
El corte de pelo “Mullet”, popularizado por David Bowie en los años ´80, consiste en dejar el cabello más corto en los laterales y en las partes frontal y superior, quedando la parte trasera más poblada. Un estilo que, desde entonces, ha estado presente en muchas cabezas alrededor del planeta. Si el concepto lo llevamos a la galaxia (cosa lógica si está asociada al artista que utilizó sobrenombres como “Duque Blanco”, “Ziggy Stardust” o “Starman”), podemos establecer relación con el cómic que hoy centra nuestra atención: “Space-Mullet”, de Daniel Warren Johnson, editado en castellano por Norma.
Adentrarse en este tebeo es bucear por los comienzos del notable artista que ha plasmado obras tan compactas como “Extremity”, “Murder Falcon” o “Do a Powerbomb!”; El tipo que ha dado frescura a los “Transformers” y que ha brindado acertadas versiones de Wonder Woman (“Tierra Muerta”) o “Billy Rayos Beta”, además de haber realizado, por absoluto placer (tanto para élcomo para los fans) un tebeo “no oficial” de Star Wars que es una delicia (“Green Leader”). Ya solo por esta relación de trabajos, muchos tendrán curiosidad por saber cuales fueron sus primeros pasos. Son los que aparecen en “Space Mullet”.

Creado originalmente para el mercado digital entre 2012 y 2017, “Space Mullet” nos presenta una pandilla de inadaptados espaciales en un futuro distópico. Protagonizado por Jonah, un exmarine que lleva el corte de pelo citado en la cabecera, y el zozobiano Alphius. Ellos serán el núcleo sobre el que se creará este grupo imposible. Uno que vivirá aventuras mientras el resto de miembros aparecen en escena, conformándose de esta manera este equipo de inadaptados. Una suerte de rebeldes espaciales contra lo establecido, que se enfrentarán a situaciones de desigualdad, siendo el racismo o las diferencias de clase elementos que subyacen en e sus aventuras.
Con esos mimbres despegó “Space Mullet”. A través de entregas que, si bien no son perfectas, tienen mucho de lo que ha hecho a Daniel Warren Johnson grande. La fuerza de muchas composiciones de página y encuadres ya aparecen aquí, aunque los acabados aun no sean tan notables como en obras posteriores. En el otro extremo, nos encontramos un guion desequilibrado que se va enderezando el rumbo conforme los capítulos se suceden, mejorando su estructura conforme se avanzan las páginas. Ejemplo de que este fue un trabajo en formación, un primer paso en el que se ve como el artista va creciendo hasta llegar a ser el tipo que ha deslumbrado con obras posteriores a ambos lados del Atlántico.

Ya solo por eso conviene entrar en “Space Mullet” y recorrer un tebeo disfrutable en cada página. Con sus imperfecciones. Pero también con la semilla de las claves que han hecho grande a Daniel Warren Johnson. Al fin y al cabo, esta obra fue la que le sirvió para comenzar a dar sus primeros pasos profesionales. Despertando después el interés para publicarla en papel, siendo Dark Horse la que lo llevó a cabo en 2016. Ocho años después, en 2024, Image comics lo ha recuperado para el mercado de habla inglesa, publicando un TPB el año pasado con las cinco primeras entregas.

Norma nos lo trae en primicia para el mercado español, pues nunca se había publicado por estos lares hasta la fecha. Con traducción de Joseba Basalo, en una edición en rústica de 232 páginas que es un auténtico camino ascendente que finaliza con la divertida quinta entrega, quizá la mejor resuelta del tomo. Dejando una sensación de que lo mejor está por venir, pues el rodaje ya está hecho. Es lo que tenemos en las páginas de «Space-Mullet«: ese rodaje y crecimiento artístico, donde aún queda potencial por recorrer. El de un autor que estaba llamado a ser uno de los grandes de la actualidad del comic norteamericano.
