Recientemente se ha hecho pública una sentencia referente al cómic que desvela los hechos acaecidos en Strutter Manor y que consideramos del suficiente interés como para transcribirla para los amantes del noveno arte. Sin más dilación, aquí está la transcripción del fallo:
El Pleno del Tribunal de la Ficción Policial, compuesto por Arthur Conan Doyle, presidente; Agatha Christie, Edgar Allan Poe, G. K. Chesterton y Josephine Tey, ha pronunciado:
Antecedentes:
Recientemente Karras cómics ha publicado la nueva obra de El Torres, Vicente Cifuentes y Ulises Arreola: “Whodunnit?”, que nos narra con precisión cirujana lo ocurrido en Strutter Manor. Una obra que recupera el subgénero del “whodunit” o “whodunnit” para el aficionado español. Un subgénero que el Tribunal aquí presente tiene la obligación de cuidar y hacer respetar sus parámetros. Por ello, admite a trámite el análisis de esta obra, en la que campan animales antropomorfos y se ha llevado a cabo con la complicidad de multitud de mecenas que con sus fondos han hecho realidad el tebeo objeto de la presente sentencia.
Fundamentos:
Partiendo del hecho de que el “Whodunnit’ es un subgénero que se basa en resolver un misterio (“¿Quién lo ha hecho?) aparentemente imposible de esclarecer, este Tribunal tiene paradójicamente clara la autoría del cómic que tratamos hoy: El Torres, Vicente Cifuentes y Ulises Arreola son los responsables de esta obra que está sorprendiendo a propios y extraños.
Así el Torres homenajea a este género que bebe de la literatura del folletín de finales del XIX y comienzos del XX para brindarnos una historia que se rige en principio por sus cánones y parámetros. Pero El Torres, como buen creador, siempre esconde algo más en sus relatos. Ya hay antecedentes de ello. Baste leer “Sangre Bárbara”, “Phantasmagoria”, “Galdós y la miseria” o “El Bosque de los Suicidas” para darse cuenta de ello. Ajustándose a los cánones del género que práctica siempre guarda un elemento sorpresa, que va germinando conforme avanza la historia que nos cuenta. Y esta obra, protagonizada por Dorry Quirrel y Mr. WallCroft, no es la excepción. Como tampoco lo es la excelente ambientación con la que dota sus relatos, la contextual y la que se crea con los diálogos vertidos en esta obra, que nos sumergen de lleno en la época victoriana y en esos casos imposibles que el ingenio logra desvelar.
En lo gráfico Vicente Cifuentes (“Reyes Elfos: Glirenn”, “Murderville” o “Nancy in Hell: Doble Sesión”, además de incontables participaciones en el mercado estadounidense de cómics) traslada esta historia a las viñetas mediante unos personajes antropomorfos que dotan de mayor singularidad a la propuesta. Unos personajes que viven en sus lápices y tinta y que pueblan páginas excelentes, tanto en acabado como en la fuerza narrativa que desprenden. A ello se suma la imprescindible colaboración de los colores de Ulises Arreola, cómplice que no podemos obviar en vista del resultado final de lo que hoy analizamos.
Fallo:
En atención a todo lo expuesto, el Tribunal de la Ficción Policial, por la autoridad que le confiere años de obras inmortales, ha decidido estimar la importancia de “Whodunnit?”. Una obra que a lo largo de las 72 páginas en que se desarrolla se hace imprescindible para los amantes de los buenos cómics. Que sirve como ejemplo del excelente estado de forma literaria que mantiene El Torres desde hace ya muchos años, erigiéndose como uno de los grandes artesanos en el arte de contar relatos. Cabe manifestar el irresistible encanto de las criaturas que nacen del lápiz de Vicente Cifuentes, embellecidas por el baño de color de Ulises Arreola. Criaturas atractivas a las que Cifuentes da vida conforme se suceden las viñetas. Por todo ello, este Tribunal, sabe “¿Quién lo ha hecho?” y es a ellos a quien felicita por crear una obra que es fresca aun moviéndose en los patrones del género. Que es atractiva y accesible para todo tipo de público y que sirve como ejemplo del excelente estado de forma que manifiestan sus autores. Una obra que asienta sus raíces en la literatura popular de folletín pero apunta al futuro con frescura y resolución. Para comprobar este fallo, basta con sumergirse en las 72 páginas que conforman “Whodunnit?”.
Publíquese esta sentencia en la web “Cuántica Gráfica».
Dada en Neverland, a diecinueve de noviembre de dos mil veintiuno.