
“esa tenue luz que ve el horizonte… es una ilusión.
Porque el sol no va salir.
El sol… se está poniendo”
Con el segundo año del apocalipsis, el frágil equilibrio de los Estados fracturados de América ya está roto. Las hostilidades entre La Unión de los Estados Unidos de América, Los Estados Confederados de América, La República de los Estados Unidos de Texas, La Eterna Nación de Americanos, El Reino de Nueva Orleans y La República Popular de América serán una constante en los juegos políticos de alianzas, conspiraciones y traiciones a alto nivel. Mientras tanto, los tres, que no cuatro, jinetes del apocalipsis siguen su camino hacia el Armagedón. El cuarto, Muerte, tiene otros planes: recuperar lo más valioso en una búsqueda que lo llevará a lo largo de esas tierras baldías que es la Norteamérica que espera en “Este del Oeste. El Apocalipsis: Año Dos” (“East of West: The Apocalypse Year Two”) editado en castellano por Norma.
Es el segundo, de los tres integrales, que componen “Este del Oeste” (“East of West”) de Jonathan Hickman, Nick Dragotta y Frank Martin. El nudo del relato. El segundo de los años que componen este relato con formas de Weird Western, ambientado en un futuro distópico y cruel. Un relato grandilocuente y a, a la vez, sorprendentemente reflexivo, por los juegos simbólicos que plantea. Cargado de violencia y de miserias humanas, las del dramatis personae que protagoniza esta obra coral.

“Ninguna mentira resiste el inicio de una guerra…”
Complejo, como suele ser todo buen guion de Hickman. Desprendiendo un aparentemente hermetismo que, conforme se avanza en la trama, se vuelve muy elocuente, donde lentamente las piezas del tablero se muestran y evolucionan. Donde la trama va adquiriendo una mayor profundidad entre los solventes golpes de efecto que el guion posee. Junto a ello, una simbología enriquece tanto el contexto como lo narrado en este camino hacia el fin.
“Un loto, la muerte y la resurrección del amor”
En primera línea, Muerte. El jinete del apocalipsis que renunció a todo por amor y que pagó el mayor de los precios por ello. Como consecuencia, la profecía del fin del mundo se hizo carne. La que nació fruto del amor y que puede llevar a la destrucción de todo cuanto existe en esa tierra baldía…
“¿Has entendido el mensaje?”

Ese es el tronco principal de este Weird Western, que ya se ramificándose con sofisticación en este segundo integral, mostrando una suicida hoguera de vanidades. Condición humana bien representada por los dirigentes de los territorios de América. Una llena de ambiciones, conspiraciones, orgullo y traiciones, mientras las piezas van colocándose para el ocaso. De forma precisa, aunque en ocasiones no lo parezca a simple vista. Ejemplo de la maestría con que Hickman construyó esta saga.
Una obra que no se puede entender sin el superlativo trabajo que llevaron a cabo Nick Dragotta y Frank Martin en el apartado gráfico. Dragotta dio vida a este universo tan cruel y singular. Perfiló cada uno de esos personajes que componen el elenco, aumentando la sólida caracterización literaria dada en el guion de Hickman. Materializando esta “ suicida hoguera de vanidades” de forma magistral, en páginas en las que la atención está totalmente dirigida a lo que ocurre en cada una de las viñetas. Secuenciadas de forma notable, perfiladas con eficacia, resultando un gozoso recorrido para quien se sumerja en el volumen.

En el mismo sentido, Martin dio con los tonos precisos para que lo inmisericorde, lo sobrenatural y las conspiraciones formaran un todo indisoluble. Bien ensamblado por ese color que baña el mundo representado en estas páginas. Tan irreal como singular, potenciado con la paleta utilizada cada una de las escenas del segundo acto del fin del mundo que espera aquí.
Si “Este del Oeste. El Apocalipsis: Año Uno” supuso un gran comienzo, su continuación gana enteros a cada página que se recorre. Compuesto por los “East of West #16 al #29” y material del one- shot “East of West: The world”, mantiene el tono ascendente de la saga apocalíptica a lo largo de sus 424 páginas, traducidas por Uriel López.

Tras recorrerlas, nos reafirmamos en la idea que esta obra es uno de los clásicos del tebeo estadounidense que vieron la luz la pasada década. Un tebeo con múltiples elementos y niveles de lectura, pero no deja de ser un sofisticado blockbuster. Porque se puede entretener y a la vez estimular a quien lea un cómic. «Este del Oeste. El Apocalipsis: Año Dos» es un buen ejemplo de ello.

