Algo se agita en Cross Plains, Texas. Un hombre, James Allison, está plagado de sueños de vidas anteriormente vividas, de tiempos antiguos, antes de la caída de Roma. Tenía un nombre diferente, Niord, el Cazador de Aesgaard (un reino establecido en la serie original de 1970 de Conan). Niord una vez luchó y murió protegiendo a su tribu contra una gran serpiente, una que ahora lo está usando como faro para atraer héroes a lo largo del tiempo.
El cómic que nos ocupa hoy, que junta los mundos de Robert E. Howard con los personajes de Marvel Comics, nos brinda algo cuanto menos interesante. Para empezar, en Conan Serpent War se nos llevará de la mano por un recorrido a través de las líneas de tiempo como si de unos “Cuentos Salvajes” se tratase. De la mano del guionista Jim Zub (Glitterbomb, Pathfinder) a personajes como Conan “El cimmerio”, el errante Solomon Kane y la corsaria Dark Agnes (presentando a cada uno de ellos con unas escenas detalladas y con gran cantidad de referencias) se unen a las creaciones del universo 616 de Marvel Comics como Marc Spector (Caballero Luna) y otros.
Zub, conoce perfectamente en qué tipo de historias se mueve el cimmerio y la relación entre los personajes de R.E Howard, ligada a su vez con un clásico personaje Marvel como es el Caballero Luna, hace que en toda la trama ninguno de los protagonistas quede fuera de lugar. El guionista presenta aquí a un enemigo lo suficientemente poderoso como para atraer a todos juntos: el dios serpiente Set. Este, a través de un ritual a lo largo del tiempo, une al equipo con un propósito nefasto, lo que genera unas alianzas que rara vez se podrían imaginar fuera de la ficción que tanto gusta a los fanáticos de la espada y brujería.
En el apartado gráfico, nos encontramos con Scott Eaton (Unity), Scott Hanna (Capitán América: la edad dorada) y Frank D´Armata (Britannia). Estos tres artistas consiguen secuencias ricas y de gran cinética, resaltando el poder de cada personaje en cada viñeta que dibujan. Además de enmarcar cada escena con dobles páginas con la presentación de cada protagonista. Las secuencias entre el Caballero Luna y Solomon Kane destacan sobre las demás gracias a los arrolladores lápices de Eaton, mientras pasan de batalla en batalla contra los cultos serpiente. Las tintas de Hanna hacen que los personajes tengan más profundidad y si a estas les sumas los colores de D´Armata obtenemos como resultado un ambiente lúgubre y muy oscuro en toda la historia. También tenemos en esta obra a Vanesa R. Del Rey (Hungry Ghosts) y al colorista Jean F. Beaulieu (Middlewest, Green Valley) que se encargan de dibujar y colorear las secuencias en las que aparece el personaje James Allison. Gracias al estilo «sucio» y en algunas ocasiones poco definido de Vanesa Del Rey, se logra que parezca que estamos en las pesadillas más horribles de un hombre moribundo. Lo mismo ocurre gracias a Jean F. Beaulieu que, con colores degradados y un poco borrosos, consigue que los sueños del personaje te metan todavía más en la historia.
Para finalizar, ni que decir tiene, que la principal virtud del tebeo radica en la fuerza de sus personajes y la grandeza de las historias de Robert E. Howard. Todo ello bien llevado al universo Marvel para poder mezclar a los protagonistas de los dos universos. Este tipo de historias en el año 1977 fueron conocidas como «What if…» (gracias, Roy Thomas) por mezclar personajes y desarrollar historias que en la continuidad habitual no podían desarrollarse y, aunque en strictu sensu, esta no lo sea, bien podría pasar por una de esas tramas enmarcadas en dicho sello.

‘Conan Serpent War’ consta de 4 números que, por el momento, solamente encontraremos publicados en el mercado americano. Con portadas de Carlos Pacheco (con Aneke y Frank D´Armata). Y portadas alternativas de Neal Adams con Laura Martin, y David Finch con Frank D´Armata. Para todos los fans de las historias de Rol, esta historia no inventa la rueda ni lo pretende. Lo que propone esta serie es un buen divertimento de “Espada y Brujería” en tiempos actuales y con superhéroes pululando. Cuando el Dios Serpiente Set urda sus maquinaciones los héroes tendrán que prepararse para la batalla y como diría Conan: “Crom, jamás te había rezado antes, no sirvo para ello. Nadie, ni siquiera tú recordarás si fuimos hombres buenos o malos, por qué luchamos o por qué morimos. No… lo único que importa es que cuatro se enfrentan a muchos. Eso es lo que importa. El valor te agrada, Crom, concédeme pues una petición, concédeme la venganza. Y si no me escuchas… ¡Vete al infierno!”.