Tomie: la pulsión del terror de Junji Ito

«Esa chica tiene una especie de influjo mágico. Si ella lo ordena, quienes van con ella podrían llegar a matar.»

Leer a Junji Ito debe parecerse mucho a sufrir terrores nocturnos. Esos minutos en los que despertamos de una pesadilla envueltos en sudor, con el corazón percutiendo agresivamente en nuestro pecho e inmersos en ese estado mental en el que sabemos que cualquier cosa es posible, que en la oscuridad que nos rodea acechan horrores incongruentes a punto de atacarnos… En esa pérdida de racionalidad es donde nos sitúa el peculiar autor japonés en sus obras. Desnudos y sin defensa posible ante una verdadera artillería pesada de delirios. Gracias a la ingente labor que está llevando a cabo ECC publicando la mayor parte de su obra en España, cualquiera tiene al alcance de la mano infectarse por la enloquecida fiebre que provoca Junji Ito. Black Paradox, Fragmentos del mal, Gyo o la extensa colección de Relatos Terroríficos… cualquiera de estas obras es un buen punto de partida para entrar en el delirante universo de este peculiar autor japonés. Mi bautismo junjitesco vino de la mano de una de sus obras más conocidas (no en vano cuenta con casi una decena de adaptaciones al cine), Tomie.

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Tomie es una joven adolescente que sufre un accidente en una discusión con su profesor y sus compañeros. Creyéndola muerta y pensando que la policía podría investigarlos, deciden descuartizarla y deshacerse de sus restos. Pero Tomie volverá, y todo hombre que se cruce en su camino quedará irremediablemente embrujado, poseído por unas ganas irrefrenables tanto de estar a su lado y amarla como de descuartizarla. A partir de esta historia inicial asistiremos, no a una trama lineal de principio a fin, sino a una antología de historias breves, la mayoría autoconclusivas, en las que Tomie orbita como elemento central y nexo de unión. Junji Ito desarrolló estas historias durante más de una década y, como suele suceder en toda colección de relatos, algunos están más logrados que otros, pero podemos decir que en conjunto el nivel es bastante alto. Sí que se aprecia cierta repetición en el esquema general de las historias, aunque también esto le da su identidad a la obra, convirtiéndose en una especie de marca de la casa.

Como suele ser habitual en el autor, las situaciones que veremos en «Tomie» son auténticamente de pesadilla. De esas pesadillas que se te quedan grabadas a fuego por lo impactante de su iconografía. Junji Ito juega con la doble moral aprovechando la figura del fantasma/demonio/resucitada que es Tomie, y que siempre se muestra adorable en principio para tornarse drásticamente en un ser mezquino y egoísta. Esa dualidad evidencia la hipocresía imperante en el individuo moderno, solo que aquí el autor se decanta, como no podía ser de otra manera, por la maldad y el deseo como verdadero motor del ser humano. El autor nos habla a su manera de obsesiones de todo tipo y de sus consecuencias. Y es una manera retorcida y grotesca que conecta con nuestro subconsciente acercándonos a una serie de miedos ancestrales, aunque estén basados en este caso en leyendas tan lejanas para nosotros como las del folclore asiático. Todo lo que cuenta Ito parece relacionarse con una perversión de la sexualidad, que subyace debajo de todas las historias del mismo modo que se instala en un rincón de nuestro cerebro. Y hasta aquí la consulta del psicoanalista, que si no la tarifa se dispara. Dejándonos de interpretaciones filosóficas, lo verdaderamente impactante de esta obra es su inmersión en el absurdo más inquietante, convirtiendo a sus relatos en auténticos cuentos de horror delirante. El resumen es que el japonés es un maestro a la hora causar mal rollo a través de una serie de situaciones bizarras. Punto.

Tomie3Hablemos un poco del apartado gráfico. Se nota que «Tomie» es uno de los primeros trabajos del autor en cuanto a que en las historias iniciales el trazo es descuidado y poco trabajado. Ello le da a los primeros capítulos un aire sucio que no le viene mal a una obra de estas características, pero según avancemos en la lectura apreciaremos cómo la técnica de Junji Ito va mejorando notablemente, alcanzando su máximo esplendor en las bellas portadas de cada historia o en las escenas más explícitas y surrealistas. Y es que, pese a esa continua repetición de un mismo esquema básico, el autor demuestra poseer una imaginación inagotable a la hora de plasmar situaciones pesadillescas.

ECC recopiló en 2016 la obra completa en dos volúmenes que suman 750 páginas, por lo que tenéis horror en blanco y negro para rato. Con «Tomie», Junji Ito ha creado a un personaje tremendamente icónico, que se adapta perfectamente tanto al inquietante terror moderno asiático como a un horror más clásico, casi gótico, al que en algunas de las historias el autor parece querer homenajear. En definitiva, el creador japonés nos presenta una colección de historias altamente recomendable para cualquier amante del terror macabro y surrealista. Vais a caer rendidos ante Tomie sin remisión, avisados quedáis.

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