El meticuloso proceso de recopilación que hemos ido viendo en formato integral fue cuidadosamente planificado por sus propios creadores. A través de diversas etapas cronológicas, Joann Sfar y Lewis Trondheim compilaron cada volumen para un mayor disfrute de su lectura, desde «Amanecer» hasta el «Crepúsculo«, comenzando, como no podía ser de otra manera con el apogeo narrado en «Zénit”. Un recorrido por un universo rico y dinámico, poblado por personajes que respiran vida en cada viñeta. Hoy hacemos escala en el el quinto volumen editado por Norma: “La Mazmorra: Integral 5”, donde Sfar y Trondheim se acompañan de Keracoët, Obion, Alfred, Mazan y Walter para narrar el ocaso de la Mazmorra.

Sfar y Trondheim aprovechan el ciclo crepuscular de la saga de La Mazmorra para explorar temas universales como el poder, la corrupción y la redención, invitando a reflexionar sobre la naturaleza humana y el destino de aquellos que se enfrentan a la oscuridad. Este tomo recopila los cinco últimos álbumnes del ciclo “Crepúsculo” («Donjon Crépuscule»): “El dojo de la laguna” (“Donjon Crépuscule Tome 104: Le dojo du lagon”), “Los nuevos centuriones” (“Donjon Crépuscule Tome 105: Les nouveaux centurions”),” Revoluciones” (“Donjon Crépuscule Tome 106 Revolutions”),” «Alto septentrión” (“Donjon Crépuscule Tome 110: Haut septentrion”) y “El fin de la mazmorra” (“ Donjon Crépuscule Tome 111: La fin du donjon”).

El final de una saga siempre es un momento de reflexión y nostalgia, y «La Mazmorra» no es una excepción, lo que en sí mismo es un recordatorio de la fugacidad de la vida y las experiencias que atesoramos. A medida que nos sumergimos en estos capítulos finales del ciclo, nos encontramos contemplando el telón que cae sobre un mundo de fantasía que hemos llegado a amar y apreciar a lo largo de los años.

En el aspecto narrativo de la historia Sfar y Trondheim combinan hábilmente la acción trepidante con momentos mas introspectivos, creando una experiencia de lectura que conmueve y emociona al mismo tiempo. En estas viñetas se haya la sensación de victoria y a la vez de derrota, pues el combate principal del Rey Polvo, Marvin el conejo, Morciguillo y Herbert es contra el tiempo implacable.

Del dibujo se encargan Keracoët, Obion, Alfred y Mazan, con color de Walter. Fundamentales todos ellos en este ocaso. Si bien algunos podrían describir los dibujos como «feos» o «simples«, en realidad tienen una profundidad y un encanto que los hace únicos en su estilo. Estos no son los dibujos de héroes musculosos que uno podría esperar encontrar en un cómic de fantasía épica; en cambio, son como obras de arte infantiles, pero con una expresión y un movimiento que los hace cobrar vida en cada página. Cada dibujante tiene un estilo y eso hace puede no ser del gusto de todos, pero para aquellos que lo aprecian, es una parte esencial de lo que hace que «La Mazmorra» sea tan especial.

«La Mazmorra Integral 5» marca así el final del ciclo. Y lo hace de la mejor manera posible, cerrando todas las tramas de manera elegante y satisfactoria. Como una despedida de una gran etapa, una que ha servido tanto para entretener como para reflexionar. Un viaje en primera clase al ciclo crepuscular del rico universo creado por Sfar y Trondheim. En definitiva, un volumen que recuerda las razones de que «La Mazmorra» sea ya un clásico de la Bande Dessinée actual.