Uno de los temas que despiertan interés en la infancia es sin duda el universo y las estrellas. El momento de crecimiento de la chavalada va acompañado de una curiosidad desbordante. Hecho que sin duda puede servir para proporcionar los materiales adecuados para que ese interés natural se alimente del conocimiento que tengan al alcance los peques. No hay nada mejor que la voluntad por conocer para que el conocimiento sedimente. Y para ello en el noveno arte hay numerosas obras que pueden poder las primeras piedras en el camino del aprendizaje. Incluso en materias que a priori, desde la óptica de los adultos, pueden parecer disciplinas más crípticas para los peques, como pueda ser el caso de la astronomía o la astrofísica. Y digo a priori, porque si encontramos en el receptor la voluntad de conocer (motor primordial del aprendizaje), la mayor parte del camino está recorrido. El resto depende del material elegido para emprender ese viaje. Y el tebeo del que nos ocupamos hoy puede ser un excelente compañero para empezar a descubrir nociones básicas de astronomía. Nos referimos a “El Universo. La Ley de Expansión de Hubble”, de Santi Selvi y Luis Morocho, editado por Nou Editorial.
A veces se dice que no hay conceptos difíciles, sino que la forma de transmitirlos orientada al receptor de ese conocimiento es lo que determinará su comprensión y asimilación. Un ejemplo de esto es el trabajo desarrollado por Santi Selvi en este tebeo didáctico, donde se transmiten cuestiones complejas de forma sencilla, que no simple. Cuestiones como la “Ley de Hubble-Lemaître”, considerada como la primera evidencia observacional de la expansión del universo, que a más de un joven lector le puede poner sobre la pista de esta teoría. O el comportamiento de los cuerpos celestes en torno a las estrellas. Todo esto queda expuesto de forma sencilla, como un primer paso que sirva para afianzar ciertos conocimientos científicos que puedan ser útiles a futuro. Tanto de forma directa, como de forma indirecta. Pues una vez se alimenta y se alienta la voluntad de saber, puede servir de catalizador para cualquier disciplina.
Así las jóvenes mentes que se acerquen a este tebeo conocerán a la joven Clara, que recibe de su abuelo un telescopio como regalo de cumpleaños. A partir de allí, comienza una divertida y didáctica aproximación a la astronomía, todo con la ayuda del amable dibujo de Luis Morocho, que sirve de enganche visual y gráfico para que los peques no aparten la vista de estas viñetas.
“La Ley de expansión de Hubble” inagura así la colección de “El Universo”. Una colección editada por Nou Editorial de la que de momento ya cuenta con dos volúmenes en el mercado. Sin duda un buen material para alimentar ese curiosidad por las estrellas y el espacio exterior que se tiene en la infancia. A lo largo de las 44 páginas que contiene este tebeo los peques encontraran conceptos con los que comenzar a responder sus primeras preguntas y ampliar el interés por el tema.
Materiales así son los que hacen falta en la época de curiosidad, pues son la base para comprender que el conocimiento puede ser algo que realice a quien lo aprende y lo asimila. Por todo ello, tebeos como “El Universo” pueden servir de primer paso para adquirir de forma natural conocimientos más abstractos y científicos. Conocimientos que pueden servir, directa o indirectamente, en el camino del aprendizaje. Por todo eso, celebremos la existencia de un tebeo didáctico como “El Universo. La Ley de expansión de Hubble”.