“… el lago de fuego se ha secado. Y ahora, algo nuevo, algo increíble, empieza a desarrollarse.”

El mundo ya no es el que era. Especialmente el de Hellboy tras “Demonio Conocido” (“B.P.R.D. The Devil you Known”). De la tierra que una vez conocieron los agentes de la AIDP no queda nada, tan solo un nuevo mundo (como ya vimos en el último volumen de Frankenstein). Y ese desequilibrio va a desencadenar fuerzas en los infiernos donde habita “el caballero inmortal”, más conocido como “Koshchei el inmortal”. Es pues el momento de que éste deje a un lado la lectura maridada con vino, para empuñar de nuevo la espada en un camino para proteger al mismo averno de una amenaza tan antigua como la creación. Es el momento de “Koschei en el Infierno”, de Mike Mignola, Ben Stenbeck, Dave Stewart y Guy Davis, recién editado en castellano por Norma Editorial.

“No eres un hechicero pero hueles a magia.
Y a sangre
Y a algo más”

Entre las texturas de serie B, aromas victorianos, ecos del Pulp y elementos de diversos folclores populares germinó el rico universo de Hellboy. Ejemplo de ello es este mito eslavo de origen ruso, Koshchei (Коще́й, Koshchey, Kashchei, Kashchey, Kościej o Chájlik) que hábilmente traslado Mignola a las páginas de su creación más célebre. Un personaje que, sin perder sus rasgos folclóricos, encajó a perfección en los cánones del concepto de todo lo que envuelve a Anung un Rama. Baste recordar su primera aparición, como esbirro de Baba Yaga (otro préstamo de la mitología eslava) en “Hellboy: la oscuridad llama”, hasta la primera y celebrada mini serie que protagonizó “Koshchei el inmortal”.

“Solo he venido a decirte que Hellboy se ha ido.”

Mignola, bien escudado por el arte de Ben Stenbeck y Dave Stewart, nos relata lo que ocurre el infierno tras el apocalipsis desencadenado en la tierra. Un camino que Stenbeck traza con ejemplar maestría capturando ese averno plasmado entre lo gótico y lo victoriano, para lucirse en el camino de redención que “el sin muerte” va a protagonizar. Una épica fantástica bañada de los efectivos colores de Dave Stewart, que potencian la senda por ese tártaro en peligro de extinción.

Aun funcionando de forma efectiva como lectura unitaria, “Koshchei en el Infierno” será una golosina aún mayor para los fans del universo de Hellboy. En estas páginas no solo se hallan las cuatro entregas de 2022 y 2023 de la serie de Dark Horse “Koschei in Hell”, sino también su preciado prólogo: “Sir Edward Grey: Aqueronte” (“Sir Edward Grey: Acheron”), el one-shot de 2021 dibujado al completo por Mike Mignola. Todo un acontecimiento de por sí al estar narrado gráficamente por el creador de Hellboy. Además de situar y contextualizar la trama que presenta de forma notable, sirve para corroborar una vez más la fuerza que tiene el sintético trazo de Mignola, atrapando a la atención con su dominio de las masas de negro y claroscuros y mostrando un infierno tan terrorífico como cautivador.

Con la maestría gráfica de Mignola comienza pues este volumen, sentando todos los elementos de interés de una trama lista para ser recorrida hasta el final. Captada la atención, Stenbeck hace el resto en las cuatro entregas de “Koschei en el Infierno”, potenciando lo que el guion de Mignola requiere para funcionar de forma eficaz y solvente. En el centro de atención Koschei, principalmente, y Sir Edward Grey protagonizan el volumen, si bien la sombra de Hellboy, como gran personaje ausente del relato, siempre está presente.

Recién editado en castellano por Norma en formato TPB de 152 páginas con traducción de Héctor Lorda, en este volumen aguarda, además de las habituales páginas de diseños y bocetos, las reproducciones de las portadas de la edición en grapa de Dark Horse, a cargo de Mignola y Stenberck. También se reproduce también el relato breve de “Cómo Koshchei obtuvo su inmortalidad”, con arte de Guy Davis y guion de Mignola, muy fiel en espíritu al mito eslavo.

Entre el folclore y lo fantástico discurre pues este “Koschei en el infierno”, funcionando por sí mismo como relato unitario de aventura y terror, con altas dosis de entretenimiento. Siendo también, a su vez, la última parte de un todo más grande: ese universo de Hellboy que, aunque su principal personaje no esté “en tiempo presente”, sigue ofreciendo buenas raciones de solvente factura.