
En un mundo ideal este libro quizá no existiría. Pudiera haber sido la base de guion para muchos cómics. O no. En un mundo perfecto, personas con el talento de Carlos Giménez siempre estarían ahí, creando nuevos cómics y materializando en viñetas cada nueva idea que se les ocurriera. En el mundo real, lejos de ser perfecto, sabemos que la biología es implacable y, llegada la madurez, es la ocasión de que la precisión permita ir cerrando frentes.
Algo de eso hay en “El libro del señor Marcos”, la última obra de Carlos Giménez editada por Reservoir Books. Una suerte de anexo a una de sus series más celebradas, “Los Profesionales”, la cual tuvo su punto final con “La última cena de los veteranos”. Una serie en la que Giménez perfiló un retrato de una profesión y generación de forma nítida, a través de anécdotas y vivencias que dibujaron con precisión su vida como dibujante y la de sus coetáneos. Protagonizada por su alter ego, Marcos Mora, puso luz en esas biografías pegadas a la mesa de dibujo, llenando de vida cada viñeta.

Una vida que, en esta ocasión, viene nutrida de la serie de relatos que componen “El libro del señor Marcos”. Como la versión que tuvo su gran “Paracuellos para quien no lee tebeos«, estamos ante una novela. Solo que en este caso cada relato no está adaptado, sino que es original. Escritos por “Marcos” y centrados en las historias que “Paco”, su colega de profesión que con frecuencia le visita en su casa. De todos es sabido que Marcos no se prodiga en actos sociales, pero eso no significa que no cuide sus amistades. Éstas vienen a su casa y conversan, mientras Marcos dibuja.
De esas conversaciones salen las historias que Paco le cuenta a Marcos. Son las que nutren este libro. Con un tono costumbrista y un estilo directo y cercano, la pluma de Giménez vuelve a retratar una época y lugar, esta vez con la escritura como principal medio. Si bien éste no el único, pues cada uno de estos relatos breves vienen ilustrados por un dibujo que captura la esencia de cada una de las historias, metiéndonos de lleno en ella.

“El Libro del señor Marcos” se erige como una obra que es mucho más que un álbum ilustrado. Baste ver cada una de las letras capitulares que ha dibujado Giménez para cada capítulo. Esta novela es una suerte de “Relatos Ilustrados” en torno a “Los Profesionales”. Proyectados en cada dibujo con la maestría que nos tiene acostumbrados Giménez. Pero también, y del mismo modo, perfilados en cada uno de los textos que lo acompañan. Consiguiendo así un resultado sólido, que invita a leer lo escrito por Giménez con el mismo placer que hemos abordado cada uno de los cómics que ha creado uno de los creadores más grandes del tebeo español.
