Once our land: invasores en Mainz

La vida te lleva por caminos inescrutables. Por algún motivo, últimamente me estoy topando con muchas obras que tienen un marcado aire juvenil. Reconozco que las historias dirigidas a un público joven no están entre mis preferencias, pero cuando uno se acostumbra a temáticas netamente adultas, de vez en cuando resulta refrescante leer algo de este tipo.

Once our land es un cuento postapocalíptico ambientado en Mainz, Alemania, en 1832. Allí, un niño recibe el día de su cumpleaños un misterioso paquete. Al abrirlo, descubrirá que es una puerta hacia un mundo fantástico…y terrible. «Once our land» está dividida en dos tramos bien diferenciados. Esto se explica porque el autor creó el germen del cómic cuando era muy joven. Al presentarlo a diferentes editoriales, le dijeron que necesitaban algo más largo, ya que la historia resultaba demasiado breve. Así que Peter Ricq creó un segundo capítulo más extenso que continuaba y desarrollaba el concepto original. Cuando lo terminó, se dio cuenta de las ventajas de la autopublicación y optó por ofrecer su obra sin contar con intermediarios.

OnceOurLand2Entendiendo todo esto, podemos apreciar mejor el conjunto de la obra. El primer capítulo, entendido como una historia autocontenida, podemos verlo como una inquietante historia de terror. Visualmente es infantil e inocente, pero desprende cierta atmósfera enrarecida que culmina con un desenlace que no esperamos. El segundo capítulo sirve para desmontar al primero y devolver a la obra a un terreno más soleado e inocuo. En general podríamos decir que «Once our land» adopta una curiosa mezcla de terror juvenil y aventuras fantásticas, tomando influencias tan diversas como Alicia en el país de las maravillas, la fantasía de Hayao Miyazaki o incluso pequeñas pinceladas lovecraftianas en cuanto al diseño de algunas criaturas. Su ritmo es muy bueno y se apoya en una narrativa gráfica bastante dinámica. Una de las cosas más curiosas viene dada por los textos que vamos a encontrar en la obra. El autor explica en una pequeña introducción que siempre le ha chirríado la absurda manía que tiene el cine de mostrar a un actor americano hablando en inglés y poniendo acento alemán (o de cualquier otra nacionalidad) si interpreta a un personaje alemán. Por ello, todos los diálogos del cómic están en alemán. Pero no os asustéis, ya que tanto lo que sucede en las viñetas como los cuadros de texto explicativos (en inglés, claro) nos van a dar todo el contexto que necesitamos para comprender plenamente lo que vemos.

Aunque Peter Ricq es el autor completo del cómic, en el segundo capítulo cuenta con el soporte de Sunny Shah en el dibujo y Andrew Young al color. El dibujo es bastante llamativo, de estilo juvenil y aire cartoon en el que destaca un acertado diseño de personajes. Se nota el tiempo transcurrido entre ambos capítulos, ya que en el primero el arte es algo más simple y el color se basa en un tono gris. En el segundo capítulo, el aspecto visual mejora adoptando un tono más alegre, contando con un dibujo más estilizado y detallista y con colores más vivos aunque queden contenidos dentro de un tono sepia. Como decía, me gusta mucho el diseño de los personajes principales y de los monstruos y criaturas que desfilan por las páginas del cómic. Igualmente, la ambientación es bastante buena gracias a una perfecta recreación de la ciudad de Mainz. Las últimas páginas están reservadas a explicar el proceso creativo, mostrando la creación de los personajes y la estructuración de las páginas. Y, sobre todo, cuenta con una galería donde diferentes artistas homenajean la obra. Algunas de esas ilustraciones me parecen soberbias.

OnceOurLand1Tal vez hubiera sido interesante ver que toda la obra siguiera los parámetros del primer capítulo, aunque podemos anunciar Peter Ricq está ultimando una continuación que se situará 6 años después de lo que cuenta este volumen, y que irá dirigido a un público más adulto. Sea como sea, finalmente uno no puede evitar rendirse al encanto del pincel de Peter Ricq. De nuevo nos encontramos ante un cómic que puede ser disfrutado por lectores de cualquier edad, cosa que no es fácil de conseguir en los tiempos que corren. «Once our land» es un cuento que cautiva gracias a su sencillez y a su espíritu de aventuras de toda la vida y, por qué no, puede ser una opción muy recomendable para que vuestros hijos comiencen a leer en inglés.

Por cierto, el señor Peter Ricq no se limita a crear cómics, sino que también ejerce de guionista y director de cine. Su ópera prima como director en solitario se llama Dead Shack, y es una comedia de zombies que esperamos poder disfrutar en el próximo año.

Podéis encontrar toda la información sobre este cómic en su web oficial http://onceourland.com y adquirirlo en http://www.scoutcomics.com/once-our-land.

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