“Creíamos que era obvio, pero esto es para adultos”

Esa frase va adornar la nueva tirada de 4.000 ejemplares que va publicar Fandogamia del último trabajo de Don Julio: “El Niño Jesús no odia a los mariquitas”, una sátira para adultos bajo la paródica apariencia de un cuaderno de actividades infantil. Cuaderno que, en una conocida plataforma comercial online alguien cometió el error de catalogarlo como material infantil, levantando la que quizá haya sido la polémica del cómic nacional de esta semana. Un revuelo que parece llegará a los tribunales, pues se ha anunciado una querella contra autor y editorial.

Ni que decir tiene que, en un país como España, la sátira a veces trae complicaciones. Si a eso se le suma el revuelo generado en medios generalistas, en ocasiones tratado de forma sesgada y amarillista, y la manipulación interesada, en la línea más genuina de “fake news”, “el tinglado” ya está montado. Pero para embestir ya están otros; en esta web nos ocupamos de analizar y a ello vamos.

“El Niño Jesús no odia a los mariquitas” es, en formato, una parodia de los clásicos cuadernos de actividades infantiles educativos de pasatiempos e ilustraciones para colorear. Junto a ellos aparecen argumentos en contra de la homofobia, explotado y presentado de forma satírica, con grandes dosis de humor. Quizá más que un ataque hacia nadie, este “cuaderno” para adultos (lo repetimos por si a alguien aún no le queda claro), es una gran broma, acertada en forma y fondo, que nace de la tolerancia y el respeto hacia los demás. Que saca punta y humor de comportamientos arcaicos para poner el dedo en la llaga sobre la homofobia. La combinación mostrada, entre lo ridículo de muchos dibujos y los acertados textos rebatiendo argumentos tradicionales homófobos, hacen del cuaderno un inteligente y ácido ejercicio de sátira y tolerancia.

De la misma manera que el cuaderno predecesor de Don Julio, “Ser fascista está mal” (que va ya por su quinta edición y en junio se estrena la sexta), las 24 páginas en grapa que componen “El Niño Jesús no odia a los mariquitas” derrochan ingenio, humor y mucha, mucha inteligencia. Sátira a raudales que puede incomodar a algunos, por supuesto. Pero es humor adulto y entra dentro de la libertad de expresión. Por eso, quien haya confundido este cuaderno con un producto infantil viendo la obviedad de su orientación adulta, el problema no es el cuaderno.

Los anuncios de querella recibidas y el afán de prohibir, paradójicamente, han desatado un “efecto Streisand” en ventas con “El niño Jesús no odia a los Mariquitas”, así como multitud de muestras de apoyo públicas de autores y editores, incluida la Sectorial del Cómic, hacia Fandogamia y Don Julio, a las que desde estas líneas nos sumamos. En esta web, en la que se puede comprobar que se han reseñado tebeos de personajes históricos de todo el espectro ideológico, seguimos la estela de Voltaire en cuanto a la libertad de expresión, derecho intocable en cualquier democracia que se precie. Sirva la frase más célebre del filósofo francés para cerrar esta reseña mientras el cuaderno de Don Julio es quizá el bestseller del tebeo nacional de esta semana:

«Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.”