El bosque sagrado de Osun, situado en Nigeria, fue donde el mensajero de los dioses hizo su morada en la tierra. Allí vive Dada, una pastora ermitaña que comienza a experimentar un extraño fenómeno, pues sus sueños muestran la vida de otro, la de Anferes, un guerrero del ejército libio que se aproxima a invadir los pueblos del Níger. La conexión onírica entre la pastora y el militar pondrá al descubierto que esta incursión bélica es mucho más que una operación militar. Que todo no es más que el fruto de las maquinaciones de Iku, orisha del mal y la destrucción, que ha dispuesto todo para satisfacer su sed carroñera de sangre y muerte. ¿Podrá una simple pastora detener la destrucción que provocará este conflicto? La respuesta la encontramos en “Dada”, la obra de Fer Jiménez, Rubén Koyra y Lizth Bianc, editada recientemente por Sallybooks.
“Hay Luna de sangre. Los dioses deben estar hablando. Ten cuidado”
Fer Jiménez (“La Senda de los druidas”) nos presenta un relato ambientado en el África occidental, nutriéndose de la mitología Yoruba para edificar un guion que, partiendo del eterno combate entre el bien y el mal, nos va a llevar a un camino de elevación. Así transitaremos por unas páginas que ponen de relieve una mitología tan rica como desconocida en Europa, y que sirven de contexto ideal para construir un guion sólido, estructurado en una trama ágil que supone “el camino del héroe” que emprende Dada.
Todo ello ejercitado con oficio en una historia que aporta los suficientes elementos de interés para no dejar de leer el tebeo hasta llegar a la última página, pues estamos ante una trama que se desarrolla de forma ágil e intensa, que te atrapa en definitiva. Y eso, tratándose de una premisa clásica como es el eterno combate entre el bien y el mal, es un punto fuerte que dice mucho del trabajo de Jiménez.
Si a un guion solvente le sumamos el trabajo gráfico ofrecido por Rubén Koyra y Lizth Bianc en estas páginas, el resultado final gana enteros de frescura y atractivo visual. El lápiz de Koyra, tan sintético como efectivo, brinda páginas tan efectivas en lo narrativo como cargadas de fuerza en lo emotivo y argumental, revistiendo de personalidad y frescura el conjunto de la obra. Sirvan de ejemplo algunas composiciones de página que nos encontramos a lo largo del cómic para corroborarlo. Del mismo modo, los colores aplicados por Lizth Bianc ambientan a la perfección el África mitológica que nos encontramos en estas páginas, maridando de forma sincrónica con el dibujo de Koyra.
A lo largo de las 68 páginas de Dada, editadas por Sallybooks en formato de álbum europeo, encontramos no solo la solvencia y fuerza que posee un guion plagado de oficio, sino el hechizo y encantamiento de un resultado gráfico notable. Todo ello hace que “Dada” sea una maravillosa experiencia para el lector que se acerque a esta historia. Pues si bien es un tebeo que nace con vocación dirigida a un target juvenil, es tal su fuerza y plasticidad que se convierte en candidato a ser disfrutado por un público de cualquier edad. En definitiva, una gran historia que leer por la noche antes de cerrar los ojos y acudir a «la mansión del sueño».