Los mutantes más famosos del mundo fueron creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1963. Fue otra colección de personajes extraños y poderosos que creaba éste dúo. En ella, los protagonistas eran unos inexpertos chavales que pasaban a formar parte de la Escuela para Jóvenes Talentos, dirigida por el Profesor Xavier. Estaban Cíclope (Scott Summers), el Hombre de Hielo (Bobby Drake), el Ángel (Warren Worthington III), la Bestia (Hank Macoy) y la Chica Maravillosa (Jean Grey). Más tarde se les unirían de forma más o menos oficial el hermano de Scott, Kaos (Alex Summers) y la hija de Magneto, Polaris (Lorna Dane). Lee y Kirby tardarían poco en abandonar la serie y ser sustituidos por Roy Thomas a los guiones y Werner Roth al dibujo.
Tras unas primeras aventuras que gustaron al público, poco a poco las ventas fueron bajando de forma progresiva. El fandom se decantaba más por las colecciones de Vengadores, los 4 Fantásticos y, sobre todo, de Spiderman. Para intentar subir la fama de la serie se incorporó al equipo creativo a Neal Adams al dibujo. A pesar de sus novedosas formas de narrar, con viñetas nunca antes vistas, el cierre de la colección fue inevitable. Así, a finales de 1969 y en su número 66 la editorial echó el cierre a los mutantes. Durante los siguientes seis años la editorial estuvo reeditando la serie desde el principio sin contar ninguna nueva historia. Algunos de los personajes recalaron en otros grupos como los Defensores o los Campeones. Todo cambiaría con la publicación en 1975 del mítico Giant Size X-Men #1. En él los artistas Len Wein y Dave Cockrum presentarían a una nueva génesis mutante con personajes desconocidos que no tardarían en alcanzar la fama. Wein fue sustituido rápidamente por el guionista Chris Claremont y estuvo casi 17 años escribiendo la colección.
La nueva Patrulla-X daría el despegue definitivo con la llegada del dibujante John Byrne. El tándem Claremont/Byrne crearían las historias más celebradas y aplaudidas por parte de crítica y público consiguiendo ser el tebeo del que todo el mundo hablaba. La Saga de Proteo, La saga de Fénix Oscura, Días del futuro pasado… Aventuras que son todo un clásico y que todo el mundo ha leído o por lo menos ha oído hablar de ellas. Byrne no tardaría en abandonar el barco por desavenencias con Claremont. Ya se sabe, los grandes genios es lo que tienen… En 1991 volvería a la serie escribiendo los diálogos pero tampoco duró mucho en el cargo. No se encontraba a gusto con la nueva dirección que había tomado la colección. Demasiados personajes, demasiados crossovers y unas complicadas condiciones de trabajo hicieron que dejara la serie para, en principio, no regresar jamás…
La vida a veces da segundas y terceras oportunidades y en 1999 llegó de nuevo la suya. Bob Harras era el nuevo Director Editorial de Marvel y Byrne le planteó una idea que rondaba su cabeza desde hacía muchos años. Consistía en escribir y dibujar las historias no contadas del grupo que tuvieron lugar durante el periodo de tiempo transcurrido entre el número 66 y el Giant Size #1. A Harras le encantó la idea y dio luz verde al proyecto. La serie sería llamada “Patrulla-X: Los Años Perdidos” (“X-Men: The Hidden Years”)y comenzaría su andadura en diciembre de 1999. Duraría hasta septiembre de 2001 con un total de 22 números. En España sería publicada por Forum en formato grapa entre los años 2000 y 2002, sería recopilada en 4 de aquellos añorados retapados. Años después lo volvería a reeditar Panini primero en la colección Extra Superhéroes en el año 2013 y hace poco en un tomo de la colección Marvel Limited Edition.
Byrne preparó la serie de forma cariñosa y con mucho cuidado para ser fiel a aquellos últimos números publicados en los años ’60. Para ello eligió a Tom Palmer como entintador de la misma. El propio Palmer se había encargado de entintar aquellos números dibujados por Adams y lo propio era volver a contar con él. Incluso para la aparición de los Cuatro Fantásticos en la serie quiso contar con Joe Sinnott para entintar sus figuras. También para indicar el grado de continuidad que tenían Los Años Perdidos respecto al título de los ’60 incluyó un número especial escondido en cada una de las portadas. Así en el primer número podíamos encontrar un número 67 justo al lado de la mano izquierda de Cíclope. Y así sucesivamente. Para encontrarlos todos solo hay que fijarse bien…
El dibujo de Byrne ya no brillaba como antaño y eso se nota. Aún así, siempre es un placer volver a ver al mejor dibujante de los años ’80 dibujar a sus queridos y añorados mutantes. Las historias son acción pura y dura y encontraremos viajes a la Tierra Salvaje; enfrentamientos con los Centinelas, Magneto o Kraven, el cazador; apariciones especiales como las de Namor, Ka-Zar, Tormenta o, los anteriormente citados, 4 Fantásticos…
Un experimento curioso que no consiguió brillar como Byrne hubiera querido. Quizá llegó demasiado tarde y los aficionados ya estaban en cosas más modernas. A pesar de todo, Los Años Perdidos es una lectura que entretiene y que, si decides acercarte a ella, hará que pases un rato divertido.