
“¡Mamá!
¡Papá!
¡Mirad!
La luna nos persigue.”
Hay autores que, con los años y a base de sólidos trabajos, se van ganando un hueco entre los aficionados, logrando obtener una especie de cheque en blanco entre sus lectores potenciales. Es el caso de Daniel Warren Johnson (“Extremity”, “Murder Falcon”, «Space-Mullet» o, entre otras, “Do a Powerbomb!”). Un autor que nunca defrauda cuando abordas una nueva obra suya. Con un sello ya personal, esa mezcla entre situaciones imposibles, espectacularidad y momentos intimistas, ha ido construyendo sólidos blockbuster en viñetas muy disfrutables. Capaz de revitalizar con su creatividad franquicias que parecían agotadas (véase sus “Transformers”, sin ir más lejos) o replantear nuevos brios para personajes demasiado encorsetados (“Billy Rayos Beta” o “Wonder Woman: Tierra Muerta”), es de los que luce su mejor cara autoral cuando aborda creaciones propias.

En este último apartado incluiríamos la serie que ha realizado con Riley Rossmo: “La Luna nos persigue” (“The Moon is following us”), cuyo primer volumen acaba de publicar en castellano Norma. En ella nos plantean una fantasía que parte de muchos de los elementos comunes del género, pero que gana personalidad propia conforme se desarrolla. Intentaremos explicarlo sin entrar en muchos detalles, pues en este “blockbuster” de fantasía las sorpresas es uno de los ingredientes esenciales para que su recorrido se disfrute más.

¿Qué haría una familia por salvar a su pequeña hija? Ese sería el punto de partida de esta obra. Un matrimonio intentando salvar a su pequeña hija, perdida en un sueño profundo del que no puede despertarse. Ante la imposibilidad médica de poder despertarla, los padres se meterán en ese sueño del que su pequeña no puede despertar: un mundo más fantástico que onírico, el que sueña la pequeña niña, donde la realidad queda distorsionada a modo de una dimensión llena de elementos de ciencia ficción y que será el escenario de esta odisea creada por Johnson y Rossmo.
Lo bueno de este trabajo es que está realizado a dos manos y se percibe una sinergia enriquecedora. Johnson y Rossmo no solo escriben el guion, sino que se encargan de dibujar las páginas ambos también. Eso si: repartiéndose la realidad uno (Daniel Warren Johnson) y la fantasía otro (Riley Rossmo), marcando así gráficamente la atmosfera que necesita cada escenario. Para cohesionarlo, el color de Mike Spicer (habitual colaborador de Johnson hace el resto).

Con esos elementos de partida se construye esta aventura. Con solidez, varias referencias a la cultura popular y tradición mainstream de los cómics de superhéroes (como la de la “Bola extra” que practicaban en la Patrulla-X Coloso y Lobezno, que hará sonreír a más de uno cuando la lea), la historia fluye entre lo espectacular y lo profundo, mientras que la trama gana altura por el savoir faire con que han impregnado los autores a la serie.

Publicada en Estados Unidos por Image a lo largo de diez grapas, en el primer volumen de “La Luna nos persigue” editado por Norma en formato TPB, con traducción de David Domínguez, nos esperan las cinco primeras entregas. Unas que aúnan fantasía y acción espectacular con un planteamiento y desarrollo frescos en forma y fondo. Tebeos así, sin duda, explican nítidamente porqué Daniel Warren Johnson tiene una base de aficionados a su obra. Quizá a partir de ahora, con esta obra, a Riley Rossmo le ocurra igual. Razones para ello pueden encontrarse en este tebeo. Que puede parecer una pequeña fantasía en viñetas, pero es una agradable sorpresa cuando se descubre. De las buenas.
