«Ahora una pregunta importante sobre vuestro coche… ¿Puedo usar la sirena?” (Michelangelo dirigiéndose al Dr. Peter Venkman)
Uno de los golpes de efecto, casi de manual, más utilizado en la industria de los cómics, es el recurso del cruce de caminos, o “crossover” entre diferentes personajes carismáticos. Fórmula surgida en los inicios del cómic de superhéroes para dar la sensación de universo compartido por los personajes de una misma editorial pero que no ha conocido límites en este aspecto, pues los cruces más rentables han sido cruces entre personajes de diferentes editoriales. Sirvan de ejemplos dos de los cruces más recordados entre las majors estadounidenses “Superman y Spiderman” o “Patrulla-X con Nuevos Titanes”, del que nos ocupamos en el primer programa de la segunda temporada del podcast de Heraldos de Galactus.
Se da el caso además de otro tipo de cruces entre personajes que, si bien pertenecen sus derechos de explotación a la misma editorial, sus universos literarios no son compartidos. La razones son diversas: bien por una cuestión meramente argumental (es más sólido el relato si no coexisten en un universo donde se desarrollen sus peripecias), bien por una cuestión de que se trate de personajes cuya producción de historietas dependa de una licencia de adaptación de sus aventuras proveniente de otro medio, como es el caso de los Cazafantasmas, de los que ya reseñamos el primer volumen de su etapa en la editorial IDW Publishing, recientemente editado en España por Fandogamia.
Las Tortugas Ninja son unos personajes que han contado con irregularidad en su ritmo de publicación en España. Si bien su punto álgido comercial a nivel mundial fue a principios de los 90 de la mano de sus primeras películas y serie de animación infantil, en los Estados Unidos siempre han contado con una base sólida de fans. Unos fans que han estado allí desde que en 1984 Kevin Eastman y Peter Laird crearan estas tortugas antropomorfas adolescentes con habilidades ninja, en un claro homenaje y parodia simpática al Daredevil de Frank Miller. No olvidemos que el accidente que origina que las tortugas sean antropomorfas es similar al que provoca que Matt Murdock adquiera sus poderes y que la banda asesina enemiga de las tortugas se llama “El Pie”, en claro paralelismo con “La Mano” que creó Miller. Desde entonces (y hasta ahora) los cómics de las Tortugas Ninja no han dejado de publicarse en los Estados Unidos, donde desde su nacimiento independiente sus aventuras han pasado por diversas editoriales, como Image, Archie Comics – que publicó las aventuras basadas en la serie de animación infantil – Dreamwave Productions y la que ostenta los derechos de publicación actualmente, IDW Publishing, donde la actual cabecera alcanzará las 80 entregas el próximo marzo además de ir acompañada mes tras mes de otra serie que explora personajes secundarios del universo TNMT: Teenage Mutant Ninja Universe.
No es de extrañar que desde IDW se plantearan cruzarlos con otro divertido grupo que forma parte de la editorial: Los Cazafantasmas. Con resultados más que satisfactorios en Estados Unidos, donde ya se ha editado un segundo crossover, el éxito de la propuesta se basa en confiarla a quienes las habían llevado a buen puerto por separado. Tom Waltz, responsable de los guiones de la actual serie de las Tortugas Ninja junto a Kevin Eastman, comparte las tareas argumentales con Erik Burnham, responsable literario de la etapa de los Cazafantasmas en IDW. Fruto de ello veremos en la historia caracterizaciones fieles a sus series por separado, comportamientos muy naturales en los personajes cuando interactúan y, lejos de diluirse una serie en otra, una amalgama más divertida cuando vemos como personajes como Ray Stanz y Donatello muestran una afinidad de forma muy natural. El dibujo corre a cargo de Dan Schoening (Cazafantasmas), con la aportación de Charles Wilson III y Cory Smith (Tortugas Ninja) en la primera entrega, dotando con su estilo cartoon del punto fresco y divertido que demanda una propuesta tan loca como la que se trata. En el color nos encontramos a otro viejo conocido de los expertos en espíritus, Luis Antonio Delgado, participando la colorista de los anfibios ninjas Ronda Pattinson en la primera entrega.
La historia parte de un viaje dimensional de las tortugas que, por error, acaban en la dimensión de los Cazafantasmas. También ha venido Chi-You, un dios de la guerra que intentará dominar ese mundo. Planteado el escenario y el enemigo a batir, los grupos se conocerán y combatirán la amenaza. Es una premisa que, si bien no es novedosa, sí se desarrolla de forma original, fundamentalmente por las excepcionales caracterizaciones de los personajes con unos diálogos acertados que divierten y refrescan el relato. El punto fuerte del relato no es el “qué” ocurre, sino el “cómo” ocurre: de forma irreverente y divertida gracias a unos diálogos que consiguen un resultado final con altas dosis de frescura.
El volumen que nos trae Fandogamia corresponde al TPB USA con las cuatro entregas que comprende el primer cruce entre los especialistas en parapsicología y los devoradores de pizza, añadiendo como extras varias de las portadas y portadas variantes que acompañaron a la edición original en formato grapa. Una buena edición que se puede disfrutar leyendo de un tirón la aventura completa y que, desde aquí, deseamos que sirva para, por un lado, afianzar los cómics de los Cazafantasmas en España y, por otro lado, un nuevo desembarco para cómics de las Tortugas Ninja en la península.