte, ordena y secuencia ese torrente de ideas que vierte Carmona. Girón es el encargado de canalizar toda esa materia prima y darle forma en un guion que mantenga tono y ritmo, y lo consigue. Se percibe en la lectura una simbiosis perfecta entre la pareja de autores, una complicidad que subyace en las viñetas y que logra la complicidad del lector. Una conexión cimentada en esa hábil mezcolanza de referencias al imaginario oriental de esos legendarios guerreros y el humor directo que asalta en alguna que otra resolución que nos planeta «La senda del tatuador».
Complicidad que, en muchos casos Girón y Carmona ya tienen ganada de antemano, pues ante la llamada de los autores al fandom para que les presentasen diseños de personajes secundarios para nuevas aventuras de «La Oveja…«, ésta se vio respondida por aficionados con multitud de propuestas. Algunas de estas toman protagonismo en este volumen. Otras, en agradecimiento a sus creadores, aparecen a modo de huevos de pascua por todo el relato. Sin duda, esta es una forma de crear afición entre creadores y lectores que desde aquí celebramos.
Mención aparte merece la elección de revestir de color a La Oveja Samurái, del que se han hecho cargo Juan Gabriel Fernández (Puzy) y Tato Castillo, este último realizando los flats. Un revestimiento cromático que dota de mayor empaque a la creación que tenemos entre manos.
Así nos presenta “La Oveja Samurái: La senda del tatuador” Grafito Editorial, que ha apostado además por presentarlo en una maravillosa edición en formato europeo de 23 por 31 cm editados en cartoné. 88 páginas de disparate en una divertida aventura que hará las delicias de más de un lector ávido de tebeos que generen buen rollo. Que al cerrar el volumen dejen una sonrisa en los labios. Que, en definitiva, logren esa cosa tan necesaria que es la risa.