La obra de Gregory Gallant, más conocido como Seth, es conocida en España. Desde que La Factoría de Ideas publicara entre 1999 y 2000, en 5 cómics en grapa, su obra “La vida está bien si no te rindes”, se han sucedido varias rediciones de la misma y ello ha posibilitado que prácticamente la totalidad de su obra se haya editado en castellano: la brillante “George Sprott” (2009, Mondadori) —quizá lo mejor del autor canadiense—, «Wimbledon Green» (2012, Sins Entido), GNB Doble C (2013, Sins Entido) o “Un verano en las dunas” (Fulgencio Pimentel) son prueba de ello. La obra que nos ocupa hoy, “Ventiladores Clyde” (“Cylde Fans”), ha tardado en completarse casi 20 años pero ya es una realidad tangible a ambos lados del Atlántico.
En 2003 la desaparecida editorial Sins Entido publicó la primera parte de la obra en formato rústica con solapas y una extensión de 160 páginas. Dieciséis años después, los aficionados a la obra de Seth no esperábamos que esta primavera se anunciase la continuación de la obra y su recopilación en un tomo de 488 páginas en tapa dura y con caja contenedora. La noticia nos llegó en las redes sociales de Salamandra Graphic, la editorial a cargo de la edición en castellano. También se anunció la visita del artista canadiense a España para presentarnos la obra.
Editado prácticamente a la vez en Norteamérica y en España, hecho inusual que debemos agradecer a Salamandra. Menos habitual es que el formato sea mimético al de la edición original de Drawn & Quarterly: una edición hermosa que eleva el cómic a la categoría de objeto artístico y apoya el argumento de la necesidad de seguir apostando por el papel frente a lo digital, al menos en casos como este, obras personales de autores que le dan importancia a la forma y al contenido.
Se habla de Seth como el autor de la nostalgia; todos hemos visto las fotos de su paso por España con su indumentaria años 50. Es un autor que siempre manifiesta su amor por esa época pasada, por ese modo de vida. Pero, en mi opinión, quedarnos con la nostalgia es no rascar la superficie. Ventiladores Clyde cuenta la historia de dos hermanos que intentan mantener a flote la empresa familiar. Nos cuenta, con saltos temporales (1957, 1997, 1975), diferentes momentos de la vida de Simon y Abe. Comienza con un monólogo larguísimo en el que Abe nos introduce en su mundo personal, la familia, los trucos de la profesión de vendedor… continuando con la primera salida de su hermano Simon a vender los ventiladores a una ciudad en la que aún no han introducido sus productos. Este es el punto de partida para una historia contemplativa, melancólica, con una narración, que diría Scott McCloud, de “aspecto a aspecto”, que se vuelve onírica por momentos, casi abstracta en las emociones y que hace honor a la calificación de “una novela en imágenes de Seth” que se anuncia en la cubierta.
Debemos señalar que este cómic no es fast food, no es una lectura ligera. Es puro Seth: debes concentrarte, relajarte en la historia, apagar el móvil, la tele y aquello que te distraiga y leer con atención. No por ser excesivamente intelectual, sino por ser profundamente emocional. Hay grandes momentos que no queremos destripar, así que un detalle a modo de ejemplo: la despedida de Simon y su madre, narrada con una sensibilidad exquisita, sin palabras, marca Seth. Al final del libro el autor escribe unas notas a modo de epílogo en las que dice que no esperaba tardar veinte años en acabarlo. De hecho, eso se nota en el aspecto gráfico: cómo cambia el estilo de la primera parte y va evolucionando hasta el final donde se aprecia la personalidad de Seth de sus trabajos más recientes. Señala el autor que “Una cosa os aseguro: este es el libro más grande que haré nunca. Se acabaron los proyectos de 20 años para mí. Y, sin duda, a partir de ahora mi vida estará dividida en dos períodos claros: antes y después de terminarlo».
Una obra que rezuma una sensibilidad exquisita, que ya tratamos en el veraniego sexto episodio del podcast de Heraldos de Galactus, y que merecía dotarla de un mayor análisis. Pues con Seth estamos ante un artista a tener en cuenta. Un autor a descubrir si aún no conocíais su obra y os apetece adentraros en su particular visión del mundo.