La entradilla puede sonar similar a la clásica de Conan pero encierra alguna que otra diferencia: nos remite a estrellas y a una galaxia en particular, la Hyboria. Es ahí donde habita el Conan del que nos ocupamos hoy, obra de Jorge Jesús Alonso. Una revisión del mítico héroe de Robert E. Howard que protagoniza la que posiblemente sea la obra más bizarra, en la mejor de las acepciones que tenga ese término, de cuantas se han publicado en Europa desde que el personaje quedó libre de derechos en el viejo continente: un Conan situado más allá de las estrellas, que navega por el espacio junto a la corsaria espacial Bêlit, y que se va a enfrentar en estas páginas a un personaje muy especial… cortesía del imaginario surgido del solitario de Providence: H.P. Lovecraft.
“Pues no está muerto lo que yace eternamente e incluso, con los extraños eones,
hasta la muerte puede morir”.
Cierto es que algunas de las bestias de los relatos pulp de Howard ya presentaban vasos comunicantes con la mitología Lovecraftiana (sirva de ejemplo la celebrada “Torre del Elefante”). No por nada ambos autores mantuvieron en vida una amistad epistolar. Una relación que sin duda sirvió para retroalimentar esas historias de folletín que apelaban a lo primario, a lo instintivo… Que durante muchos años se miraron con desdén esos apóstoles de la alta cultura que confunden estética con esnobismo. Con los años, el reconocimiento de ambos escritores va llegando, más en el caso de Lovecraft que en el de Howard. Lo que es innegable es que a pesar de las limitaciones literarias que presentaran ambos, la fuerza conceptual de lo que sembraron en aquellas páginas de pulpa sigue manteniéndose un siglo después, habiendo trascendido su época. Un legado que ya es universal y del que podemos encontrar sus huellas tanto en la literatura como en el cine y, por supuesto, los cómics.
Dicho esto, también es cierto que nadie se había atrevido hasta el momento en confrontar de forma directa y explícita al mayor bárbaro de la ficción con el Dios Primigenio por excelencia. Jorge Jesús Alonso se ha atrevido a hacerlo: saldar esa deuda que muchos aficionados a ambos universos habían fantaseado en alguna ocasión. Alonso lo lleva a término, y además lo realiza descontextualizando ambas creaciones de sus universos para llevarlos a otro deudor de la ciencia ficción clásica. Así sitúa esa edad no soñada en una galaxia, que tiene ecos de una «muy muy lejana». Basta ver la portada del cómic para que más de uno sonría por el guiño al cartel del film de la saga cinematográfica de ciencia ficción que revolucionó el medio en el último cuarto del siglo XX.
No estamos pues ante un salto mortal conceptual, sino ante dos. Condensados y sintetizados en la propuesta que nos brinda Alonso. Nacida desde la más absoluta independencia, pues este tebeo existe gracias al apoyo conseguido en una campaña de crowfunding. Sin más ayuda que la de compañeros de profesión y fans que aportaron ilustraciones a la campaña y la de esos lectores que pagaron para que este sueño del autor se materializara en viñetas y papel.
El sueño se hizo papel pues y así se presenta “Los Mitos de Conan 1. Conan VS. Cthulhu”, en un formato de álbum europeo de 80 páginas bajo el sello de la editorial Soldesol. Una presentación ambiciosa, acorde con la propuesta que nos presenta Alonso, que se acompaña de los colores de José González para materializar esta dulce locura hecha tebeo. Una locura de resultado desigual pero que cuanto menos es del interés para cualquier aficionado a los universos de los autores de Peaster y Providence. Un interés que se verá colmado, aun con lo que queda por explorar en la propuesta. Pues se intuye mucho aún por desarrollar en las futuras entregas que esperamos tenga esta saga: queda por saber más de este cimmerio espacial, de conocer mejor a la corsaria del planeta de Shem, pues en la trama planteada en esta primera obra apenas se esbozan. Algo por otra parte lógico, dado los parámetros pulp en los que se mueve Jorge Jesús Alonso en este proyecto, donde priman los hechos sobre los personajes y lo atractivo de la conjunción planteada de base.
Con todo y con eso, el cómic deja con ganas de más: finalizando el volumen con dos golpes de efecto (y que nos guardaremos de desvelar) que elevan el buen sabor de boca de estas páginas. Como extras, el tebeo cuenta con un prólogo a cargo de So Blonde, el guion original de Alonso y una serie de ilustraciones a cargo de José González, Alejandro Ortega, Daniel Zapata, Santiago Girón, Fran Carmona, Raúl Moreno, Sheila Cruz y Adrián García.
El mismo Alonso afirma en el interior de la obra que “si solo tuviera una oportunidad de volver a hacer un tebeo, sería Conan contra Cthulhu”. Confiamos que este «Conan VS Cthulhu» no sea el canto del cisne de una carrera a la que intuimos potencial, sino la primera de muchas entregas que conformen esta saga. Solo por el arrojo de llevar a cabo tamaña propuesta, deseamos una pronta continuación de este Conan intergaláctico. ¡Lo quiera o no Crom!