Wisdom de Paul Cornell, Trevor Hairsine y Manuel García [Retrospectiva]

En la vieja Inglaterra están sucediendo cosas increíbles y muy peligrosas… y la primera muerte ocurrió en Brighton. Algo salió de unos rosales y al momento un hombre salió corriendo, mientras una mujer gritaba. El ataque duró más de cinco horas y la mujer murió por la pérdida de sangre. Más ataques se irían sucediendo en diferentes partes del territorio. Ataques no provocados, que a efectos prácticos significa “que estamos en guerra”. Aunque poca gente sabía lo que realmente estaba sucediendo, algo muy normal en las guerras, por desgracia.

De esta manera tan escalofriante comienza este relato, con nuestro protagonista Peter Wisdom. Con una primera aparición en 1995 en las páginas de «Excalibur«. Este personaje fue creado por Warren Ellis, quien por aquel entonces era el guionista regular de la serie mutante. Crearon a Wisdom con unas características similares a los antihéroes británicos como el gran Hellblazer (John Constantine). Un mutante con capacidad de absorber energía a través de sus dedos, además le colocaron en el servicio secreto británico antes de unirse a Excalibur. Con estas premisas, el guionista inglés Paul Cornell nos desarrolla una miniserie bastante interesante. Este autor es conocido principalmente por sus trabajos relacionados con el Doctor Who, como también relacionado con otras series de televisión como Robin Hood o Casuality. Esta sería su primera serie en el mundo del tebeo junto con la historia de Capitán Britania y el MI-13, que también guionizó posteriormente. El personaje que utiliza Cornell sale de las páginas de New Excalibur de Chris Claremont para darle una oportunidad como figura individual, tratando que consiga una entidad como serie propia y con posible continuación. Paul Cornell lleva la serie por unos derroteros interesantes, pero con un recorrido muy corto. Utilizando todos los monstruos y leyendas posibles de la vieja Albión, para dar más fuerza a toda la trama. Además de personajes icónicos de la casa de las ideas como «Shang-Chi, el maestro del Kung Fu«. En el aspecto artístico tenemos a dos grandes dibujantes como son Trevor HairsineEternity«) y Manuel García, que tienen un estilo cercano pero que se diferencian sin problemas. El dibujante inglés está de moda ahora mismo por sus trabajos en DC Comics, como «DCeased» o «Injustice» pero comenzó sus trabajos en las grandes editoriales de la mano de Marvel Comics. Mucho antes destaco en sus trabajos para 2000AD con su participación en “Judge Dreed Magazine”. La dupla de esta obra la completaba Manuel García («Bloodshot «o «Ares«), el dibujante español que también tiene trabajos muy recientes que podemos ver en las estanterías de las librerías, como «Annihilation Scourge: Omega«. García fue reconocido por su trabajo en la editorial DC Comics por la serie «Robin», y posteriormente fue fichado por la «Casa de las ideas» para dibujar bastantes series, en la obra de la que hablamos se encarga de los últimos cuatro números. A las tintas de los seis números de esta serie tenemos un tándem de lo más llamativo. Empezando por Mark Farmer, un artista con gran prestigio y conocido sobre todo por sus trabajos con Alan Davis. Otro es Paul Neary también uno de los colaboradores habituales de Davis, y otro de los artistas de la llamada “Invasión británica”. Colabora en esta obra aportando una paleta de colores que maravilla por su estilo. Además del propio Hairsine que en algunos momentos se entintaba a sí mismo.

Esta obra fue editada por Marvel Comics bajo el sello MAX, para que los autores tuvieran más libertad al usar palabras malsonantes, como imágenes en las viñetas más subidas de tono, que el ambiente normal del género de superhéroes. En 2007 se puso a la venta en el mercado americano y hasta 2008 no llegó a nuestro país de la mano de Panini Comics. Aquí fue editado en un tomo con la miniserie completa bajo la línea “Colección MAX”, con un precio de doce euros por 144 páginas, con tapa blanda. Después de releer esta obra tengo que reconocer que es una historia que engancha pero que no tuvo demasiado éxito en su momento. Aunque fue un intento de la Casa de las Ideas por intentar imitar el modelo de “Constantine”, no funcionó como tenían pensado. Puede que el público quisiera al original y no una imitación, aunque fuera mutante y viniera de una serie de éxito como Excalibur. Si te gustan los gigantes fantásticos que amenazan grandes ciudades, como un dragón ancestral dirige a la mafia galesa o como un ataque de hadas puede poner en jaque a todo el Imperio Británico, no te puedes perder esta obra. Entretenimiento asegurado.         

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