La década de los ochenta estuvo repleta de años de torrente creativo en el mundo del cómic superheróico norteamericano. Grandes artistas eran los encargados de traernos las aventuras mensuales de nuestros héroes favoritos. Fue una época dorada en las dos principales compañías, tanto en DC como en Marvel. Se sumaron a la causa, aparte de las series en curso, publicaciones más novedosas como series limitadas, maxi-series, eventos especiales y crossovers. Cualquier excusa era el acicate para que personajes de diferente pelaje aunaran fuerzas para deleite de los lectores. Hoy traemos a la web uno de esos grandes crossovers que pasaría a los anales de la historia como uno de los más fabulosos.
Nos adentramos en tierras marvelitas, corre el año 1986 y los protagonistas de esta miniserie serían la Imposible Patrulla-X y el grupo de superhéroes canadiense Alpha Flight. Los dos grupos estaban en la cresta de la ola. El primero llevaba ya años siendo el mejor cómic de la editorial gracias a la labor de su guionista, el proclamado «patriarca mutante», Chris Claremont, y de los dibujantes que le habían ido acompañando en su largo periplo. Los segundos llevaban poco tiempo de vida en la editorial pero el buen hacer de su creador tanto en guion como en dibujo, el también canadiense John Byrne, había hecho que fuera uno de los supergrupos de moda. Los dos equipos ya se habían encontrado, peleado y reconciliado en el pasado. La excusa era el personaje de Lobezno, el cual había formado parte para después desertar del Departamento H canadiense. Un nuevo enfrentamiento era inevitable y llegaría en esta miniserie de dos números llamada El regalo. Del guion se haría cargo el propio Claremont y el dibujo correría por parte de su compañero de andanzas en aquella época, el siempre elegante Paul Smith. En nuestro país sería publicada dentro de la propia colección de Alpha Flight y posteriormente re-editada en el primer coleccionable de La Patrulla-X, y después en los tomos omnigold de Panini que recopilan todas las historias de los mutantes.
La sinopsis de la historia nos cuenta el viaje comercial en avión que están llevando a cabo el ex líder de la Patrulla, Scott Summers, y su pareja, la pelirroja Madelyne Prior. Llevan a un grupo de científicos al círculo polar ártico para realizar unas investigaciones. Algo sucederá que hará que el avión tenga que hacer un aterrizaje forzoso en medio de una brillante luz cegadora. Uno de los miembros más noveles de la Patrulla, la telépata Rachel Grey, sentirá el pánico de Summers (hay que recordar que Rachel viene de uno de esos futuros alternativos tan típico de los muties en el que es hija del propio Scott y de Jean Grey) y esto hará que el grupo vaya a tener una charla “amigable” con los canadienses ya que también ha leído en la mente de su “padre” unos últimos pensamientos sobre uno de los miembros Alphas, el brujo Shaman. Después de las hostilidades, ya se sabe que primero se pega y luego se pregunta, decidirán juntar fuerzas para saber qué ha pasado. Al llegar a su destino se encontrarán con Scott, Madelyne y el resto de la tripulación convertidos en una especie de perfectos “dioses” que son capaces de conceder cualquier deseo y de acabar con todos los males y lacras del mundo. Los dos grupos serán tentados ante sus temores, traumas y daños físicos y mentales.
¿Podría Puck tener una estatura normal y no volver a sentir terribles dolores en huesos y articulaciones? ¿Lobezno podría recordar todo su pasado y sentirse en paz consigo mismo? ¿Aurora podría abandonar su síndrome de doble personalidad y ser una única persona? ¿Será capaz Pícara de poder tocar o besar a otro ser vivo sin absorber sus recuerdos? Ante esta diatriba, unos elegirán ese “regalo” y otros no, ya que para obtener este presente se debe pagar un precio. Todo tiene su precio en el mundo y nos será explicado por el villano de la historia, cuya identidad intentaremos mantener oculta para los que no hayan podido disfrutar de la historia.
El regalo es una aventura llena de acción y también de grandes cuestiones filosóficas que nos dan que pensar y reflexionar sobre en cómo actuaríamos nosotros mismos en una situación similar. Un Claremont en estado de gracia que aprovecha la historia para anunciar el embarazo de Madelyne y Scott, un niño que se llamaría Nathaniel Summers y que tanto daría que hablar en los siguientes años y del primer encuentro entre el mismo Scott y su otra “hija”, Rachel. Un momento muy esperado por el fandom. Del apartado gráfico de Smith decir que es espectacular y elegante como siempre. Una lástima que durara tan poco dentro de la franquicia mutante. Aunque sus sustitutos no eran mancos, su estilo clásico y refinado se echó de menos. Esta historia es una oportunidad para disfrutar de todo su arte.