Cuando se genera arte con la única motivación de dejar fluir la necesidad de expresarse puede llevar tanto al emisor como al receptor a caminos insospechados. Para el creador supone un camino de liberación, pues puede afrontar ese cometido sin que quede sujeto a los parámetros o directrices de un encargo. En el caso del receptor, o en nuestro caso lector, es el momento de poder descubrir otras facetas de un artista, alejados del estereotipo previo que `puede verse en su obra más comercial. Una oportunidad en definitiva de poder bucear en la creatividad y plasticidad de una obra no pensada en su gestación para un fin comercial. Sino que su existencia se debe a la necesidad misma de expresar, de comunicar. De traducir en definitiva una chispa de inspiración en dibujos, viñetas, tonos, colores y sensaciones…. Algo de esto nos encontramos en “Una Temporada en el Desierto”, la obra de Chema García editada por Karras Cómics.
“Una Temporada en el Desierto” es uno de los títulos, junto con “Grandes Preguntas que se contestan en otros sitios” de Enrique Bonet, que han inaugurado la línea Divergente de Karras, una línea editorial donde se encuentran títulos que no son, por temática, los habituales de la línea principal de Karras, pero con suficientes elementos para conquistar un hueco en cualquier tebeoteca que se precie. Como es el caso del compendio de historias cortas y material inédito que firma Chema García.
Un material, que visto en perspectiva y en conjunto, denota la creatividad y versatilidad que atesora su autor. Con la selección que aguarda en este “desierto” podremos recuperar historias ya publicadas como “Lo que ayer no te conté”, “Guerreros del Futuro” o “El Mayor Hermético” (un impagable y personal homenaje a Moebius). Historias que quizá (y esto es una opinión subjetiva del firmante de estas líneas) no gozaron de una gran difusión y esta edición las recupera para ponerlas en valor. Como “Niña, ¿Por qué lloras?”, esa delirante colaboración con El Torres (“El Bosque de los suicidas”, “Phantasmagoria”, “Bribones” o “Galdós y la Miseria”) realizada para el especial musical de “Hormigas”: una desternillante propuesta de dos páginas donde la canción de Los Chichos sirve de banda sonora para un gamberra historieta postapocalíptica.
Todo esto, junto a muchas otras obras publicadas en su momento, son los elementos que van solidificando este desierto, junto a una abundante selección de ilustraciones del autor. Tan variadas y eclécticas como es la creatividad que atesora el arte de Chema García, que descubrimos página tras página, a un artesano que sabe coger muchos recursos de los más grandes para llevárselos a su terreno. Que nos deleita ya desde la impactante portada del volumen y nos lleva de excursión por la parte más personal y libre de su mundo creativo.
Así entre zombis, mitos de barrio y guiños a la sci-fi más canónica se va configurando “Una Temporada en el Desierto” a lo largo de las 112 páginas que aguardan en el volumen editado en cartoné por Karras. Que compila nada menos que veinte años de trabajos libres, realizados sin planificación, por el mero placer de capturar ese momento fugaz cuando la inspiración regala un destello. Que, puestas en conjunto, revelan que en este “Desierto” se esconde un frondoso valle creativo. El que ha ido cultivando y creando Chema García a lo largo de su trayectoria. Y en esta “delicatesen” tenemos buenas muestras de ello.